Sin duda, Nahuel Pérez Biscayart es el alma de '120 pulsaciones por minuto', el nuevo triunfo del cine francés. Ganadora del Gran Premio del Jurado y del FIPRESCI del 70º Festival de Cannes, el actor argentino fue nominado a la mejor interpretación masculina en los 30º Premios de Cine Europeo por este papel y se ha convertido en la gran revelación con un personaje protagonista muy diferente a sus anteriores trabajos.
eCartelera pudo entrevistar al actor, que visitó Madrid para promocionar la película, una historia que narra el activismo de la asociación ACT UP París, que defendió a principios de los 90 una mayor inversión para combatir el virus del VIH y promover campañas de prevención en una época en la que el sida era una auténtica epidemia de escala mundial.
Contiene SPOILERS
Cine francés con toque argentino
Radicado desde hace varios años en Francia, Nahuel Pérez Biscayart es una de las últimas revelaciones del cine francés, pese tener ya una importante carrera en su Argentina natal con películas como 'Glue', 'El aura' o series como 'Mujeres asesinas'. Fue en 2010 cuando debutó en el cine galo con 'En lo profundo del bosque', dirigida por Benoît Jacquot, pronto se le volverá a ver en salas españolas con 'Nos vemos allá arriba', lo nuevo de Albert Dupontel. En '120 pulsaciones por minuto', el actor es Sean, el (casi) protagonista absoluto de la película. Un personaje que irradia energía y entrega pese a estar muriéndose de sida.
eCartelera (EC): Se ha dicho que el proyecto fue muy grupal, ¿cómo te llegó la propuesta para protagonizar la película?
Nahuel Pérez Biscayart (NPB): Entré en el proyecto de manera muy clásica, fue a través de mi agente francés. Me envió un guion de la película y me comentó que el director quería conocerme. Lo leo y me conmueve mucho, lo encuentro muy impresionante, estaba lleno de detalles y sutilezas, los diálogos estaban muy bien construidos. El propio guion daba mucho respecto al montaje, a la percepción del sonido, estaba todo muy descrito para poder imaginarme dentro de la película. Intuí que había detrás alguien muy interesante. Aún no conocía las películas de Robin Campillo, el director. Nos reunimos y me empezó a contar la historia. Fue un hecho que le tocó muy de cerca, porque él fue militante de ACT UP París.
EC: ¿Conocías ACT UP París antes de protagonizar la película? ¿Cómo fue el proceso de documentación?
NPB: Todo lo relacionado con la documentación fue muy variado. Cada uno de nosotros investigamos por nuestra cuenta, hicimos nuestro camino. No hubo obligación de leerse nada. Tuvimos acceso a todos los archivos de la hemeroteca del Instituto Audiovisual Francés, que recopila todo lo grabado por la televisión francesa desde que la tecnología lo permite. Pudimos ver todos los informativos de la época y en cuales aparecían las acciones de ACT UP y el punto de vista de la información del momento. Luego, vimos documentales sobre ACT UP París de la época, leímos un par de libros de Didier Lestrade, el primer presidente de la asociación. Aparte vi el documental estadounidense 'Silverlake Life: The View from Here', de Peter Friedman y Tom Joslin, que muestra a una pareja de hombres seropositivos que se filman mutuamente cómo el sida les va consumiendo, es de una crudeza increíble. Tan crudo es que cuando uno de los dos muere, el otro lo filma en el lecho. Muy crudo pero hecho sin ningún tipo de morbosidad, sino filmado como un acto político, ya que muestra la intimidad de una pareja, algo que buena parte de la sociedad no quería ver.
EC: Parece que '120 pulsaciones por minuto' tiene un poco del documental, ya que es una situación similar a la que vive Sean, tu personaje, con Nathan (Arnaud Valois).
