'Matar al padre' va de un padre y un hijo que no se aguantan. Va más allá de eso, en verdad. Va de Jacobo y Tomás, y la relación siempre fracasada que construyen actuando, en muchas ocasiones, como bacterias, consumidas por sus propios miedos y frustraciones. Eso es lo que narra la nueva miniserie que Movistar+ estrena este 25 de mayo, la crisis de entendimiento del patriarca y de su actitud, en guerra, con su mujer e hijos.
Gonzalo de Castro se pone a las órdenes de la primera directora que firma una ficción original de la plataforma, Mar Coll ('Tres días con la familia'), para dar vida a Jacobo, un padre lisiado en lo emocional y que no le deja pasar ni una a su hijo Tomás (Marcel Borràs) por lo insoportable que le resulta verse también fracasado si su hijo falla.
Explica Coll que la paternidad es, para ella, un terreno poco "explotado" dentro del marco perfecto que es la familia para contar historias. "Quería hablar sobre el miedo y el control, sobre la necesidad que tenemos delante de la incertidumbre de la vida de intentar controlar todo", comenta. "'Matar al padre' es lo que tienen que hacer todos los jóvenes para sobrevivir".
Un personaje entre saltos temporales
Cada capítulo de 'Matar al padre' tiene lugar en un año distinto, ya que hay elipsis temporales que marcan mucho a los personajes. "Hemos tenido días en el rodaje en los que yo amanecía con una peluca en la cabeza y me metía en la cama con un tinte canoso", cuenta Gonzalo de Castro.
El actor también está de acuerdo en esa asfixia que puede sentirse al ser joven, expuesto a una cierta 'castración' de los padres. "No me extraña que la gente joven esté absolutamente desquiciada y con un sentimiento de abandono profundísimo, porque nadie da respuestas", dice al respecto De Castro.
