Érase una vez un niño de madera que podía hablar. Un niño de madera que, pese a estar vivo, quería ser real. En 1940, Disney encandiló al mundo adaptando el clásico cuento italiano de 'Pinocho'. La cinta es una de sus obras más legendarias, y generación tras generación los niños del mundo la han visto, disfrutado, y aprendido que, si mientes, te crece la nariz. Ahora, en el afán de realizar remakes de todos su Clásicos animados, la Casa del Ratón otorga vida a la película. Con Robert Zemeckis a los mandos y Tom Hanks como Gepetto, el filme ya puede verse en Disney+.
Como le pasa a la mayoría de estas readaptaciones, el live-action de 'Pinocho' no consigue acercarse a la magia de la original. Pero lo que tampoco puede ponerse en duda es que todos sus integrantes han dado el máximo para, al menos, hacer que la película se sostenga. Hay en el equipo muchas más leyendas al margen de los mencionados Zemeckis y Hanks. Peor también hay un joven que está por delante de todos ellos. Benjamin Evan Ainsworth, de tan solo 13 años, tiene la misión de darle voz al protagonista de la fábula.
Acercarse al Clásico
"Fue un reto encontrar la voz porque es muy icónica y tienes que parecerte a ella", cuenta Evan Ainsworth en una entrevista con eCartelera, "Dickie Jones es Pinocho. Así que fue difícil dominar eso". El pequeño se sumergió en la ardua tarea con las ideas muy claras y con un proceso de repetición y mímica constante. "Estuve viendo mucho la película original e intentando poner mi energía en ella. Llevó un tiempo pero al final conseguí lo que quería", asegura encantado. Además, también insiste una y otra vez en que trabajar con Zemeckis fue muy sencillo y se entendieron a la perfección: "Colaboramos mucho en el tema de la voz. Me dio instrucciones como 'sí, Ben, ve por ahí, trabaja en la nivelación...' hasta llegar a donde él quería". Tanto le gustó que actualmente no sabe si prefiere actuar delante de las cámaras o como actor de doblaje. "No se si podría elegir una de las dos. Ambas tienen sus cosas buenas", anticipa. Y tiene muy claro lo que hay que sacar de una película así: "La enseñanza que se da a las generaciones de ahora es que el mundo es un lugar genial, y que debes ser bueno y honesto mientras lo exploras".
Ponerle voz a un personaje tan reconocible como el Pinocho de Disney puede ser un peso muy duro, pero el actor lo llevó sorprendentemente bien. "Me sentía sobre todo honrado por estar en esta posición. Me llevó mucho tiempo hacerlo bien, lo necesitas con un personaje tan icónico. Pero llevé la presión bien. En el set me lo pasé muy bien, fue muy divertido", desvela encantado. No fue el único que se sintió así. Los compositores de la banda sonora de la cinta son Glen Ballard y el ilustre Alan Silvestri ('Regreso al futuro', 'Forrest Gump', 'Náufrago', 'Los Vengadores'...). Y para ambos trabajar con un director de la talla de Zemeckis fue un alivio.
"Teníamos que honrar algo que todo el mundo conoce y ama. Un Clásico de Disney icónico. Pero es el tipo de presión buena porque teníamos a un gran director que sabe cómo hacerlo. Y junto a Alan Silvestri hacen todas sus películas juntos", desvela Ballard. Por su parte, Silvestri va más allá y agradece la labor de su director y amigo: "Robert Zemeckis siempre va por delante, como hace un buen líder. La presión en él para reinventar 'Pinocho' tuvo que ser enorme. Glen y yo le mirábamos y decíamos 'Lo está llevando bien, así que vamos a seguirle y estaremos bien'. Y así es como lo hicimos. Bob lleva la mayoría de la presión por sí mismo". Finalmente, Ballard matiza que "como decía Alan, la presión estaba fuera de nosotros porque Robert tenía una visión. Nosotros solo teníamos que ayudarle a alcanzarla. Y hemos triunfado en eso".
Actualizar el cuento
Una de las claves que se buscaron en la película fue la de encontrar, a través del respeto por la obra clásica, elementos que pudieran modificarse y conectar con el mundo actual. Chistes sobre influencers, bromas sobre el nombre de Chris Pine... Y también nuevas canciones en la mítica banda sonora. "Lo primero que busqué fue algo fresco, que saliera del corazón. Utilizamos algunas de las canciones clásicas de Disney que todos conocemos. Pero Robert Zemeckis quería traer a Pinocho a la vida hoy, una aproximación actual. Ese fue el espíritu en el que se hizo todo. La escritura de la música, de las canciones junto a Glen Ballard. Queríamos que fuese una experiencia lo más fresca posible", explica Silvestri.
Su compañero agrega una idea similar, declarando que "Robert Zemeckis ha hecho una película para estos tiempos, así que obviamente el acompañamiento tenía que ser música y canciones que tuvieran sentido". De hecho, Ballard se atreve incluso a pronosticar cómo será recordada la cinta: "No quiero decir que es mejor que la original pero es una gran compañía".
Posteriormente, Silvestri insiste en la necesidad de encontrar un tono actualizado en todas las partes integrantes de 'Pinocho'. "No solo es cuestionar estilos, usar esto o lo otro. La música es diferente en las películas de ahora a como era en 1940. Cuando decides empezar una pieza, y lo que hace, dónde acaba, es muy diferente ahora. Es natural. No puedes coger la versión de Robert Zemeckis de 'Pinocho' y grabar la banda sonora como en la cinta original porque la música no serviría en una película moderna. No es tan difícil como parece porque nuestras sensibilidades son muy distintas ahora con la música y el cine", reflexiona el compositor.