NPB: Bueno, la intimidad entre Sean y Nathan no llega a la crudeza del documental, básicamente porque hubiera sido imposible rodar algo así, el cuerpo de un actor no da para mostrar tal realidad. Además, mi personaje no muere consumido por la enfermedad, sino que Nathan le practica una eutanasia. Pero sí, hubo muchas cosas de esa intimidad, de ese amor, que quisimos plasmar en la película. El querer sostener en mi vida a Sean lo vi en esa película. Me ayudó a meterme en un encuadre emocional muy fuerte, ya que me hizo imaginar todo lo que tuvo que vivir esa juventud al tener que enterrar a amigos, novios, amantes y familia en ese estado, en un nivel de crudeza muy contradictorio, porque cuando uno piensa en la juventud, piensa en una fuente de vida, de fiesta, de liberación, no de muerte. Aunque, creo que '120 pulsaciones por minuto' no hace tanto hincapié en eso, creo que es una película muy vital en la que sí hay muerte, pero también esperanza.
EC: Eso es verdad, hay mucha vida en tu personaje pese a su trágico destino.
NPB: Claro, él se aferra a la vida, incluso cuando muere. De eso va la película, aunque él muera, la vida sigue, el sexo sigue, el amor sigue. Mi personaje vivió por y para el activismo, hasta tal punto que hace que tiren sus cenizas en un acto político, hasta ese momento llega su militancia.
EC: La película está ambientada en los años 90, ACT UP París sigue en activo, ¿ahora a qué se dedica?
NPB: Sí, incluso las reuniones han aumentado tras la proyección de la película, ha habido mucha gente interesada en conocer mejor a la asociación y ver qué hacen ahora.
EC: Ahora la sensación en la sociedad es que la situación de las personas seropositivas está mejor y que los contagios han bajado. Sin embargo, en varios países occidentales, como en España, los casos de VIH se han multiplicado, hasta junio de 2017 se detectaron 3.353 nuevos contagios. Se ha perdido el miedo, ¿crees que la película puede concienciar al público actual?
NPB: Sí, la gente le ha perdido el miedo, piensan que como es "algo crónico", que hay "tratamiento de por vida" y, por eso, no hay que tomar tantas precauciones, lo que es alarmante. Y no, no es como la diabetes. Los efectos secundarios a los fármacos, el tratamiento no un proceso tan fácil tampoco y no hay que olvidar que aún se sigue estigmatizando mucho a las personas seropositivas, sobre todo en el ámbito laboral. Es una mentira pensar que es algo del pasado.
EC: ¿Cómo son las campañas de prevención en Francia y en Argentina?
NPB: Bueno, no conozco todos los datos, no soy tan audaz como mi personaje en la película, pero sé que en julio en París hubo una convención internacional sobre VIH y sida y el presidente Emmanuel Macron estuvo a punto de no enviar un representante, lo hizo a última hora, eso demuestra la poca implicación de los políticos en Francia y estamos hablando de un país de la UE. Lo más triste es que en países occidentales, como en Francia, donde está ahora la PrEP, la profilaxis preexposición, o que la gente seropositiva ha llegado a ser indetectable bajo tratamiento y no transmite el virus, se han llegado a tantos avances que lo que es muy triste es que no haya voluntad política de estos países para poder erradicar la enfermedad.
EC: Entonces, realmente, tampoco ha cambiado tanto la situación respecto a los años 90.
NPB: De ahí que la película esté tan de actualidad. Bueno, a ver, ahora hay mucha más prevención y también que el que se haya contagiado y tenga el VIH puede tomar precauciones y no transmitirlo, la medicación funciona y la calidad de vida ha evolucionado muchísimo, ya no es tan letal. Pero, la relación del Estado en referencia a campañas de prevención, de educación y de inversión en investigación para encontrar una posible cura, está habiendo un retroceso claro.
EC: La película, entonces, llama a la gente a volver a asociarse a buscar ayuda en el activismo.
NPB: Totalmente y no sólo en la lucha contra el VIH y el sida y favor del colectivo LGBT, sino también en otras luchas a favor de derechos. Hay muchas minorías e injusticias y creo que la película puede ayudar a dar energía a esas luchas. El ser humano es el único que puede construirse un futuro mejor para sí mismo.
EC: Estás radicado en Francia, ¿qué diferencias notas en la industria del cine francés con el argentino?
