Sam Rockwell lleva desde los años 90 en la gran pantalla. Sin embargo, su carrera ha pegado un acelerón en cuanto a cantidad y calidad en los últimos años trabajando en icónicos papeles con directores reputados en 'Jojo Rabbit' de Taika Waititi y 'Richard Jewell' de Clint Eastwood. Además, puede presumir de dos nominaciones seguidas a los Oscar con su triunfo en 'Tres anuncios en las afueras' y como George W. Bush en 'El vicio del poder'. A esta lista de particulares personajes un tantos asociales se le suma desde el viernes 21 de octubre el agente británico Stoppard, encargado de resolver un asesinato en una obra de teatro sobre los whodunit. Que empiece el festival de las autoreferencias y el sarcasmo.
Por mucha comedia referencial que tenga el guion de Mark Chappell, su protagonista confiesa en esta entrevista en exclusiva para eCartelera que el rodaje fue "espeluznante". No es para menos, teniendo en cuenta que la película se rodó en un Londres cerrado completamente por la segunda cuarentena. Entre lo incierto de la pandemia y este personaje mucho más curtido, 'Mira cómo corren' confrontó a Sam Rockwell con el peso de la madurez en su carrera y en su personaje. "Creo que en la pandemia todos envejecimos un poco más. (...) Este personaje en concreto ya se siente demasiado viejo para su edad, por culpa de haber sido soldado en la guerra y ser un borracho. Y le han roto el corazón. Eso le hace envejecer mucho más".
Como protagonista de la cinta, tiene la árdua tarea de aportar la mayor carga de dramatismo a una historia generalmente cómica, a través de esta subtrama sobre el pasado de Stoppard. Para lograr ese equilibrio, su truco fue ser auténtico y "con los pies en la tierra, ya que si no, no va a ser ni gracioso ni emotivo", justo los dos pilares de 'Mira cómo corren'. El otro gran reto fue cambiar su acento de Los Ángeles por el marcado toque británico de cada diálogo del film. Pero Sam ha hecho los deberes. "Le pedí a algunos amigos que me leyeran las frases. He tenido dos profesores de pronunciación. He visto muchas películas británicas".
Aún hay lugar en el multiverso para él
Por muy veterano que pueda parecer a sus 53 años, nunca es tarde para mirar atrás. Nada rejuvenece más como un buen blockbuster en el Universo Cinematográfico Marvel. "Me encanta ese mundo y ser parte de él". Salvo en casos contados como 'Los ángeles de Charlie' o 'Cowboys & Aliens', su película de mayor escala fue 'Iron Man 2'. Tras ser considerado por Jon Favreau para el mismísimo papel de Tony Stark, al final acabó siendo el director de armamento Justin Hammer. Su personaje encajaría perfectamente en la futura película 'Armor Wars', y él parece estar dispuesto a volver al UCM ahí o en cualquier otro lugar de su multiverso: "Por supuesto que volvería. Como un personaje diferente o incluso como Justin Hammer".