La ilusión de un niño
Evan Ainsworth tuvo tiempo de contar brevemente cómo fue su trabajo en la película. un proceso que disfrutó más que nadie al verse rodeado de nombres tan aclamados en todos los ámbitos. "Primero grabé solo mi voz. Pero luego también pude ir al set y verle rodar desde detrás de las cámaras", expone, "fue increíble. Hay tanta gente espectacular en este reparto. Y trabajar con Robert fue genial. Aprendí mucho sobre cómo funciona el CGI, los efectos especiales y visuales". La posibilidad de ir a descubrir las entrañas de la cinta fue para él "lo más divertido. Estar ahí y ver a todo el mundo actuar mientras estaba detrás de las cámaras, porque mi personaje es CGI. Genial".
Pero si de alguien se lleva un gran recuerdo es de Tom Hanks. Pese a no rodar escenas juntos, sí mantuvieron una muy buena relación que les ayudó a entrar en el ambiente de la película. "Tom Hanks, qué leyenda. Fue increíble trabajar con él, es muy simpático. Me dio el apodo de 'Benocho', que es muy mono", desvela entre risas. "Hubo un momento en el que Tom Hanks estaba en una barca de mentira, rodeado de agua y con una pantalla verde alrededor, y vi cómo su imaginación lo hacía real. Estaba muy comprometido, como si estuviese en el mar. Y era muy divertido ver cómo esa barca falsa se balanceaba, el agua le salpicaba en la cara... Yo estaba como 'oh Dios mío, esto es real'", concluye.
Encontrar la magia de la música
Tal y como comentaban, para Silvestri y Ballard las canciones deben salir, sobre todo, desde dentro. Si no les convence algo, seguramente es que esté mal. "Lo que he descubierto con los años es que si, por ejemplo, el director quiere que el público llore en una escena, si yo no lloro mientras la escribo, no he encontrado la respuesta. Cuando encuentro las notas, estoy solo en una habitación llorando. Puedes llamarlo momento de Eureka. Más o menos sé que emocionalmente funciona", indica Silvestri.
El compositor continúa lanzando un piropo a su compañero: "cuando trabajo con el gran Glen Ballard también lo sé porque puedes verlo en su cara, ves cuándo encuentra la respuesta o respuestas. Nuestras mentes y cuerpos son los parámetros para saber si funciona. Tiene que funcionar para nosotros para que le funcione al resto". Ballard se suma sencillamente comentando que "hasta que una banda, orquesta, cantante o lo que sea la interpreta, no lo sabes, todo es especulación".
Como en cualquier trabajo creativo, los nervios y la incertidumbre siempre sobrevuelan las cabezas, por muy condecorado que haya sido todo el trabajo anterior. "No lo llamaría bloqueo creativo. Lo llamaría auténtico terror, pánico. Y siempre pasa", reconoce Silvestri, "lo único que funciona es decirte 'lo has hecho cientos de veces antes. y siempre viene ese terror y ese pánico. Tienes que sentarte y empezar a poner notas en un papel. Lo siguiente que descubres es que el pánico y el terror han desaparecido y la música es la que guía. Pero siempre me siento intimidado y preocupado por no encontrar nunca más una buena nota. Es la naturaleza del proceso".
Un equipo a la altura
Por último, los compositores quisieron dejar claro que su trabajo es mucho más fácil si al otro lado tienen a intérpretes tan brutales a su disposición. "Luke Evans y Cynthia Erivo son dos cantantes sensacionales. El único inconveniente que tuvimos fue el COVID. Su talento, lo que traían cada día al set, era trascendental", dice Ballard. Silvestri primero quiere hablar de Hanks, al que define como una fuerza imparable: "Cuando tienes a alguien como Tom Hanks, sabes que, más allá de cantar, vas a tener una actuación increíble que va a ser orgánica a la escena y la película. Fue interesante cuando, en una canción, él estaba conmigo y me di cuenta de que no puedes retener a alguien como Mr. Hanks para seguir el flow de una pieza musical. Tienes que dejarle cogerla, interpretarla y actuar. Es magnífico lo que hizo en esa pieza y en cualquiera en general. Las hace suya y actúa de manera excepcional".
Pero más que con Ballard o Hanks, con quien Silvestri guarda una profunda relación es con el director. Han trabajado juntos en incontables ocasiones y son una de las mejores y más prolíficas duplas de la historia del cine. El neoyorkino se deshace en elogios ante Zemeckis de la siguiente manera: "La mejor analogía que encuentro en nuestra relación es un matrimonio. Tienen que haber cosas emocionantes en la relación, y tienen que haber también cosas en común en lo referido a cómo se cuenta una historia y a cómo uno siente las necesidades de la historia. Robert Zemeckis es un narrador magistral. Tuvimos nuestra primera cita en 'Tras el corazón verde' (1984) y fue bien. Así que hubo otra, y después otra, y otra más. Y ya llevamos 22 o 23. Es magnífico porque la confianza ahora, como en cualquier relación duradera, es sensacional. Y es una alegría tener la oportunidad de estar juntos en ese sentido".