NPB: Uff, es abismal. En Argentina, con el cambio de color político se puede destruir todo tipo de estabilidad institucional. Desde los últimos 10-12 años del gobierno anterior, el cine nacional tuvo un auge espectacular, el cine estuvo muy presente, los subsidios fueron consistentes, la industria se autofinanciaba. Hombre, no era perfecto y se lo podía criticar pero, en la globalidad, se podía decir que mis compañeros vivían de ello. Por ejemplo, hace 10 años ser actor y vivir de ello no era tan fácil, trabajabas de actor y también de camarero, por ejemplo. Hacías tres obras y servías mesas. En estos últimos años se comprobó el cine se autofinanciaba, que era solvente, que las películas grandes contribuían a la creación de cine más independiente, que los gigantes estadounidenses pagaban su canon y que ayudaban a la financiación de cine nacional. Había todo un sistema para fomentar la autofinanciación.
Bueno, llega la derecha al poder en Argentina y dicen que eso es un gasto, que no produce riqueza, que no hay que invertir tanto, cuando, en realidad, había una autofinanciación de por medio. Lo peor es que le hacen creer al conjunto de la población que se están usando sus impuestos para financiar películas, cuando no es así. Eso es lo triste.
En contraste Francia es otra historia. Tienen mucho más trayecto respecto al cine, una industria veterana y una política de estado, de verdadera industria. Está Unifrance, que se dedica a promover el cine en el exterior, está el Instituto Francés, que promueve la cultura y los valores de la República Francesa en todo el mundo y, aunque cambien los gobiernos, no afecta al sistema, es independiente. La calidad y la inversión es alta, se nota mucho el apoyo.
EC: Parece algo evidente que la industria del cine tendría que tener mayor independencia en Argentina respecto a los cambios de gobierno.
NPB: Bueno, y eso que estamos hablando sólo de cine, porque también está pasando en materia de derechos sociales, que es mucho más grave. Ahora estamos hablando de cine, que la gente no se va a morir por tener más o menos películas, aunque sí afecte respecto a la identidad de un pueblo. Pero, respecto a materia social, están quitando pensiones a discapacitados, reducen inversión pública en sanidad y educación y se dedican a reducir impuestos a las compañías mineras y las rentas más altas. La transferencia de recursos que están haciendo en Argentina beneficia a los que más tienen y perjudica a los más desfavorecidos, eso es muy grave.
EC: Pero antes de Mauricio Macri estuvo Cristina Kirchner, cuyo gobierno no fue precisamente muy transparente.
NPB: A pesar de todas las críticas que se le pueda hacer. Bueno, en contraste con lo que se está viviendo hoy, seguro que hasta los que votaron a Macri están arrepintiéndose ahora. Además, Kirchner no ha sido condenada por nada, no se ha podido comprobar nada y eso que Macri tiene toda a toda la justicia de su lado y no han logrado encarcelarla. Eso sí, han llevado a la cárcel a gente sin haberla condenado, lo que me parece que el estado ha vulnerado algunos derechos. Pero bueno, no sé hasta qué punto es real lo de Kirchner, no han encontrado pruebas para meterla en prisión y los casos de corrupción en su gobierno no han sido tan graves como las situaciones que se están viviendo ahora con Macri, que tiene 260, está inundado de casos por corrupción y su fortuna se vio beneficiada de la época de la dictadura. En fin, el resumen es que la derecha neoliberal cree que la cultura no sirve, que no genera ni aporta beneficios.
EC: Y eso que el cine argentino es uno de los más importantes de Iberoamérica.
NPB: Va a empezar a serlo menos, ya han anunciado que en los presupuestos de 2018 y 2019 no habrá subsidios ni ayudas. Todas las películas argentinas que van a festivales y triunfan son de rango medio, serán las principales perjudicadas, ya que son las que más dependen del INCAA. Va a perderse diversidad en los proyectos.
EC: '120 pulsaciones por minutos' se cayó de las quinielas de los Oscar, ¿crees que los premios influyen demasiado a la hora de vender una película? ¿Te ves nominado al César?
NPB: Bueno, eso no depende de mí. Lo de los premios nunca se sabe, es una lotería. Especular sobre los premios es muy aburrido, no lleva a nada. Dejar de hablar de ellos sería algo saludable. No me parece bien poner en competencia a compañeros de profesión, creo que es algo obsoleto, también no me parece que una obra tenga que ser valorada sólo si tiene el beneplácito de los premios. Pero bueno, es la realidad, que una película vaya o no a los Oscar, por ejemplo, les da más vida en la cartelera.
