Tras revisitar la historia que le impulsó a primera línea internacional con 'Gloria Bell', el chileno Sebastián Lelio se adentra en la Irlanda de 1862 para narrar 'El prodigio', estrenada en cines seleccionados el pasado 4 de noviembre y en Netflix el 16 del mismo mes. Adapta la novela homónima de Emma Donoghue, quien participa en el guion de esta versión cinematográfica, un relato de cómo una mujer, de profesión enfermera, debe enfrentase al fanatismo religioso de una comunidad de un pequeño pueblo, para salvar a una niña quien cree que es la elegida de un milagro. "Tiene que ver con la necesidad del control del cuerpo femenino por parte del mandato de la congregación, que siempre es sinónimo del mandato del varón", señala el cineasta, ganador del Oscar por 'Una mujer fantástica'.
1862, trece años después de la gran hambruna irlandesa. Una devota comunidad de las Midlands de Irlanda convoca a la enfermera inglesa Elizabeth Wright (Florence Pugh) para que observe durante 15 días a uno de sus miembros, Anna O'Donnell (Kíla Lord Cassidy), una niña de 11 años que asegura que lleva cuatro meses sin comer y que ha sobrevivido de forma milagrosa a base de "maná del cielo". Mientras la salud de Anna se va deteriorando a pasos agigantados, Wright decide averiguar la verdad y cuestionar la fe de una comunidad que preferiría seguir creyendo en el milagro.
Un proyecto que supone un gran desafío para Lelio, pues se trata de su primera producción de época. "Leí la novela de Emma Donoghue en 2017, me la recomendó Ed Guiney, quien produjo también 'Disobedience' y quien estuvo detrás de 'La habitación'. Fue Tessa Ross, la productora inglesa, quien pensó en que yo podía ser la persona ideal para dirigir esta historia en la gran pantalla. La verdad me sorprendió la propuesta, pues me pareció un poco alejada de lo que yo andaba buscando. También ser un film de época me provocaba un conflicto, porque veía complicado hacer época. Pero me pareció un reto muy desafiante. Además, tras leer la novela, conecté totalmente con el viaje de Elizabeth", explica Lelio en una entrevista concedida a eCartelera en Madrid.
La mujer como voz de la ciencia y el saber
Para Lelio, 'El prodigio' retrata un choque de sistemas, así como, de manera más profunda, el vínculo que surge entre la enfermera protagonista y la supuesta niña santa. "Ella ve a esta niña que no come, a la que muchos ven como un prodigio, un milagro y ella debe enfrentarse desde la razón en una comunidad que cree en el pensamiento mágico o a un deseo de que exista un milagro en la región, quizás por la hambruna que vivió Irlanda a mediados del siglo XIX. Me pareció que ese choque de sistema de creencias, la ciencia y la religión, era fascinante de explorar y era muy actual. Pero emocionalmente también la conexión entre la enfermera y la niña, el vínculo que se va formando, hasta el punto de tener que salvarse la una a la otra de las fauces de esa comunidad. Me pareció un relato digno de ser narrado en el cine", expone.
Precisamente, la historia de 'El prodigio' retrata a un pueblo, representando por un comité, que busca que la pequeña Anna sea una niña santa y que haya peregrinaciones sobre el milagro, similares a las que existen en Lourdes o Fátima. Así pues, recuerda al de otros casos sobre niñas santas sucedidos en países de tradición católica. "La pregunta es por qué casi siempre una niña, por qué casi siempre un cuerpo femenino, que las fuerzas sociales sobrecargan de sentido. ¿Por qué casi siempre una mujer? Las niñas santas, las niñas ayunadoras, en este caso, es curioso eso. Creo que tiene que ver con la necesidad del control del cuerpo femenino por parte del mandato de la comunidad, que siempre es sinónimo del mandato del hombre", comparte el cineasta, quien también señala que se trata de un "dilema entre la historia heredada y la historia escogida".
En este relato, quien se convirtió en la voz de la razón es una mujer, lo que rompe con el esquema típico en el que el varón se convierte en la figura científica y de sabiduría. Es una enfermera, quien sirvió en la Guerra de Crimea y que ha visto el lado más terrible de la humanidad, quien se enfrenta a esta situación. "¿Por qué los grandes temas, como la ciencia, tienen que ser narrados por protagonistas varones? Es interesante y lo que me encanta de Donoghue y de su aproximación en esta historia en 'El prodigio'; que en este dilema ético, moral e intelectual, está una mujer y es ella la que se enfrenta a esto y encuentra soluciones en una historia que aborda temas que tienen una cierta escala", aborda Lelio.
El fanatismo visto también desde la actualidad
Para el director, a pesar de ser una historia ambientada en la Irlanda del siglo XIX, aborda temas que están de actualidad. "La ciencia es también es una lectura de la realidad. En cierta manera, viene de un sistema de creencias, pero está en flujo, cambiando, está en su gloria cuando es corregido. Por lo tanto, entiende que la verdad es algo cambiante, que va evolucionando conforme se va conociendo más. Por lo tanto, esa elasticidad intelectual, chocando con la rigidez de los fanáticos es lo que me parece que hace de la película un artefacto actual. Hoy estamos viviendo ese tipo de tensión, de esa guerra narrativa como aldea global", argumenta Lelio, quien ve reflejado estas situaciones en el presente con el aborto en Estados Unidos o el velo en Irán.