EC: En abril se estrenará en España 'Nos vemos allá arriba', tu próxima película ¿cuál son tus siguientes proyectos? ¿Alguna colaboración con el cine español?
NPB: Por ahora no me han llegado propuestas para trabajar en España, lo último que hice aquí fue 'Todos están muertos', de Beatriz Sanchís. A ver si me proponen algo, sería muy interesante de hacer. Después, en Francia tengo varias propuestas pero no he concretado, de momento, ninguna. Queda por estrenar la película con Albert Dupontel, que también la protagonizo.
'120 pulsaciones por minutos', distribuida por Avalon Films, se estrenó en cines este 19 de enero en España.
12 actores europeos que deberías conocer
Pierre Niney
Con sólo 27 años, Pierre Niney se ha convertido en uno de los grandes referentes del cine francés actual. Sobresalió en el drama adolescente 'LOL (Laughing Out Loud)' de Lisa Azuelos. Tras participar en películas como 'Las nieves del Kilimanjaro' o 'Tímidos anónimos', fue nominado al César al mejor actor revelación por 'J'aime regarder les filles'. Ha sido miembro de la prestigiosa Comédie-Française.
En 2013 protagonizó su primer éxito de taquilla como protagonista, '20 años no importan'. Un año después ganaría el premio César al mejor actor por 'Yves Saint Laurent', con sólo 25 años, todo un hito para la categoría de interpretación masculina. Se le ha visto recientemente en éxitos como 'El hombre perfecto' o 'Altamira'. Pronto estrenará 'L'odyssée' y 'Frantz', la última película del reconocido realizador François Ozon. Ya hay quien le llama "el nuevo Louis Garrel".
Adèle Haenel
Adèle Haenel es una de las jóvenes actrices más reconocidas actualmente en Francia. A sus 27 años, la joven parisina tiene en su haber dos premios César, uno por 'Suzanne' y otro por 'Les Combattants'. No obstante, fue con sólo 18 años cuando saltó a la primera línea en el cine galo con 'Lirios de agua', que dirigió su pareja, la realizadora Céline Sciamma, y con la que fue nominada al César a la mejor actriz revelación, premio por el que volvió a ser nominada por 'Casa de tolerancia'.
También se trata de una de las pocas actrices en ser abiertamente lesbiana dentro del cine francés, todo un ejemplo para la comunidad LGTB, especialmente porque su carrera no ha dejado de ascender. Protagonizó 'L'homme qu'on aimait trop' con Guillaume Canet y Catherine Deneuve y 'La fille inconnue', la última película de los Hermanos Dardenne. Próximamente estrenará 'Huérfana', junto con Gemma Artenton, Adèle Exarchopoulos, Jalil Lespert y Sergi López, y 'Nocturama', dirigida por Bertrand Bonello.
Elio Germano
Una de las principales figuras del cine italiano, Elio Germano se alzó con el premio al mejor actor en el 63º Festival de Cannes, ex aequo con Javier Bardem, por 'La nostra vita'. Empezó muy joven con 'Il cielo in una stanza', con sólo 18 años. Tras estar en películas como 'Respiro' o 'Liberi', saltó a la palestra con 'Che ne sarà di noi', por la que fue nominado al David di Donatello al mejor actor de reparto. Después trabajaría con Dario Argento en '¿Te gusta Hitchcock?' y con las actrices María Valverde y Geraldine Chaplin en 'Melissa P.'
En 2007, con 'Mi hermano es hijo único', alcanzó la fama en toda Europa y ganó el David di Donatello al mejor actor. Tras ello llegarían películas como 'El fin es mi principio', 'Diaz: No limpiéis esta sangre' o 'Alaska'. Este año estrenó 'Suburra', que se convertirá en una serie de Netflix, la primera italiana. Además, tiene pendiente de estreno 'L'ami: François d'Assise et ses frères', junto con Jérémie Renier, Alba Rohrwacher y Yannick Renier.
Virginie Efira
Es considerada la reina de las comedias románticas en Francia. Esta actriz belga ha logrado tener varios éxitos en este género como 'La oportunidad de mi vida', '20 años no importan', 'Un hombre de altura' o la más reciente, 'Pastel de pera con lavanda'. En Francia acaba de estrenar un nuevo éxito, 'Victoria', junto con Vincent Lacoste y Melvil Poupaud.
Aunque no sólo se dedica a la comedia, recientemente se le pudo ver en el thriller 'Elle', la nueva obra maestra de Paul Verhoeven. En la cinta, Efira interpreta a Rebecca, una mujer muy religiosa, que está casada con Patrick (Laurent Lafitte) y que es vecina de Michèle (Isabelle Huppert).
Raphaël Personnaz
De cabello negro y penetrantes ojos azules, Raphaël Personnaz deslumbró al público y a la crítica con 'La princesa de Montpensier', dirigida por Bertrand Tavernier y por la que fue nominado al César al mejor actor revelación. Tras aparecer en películas como 'La oportunidad de mi vida', junto con Virginie Efira, o 'Fuerzas especiales', junto con Diane Kruger, Djimon Hounsou y Benoît Magimel, empieza a cobrar relevancia y protagoniza películas como 'Tres mundos', 'Darius' o 'Crónicas diplomáticas'.
Tras aparecer junto con Nathalie Baye en 'El caso SK1', participó junto con Romain Duris y Anaïs Demoustier en 'Una nueva amiga', dirigida por François Ozon. Su próximo proyecto es 'Dans les forêts de Sibérie'.
Émilie Dequenne
Esta actriz belga deslumbró en Cannes con sólo 18 años gracias a la magnífica 'Rosetta', la primera Palma de Oro de los Hermanos Dardenne y con la que Dequenne ganaría la Palma de Plata a la mejor actriz. Era también su película debut y con la que vendrían grandes éxitos de crítica y público. Con 'Rosetta' logró estar nominada al premio César a la mejor actriz revelación y se embarcaría un año después en un éxito de taquilla, 'El pacto de los lobos'.
Tras estar en varias películas reconocidas como 'El puente de San Luis Rey', 'La chica del tren', 'Möbius' o 'Perder la razón', en España se le pudo ver recientemente en la comedia dramática 'No es mi tipo'. Ha debutado en la televisión británica con la serie 'The Missing' y pronto estrenará en Francia 'Au revoir là-haut' y 'Chez nous'.
Reda Kateb
Se trata del actor secundario por excelencia, sus interpretaciones en 'Un profeta' o 'Lejos de los hombres' han sido muy reconocidas. También ha participado en otras películas como 'Mientras uno aguante los otros seguirán' o 'Tres mundos'. Ha hecho algún que otro trabajo en Hollywood como 'La noche más oscura', de Kathryn Bigelow, o 'Lost River', la ópera prima de Ryan Gosling.
En 2014 logró el César al mejor actor de reparto por 'Hipócrates', otras actuaciones relevantes suyas han sido en 'Guillaume y los chicos, ¡a la mesa!' o 'Gare du Nord'. Este año ha estrenado 'Los caballeros blancos', junto con Vincent Lindon y Louise Bourgoin, y 'La résistance de l'air', que protagonizó junto con Ludivine Sagnier.
Tahar Rahim
En 2009 este actor francés de origen argelino logró todo un hito en la historia del cine francés: Lograr el premio César al mejor actor y al mejor actor revelación por 'Un profeta'. Su magistral actuación como Malik, el joven de origen árabe que acaba convirtiéndose en el maestro de la cárcel gracias a Niels Arestrup, provocó que la Academia Francesa tuviese que modificar las reglas para evitar que ocurriese de nuevo.
Tras 'Un profeta' han venido varios proyectos de lo más diversos, 'Love and Bruises' o 'La legión del águila'. Ha trabajado con directores como Jean-Jacques Annaud, en 'Oro negro'; Joachim Lafosse, en 'Perder la razón'; o Asghar Farhadi, en 'El pasado', y en todas ha logrado cautivar el corazón tanto del público como de la crítica. Sus últimos proyectos han sido 'Samba', de los directores de 'Intocable', 'El padre', dirigida por el realizador alemán de origen turco Fatih Akin, o 'Los anarquistas', en la que estaban también Adèle Exarchopoulos y Cédric Kahn. Su nuevo reto es 'Mary Magdalene', una película británica en la que estará junto con Chiwetel Ejiofor, Joaquin Phoenix y Rooney Mara.