"Es una lucha constante, con un pestañeo, se perdieron 50 años de luchas sociales en Estados Unidos, con lo que ha sucedido con las mujeres y el aborto o lo que está sucediendo en Irán. Son acciones fundadas a base de creencias y estas son poderosas y peligrosas. Tienen el poder de crear mejores sociedades cuando son inteligentes y, de alguna forma, tienen belleza; pero también tienen el poder de destruir vidas, comunidades y sociedades enteran cuando son ciegas y se pervierten, cuando se convierten en instrumentos de poder", comparte.
En este esquema, para Lelio fue esencial contar con Donoghue como autora de la novela original. "Los guiones surgen de procesos de investigación y escucha del otro, pasa por ahí. En el caso de 'El prodigio', fue muy importante escribir el libreto con dos talentos femeninos y que uno de ellos fuese Donoghue, quien fue la autora de la novela original, quien hizo sus investigaciones y fue la que descubrió estos fenómenos sobre las niñas santas en Irlanda. Pero sí, espero el genuino interés en lo que se está contando creo que ha sido mi manera de darme permiso para arriesgarme a contarme historias que, dado el momento político que se está viviendo, sería más cómodo no contarlas", señala el cineasta.
Realizar una película sobre una realidad ajena es "un acto de responsabilidad"
Precisamente, Lelio cuenta en su filmografía con varios relatos protagonizados por mujeres, como el caso de las mencionadas 'Gloria', 'Una mujer fantástica' y 'Disobedience'. Para el realizador, se ha tratado de realizar historias por las que sintió la necesidad de plasmarlas en la gran pantalla. "[En el caso de 'Gloria'] Fue un acto de intuición y de emoción, sobre todo, la de seguir ese personaje que suele ser el personaje secundario en otro tipo de producciones, al ser la esposa o la madre de alguien que es el protagonista, pero ella no. No, aquí la cámara se queda con ella y es ella la protagonista, con una historia que merece serlo, con la que poder ver sus luces y sus sombras. Ese gesto, a mí, me emocionaba. Me emocionaba la idea de hacerlo, de mostrarlo en la plaza pública", expone Lelio, quien comparte que él, simplemente, realiza "ese viaje con ellas, acompañarlas en sus historias y no mirarlas desde afuera o hacia arriba". "Supongo que porque yo no soy ellas y hay algo que eso me interesaba, aquello que no soy", agrega.
De ahí, que Lelio considere que realizar un proyecto sobre una realidad ajena sea "un acto de responsabilidad". "Por ejemplo, en el caso de 'El prodigio', yo no soy irlandés, tampoco soy enfermera y no he vivido en el siglo XIX. Si llevamos el extremo el mandato moral contemporáneo de puede filmar aquel que pertenece a la comunidad que está siendo observada, las películas de época deberían desaparecer, porque nadie que no haya vivido en el siglo XIX tendría derecho a filmar o a decir nada sobre ese siglo, es absurdo. Depende de cómo se mire y de quién mire", manifiesta.
"Realmente, el tema es que toca hacerse responsable de lo que se cuenta y de estar dispuesto a ser criticado en la plaza pública si se yerra, pero si se ilumina que se está observando, lo esencial es la película, no la procedencia de quien lo narra. Eso sí, lo que hay que defender es la existencia de mayor multiplicidad de voces que hablen, que haya la mayor cantidad de mujeres que narren lo que ellas deseen contar, así como también en lo referente a las minorías. Que haya más voces y que, por supuesto, haya más libertad", continúa. De ahí, que tenga predilección por narrar lo ajeno. "Si yo hablara solo de mí, sería todo muy aburrido. Quiero descubrir aquello que no conozco, otras realidades y también conocer otras dimensiones sobre mi propio carácter y quiero que el público también pueda acceder a ello y descubrir algo para sí mismo en el camino", añade.
"Tengo muchas ganas de volver a rodar en español"
Uno de los factores más importantes a la hora de levantar el proyecto fue contar con Florence Pugh como actriz protagonista. "Fue ella quien nos eligió a nosotros. Le enviamos el guion, ella lo leyó y conectó con la historia. Aceptó muy rápido, al menos para los tiempos del cine, y yo estaba muy feliz de saber que ella iba a ser Elizabeth Wright. La admiro desde que la vi en 'Lady Macbeth'. Es una actriz que tiene una integridad genuina y eso se traspasa a los personajes y la cámara lo logra leer. Ella es el prodigio", confiesa.
Lelio tiene muchas ganas de volver a rodar en español, tras una temporada enfocado en proyectos internacionales y rodados en inglés. "Me muero de ganas de volver a rodar en español. Será más pronto que tarde, porque estoy preparando dos películas y una de ellas está pensada para rodar en Chile y en español. Siento que tengo que hacerlo. Lo ideal, para mí, es ir y volver, pero he estado en esta etapa de experiencia en esta liga y de ver si era capaz. Pero ese proyecto, que lo llevo trabajando años, tengo bien claro que será en mi país natal", concluye.
Sebastián Lelio dirige 'El prodigio', además de firmar el guion junto con Emma Donoghue y Alice Birch. Florence Pugh lidera el reparto del film, en el que también participan Kíla Lord Cassidy, Tom Burke, Niamh Algar, Elaine Cassidy, Caolán Byrne, Toby Jones, Ciarán Hinds, Dermot Crowley, Brían F. O'Byrne, David Wilmot, Ruth Bradley y Josie Walker. Con música de Matthew Herbert. Producida por Ed Guiney, Tessa Ross, Andrew Lowe y Juliette Howell. Una producción de Element Pictures, Fís Éireann / Screen Ireland y House Productions. Disponible en salas de cine seleccionadas desde el 4 de noviembre de la mano de Tripictures y en Netflix desde este 16 de noviembre.