Ludivine Sagnier
Es la "chica Ozon" por excelencia, fue en el 2000 cuando saltó a la palestra con la polémica 'Gotas de agua sobre piedras calientes', dirigida por el enfant terrible François Ozon y basada en la obra de teatro homónima de Rainer Werner Fassbinder. Tras ella volvería a rodar con Ozon otro de sus grandes éxitos, '8 mujeres'. Su última película con el director parisino fue también una de sus interpretaciones más celebradas hasta el momento, 'Swimming Pool', en la que comparte protagonismo con la gran Charlotte Rampling, y por la que fue nominada al César a la mejor actriz de reparto.
Volvió a ser nominada al César a la mejor actriz de reparto por 'Un secreto', ha estado en películas como 'Peter Pan, la gran aventura', 'Las aventuras amorosas del joven Molière', 'Les chansons d'amour', 'Una chica cortada en dos' o 'El amor está en el aire'. Sus últimos proyectos han sido 'La résistance de l'air', junto con Reda Kateb, y 'The Young Pope', la miniserie que ha dirigido el cineasta italiano Paolo Sorrentino y en la que comparte protagonismo con Jude Law, Diane Keaton, Cécile de France y Javier Cámara.
Pilou Asbæk
Este actor danés se dio a conocer en su país con la película 'R', un drama carcelario por el que ganó el premio Bodil al mejor actor. Tras estar en 'Una familia', compartió cartel con Sidse Babett Knudsen en la serie 'Borgen', después protagonizaría 'Secuestro' y 'Corazón silencioso'. Además, ha participado en filmes como 'Profanación (Los casos del Departamento Q)' o 'Lucy'. En 2015 protagonizó 'Krigen', que fue nominada al Oscar a la mejor película extranjera.
Sin embargo, será ahora que ha dado el salto a Hollywood cuando el público lo reconozca. Ha estado en la sexta temporada de 'Juego de Tronos' interpretando a Euron Greyjoy, también se le ha podido ver en el remake de 'Ben-Hur' y próximamente estará en la versión estadounidense de 'Ghost in the Shell'.
Paula Beer
Esta jovencísima actriz alemana deslumbró al jurado del Festival de Venecia al llevarse un premio a la mejor actriz revelación por 'Frantz', la nueva película dirigida por François Ozon. Sin embargo, antes ya había trabajado en reconocidas películas de habla alemana como 'El valle oscuro', 'Luis II' o '4 reyes'. Además, ha trabajado con Volker Schlöndorff en la película 'Diplomacia'.
Próximamente estará en 'Werk Ohne Autor' y en el telefilme 'Geraubte Wahrheit'. Su interpretación en 'Frantz' ha logrado hacerle sombra al mismísimo Pierre Niney y por la pasión y la fragilidad que trasmite ya es comparada con la mítica Romy Schneider.
Jérémie Renier
Jérémie Renier fue descubierto por los Hermanos Dardenne. Este actor es uno de los más reconocidos en Bélgica, junto con Benoît Poelvoorde y François Damiens, ha logrado triunfar en el cine francés. Con los Dardenne tuvo su primer gran papel, 'La promesa', que seguiría otro con François Ozon, 'Amantes criminales'. Después lograría estar en el éxito de taquilla 'El pacto de los lobos'.
Tras protagonizar la segunda Palma de Oro de los Dardenne, 'El niño', volvería a trabajar con los directores belgas en 'El silencio de Lorna', 'El niño de la bicicleta' y 'La fille inconnue'. También volvió a colaborar con François Ozon en 'Potiche: Mujeres al poder' y en 'Amant double', el próximo proyecto que prepara Ozon y en el que estará también Marine Vacth. Ha trabajado con Joachim Lafosse en 'Propiedad privada', con Pablo Trapero en 'Elefante blanco', con Joe Wright en 'Expiación: Más allá de la pasión' y con Olivier Assayas en 'Las horas del verano'. También ha participado en biopics como 'Cloclo', por el que fue nominado al César al mejor actor, y 'Saint Laurent', junto con Gaspard Ulliel y Louis Garrel. Su próximo proyecto es 'L'Ami: François d'Assise et ses frères'.