Premiada con el galardón al mejor largometraje argentino en el BAFICI (Festival de Buenos Aires) y alabada en la 64ª edición de la Seminci de Valladolid, llegaba al Lesgaicinemad de Madrid 'Fin de siglo', una de las películas de temática LGBT más aplaudidas del cine iberoamericano de este 2019. Un proyecto pequeño rodado en Barcelona que es el reflejo de una generación y su cambio con la llegada de la madurez.
"Las cosas eran completamente diferentes hace 20 años, lo que pasa es que apenas nos damos cuenta porque las estamos viviendo. En realidad todo ha cambiado muchísimo, tanto para bien como para mal", comenta el actor catalán Ramón Pujol, uno de los protagonistas de la cinta. Ambientado en 1999, el filme juega con varias líneas temporales. "En el instituto antes no había gente abiertamente LGBT, ahora sí", destaca Pujol en una entrevista para eCartelera durante la presentación del filme en Madrid.
Precisamente, 'Fin de siglo' muestra ese cambio de parecer de una época en la que los varones descubrían (o aceptaban) tardíamente su sexualidad. "En Valladolid me preguntaron por qué los protagonistas 'son heteros' al inicio y acaban 'convertido en gais'. Hace 20 años, tener las ideas claras no era tan sencillo y ahora no es que tampoco lo sea precisamente. Esto forma parte del despertar de anteriores generaciones, que fue más tarde de lo que es ahora", explica el intérprete.
El cambio generacional de la identidad gay
Su personaje, Javi, es el que cambia drásticamente, al pasar de ser un chico veinteañero con novia a, dos décadas después, ser un hombre adulto abiertamente gay y que ha formado una familia homoparental con otro varón. "Antes tenías tu novia, te casabas, tenías hijos, aunque a finales de los 90 las cosas habían evolucionado, aún esa imposición existía, era más sutil pero estaba ahí", detalla el actor.
En estas dos décadas el cine en clave LGBTI también ha evolucionado. "Es una temática o realidad que ha entrado en el mainstream. No sé si hace 20 años hubiera podido haber una película como 'Call Me by Your Name' la hubiese visto todo el mundo, quizás hubiera sido exclusiva del cine de autor y reducida a un público nicho, no como ahora, que todo el mundo ha alucinado con ella", comenta.
Aun así, la representación del colectivo, así como también la etiqueta LGBTI, provoca sentimientos encontrados en el actor, al ser por un lado necesario, pero por otro, acota las películas a su temática. "Lo ideal sería que no hubiese esa etiqueta, que la representación LGBTI sea un elemento más y se vea solamente como cine, que es lo que es. Pero, de momento, aún seguimos necesitando representación, que se nos visualice, que haya referentes e historias", destaca el actor.
"El cine con representación LGBTI va expandiéndose, cada vez es más habitual encontrarlo en festivales más allá de los circuitos temáticos, como en Berlín, Cannes o San Sebastián. Pero no hay que bajar la guardia, tenemos que seguir trabajando", apunta el intérprete.
Diferentes tipos de personajes gais
Aunque haya que verse más allá de la etiqueta, algo que es verdad que en su carrera, Ramón Pujol ha interpretado a diferentes varones homosexuales, cada uno con una historia y pasado distinto, pero, por supuesto, representación la realidad LGBTI, como el caso de Ernesto en 'Doctor Mateo', de Miguel Ayala en 'Ciega a citas' o en el teatro con 'Smiley'.
"Cuando hablamos de la carrera de un actor, nunca decimos que ha hecho muchos papeles de hetero. Nos fijamos solo cuando ha hecho muchos personajes gais. Es verdad que, en ficción, durante un tiempo, la descripción de los papeles homosexuales o transexuales giraba en torno a su orientación o identidad sexual, cuando es un factor más. Hay tantos tipos de gais o lesbianas como de personas", apunta.
"Nunca le he dado mucha importancia a que haya interpretado varios papeles de hombres homosexuales. Supongo que tendrás que ver con el hecho de que yo sea abiertamente gay y nunca me haya ocultado, quizás eso influya, porque pueden ver que podría entender mejor a mi personaje, al haber vivido experiencias que puedan ser similares. Pero en mi carrera, he interpretado mucho más a personajes heterosexuales que a homosexuales", manifiesta.
También ese cambio generacional de dos décadas, las relaciones personales han cambiado radicalmente, con la aparición de las redes sociales y las aplicaciones para encontrar pareja o una aventura. "Han influido no solo en nuestras relaciones, sobre todo han cambiado nuestras vidas. El cambio se dio con la aparición de Internet. Yo con 15 años no sabía dónde buscar muchas cosas y ahora un chaval de esa edad o de menos, abre un ordenador y tiene una ventana al mundo. Es igual de poderoso que de peligroso", comenta el actor de 38 años.
Una producción completamente argentina
Aunque rodada en la ciudad condal, 'Fin de siglo' es una película completamente argentina, al no tener cofinanciación española. "La producción fue completamente privada y enteramente argentina. El proyecto cogió más impulso cuando conseguimos distribuidora en Estados Unidos y en Francia. Fueron ambas empresas las que convencieron a Filmin de distribuir y estrenar la película en salas españolas", remarca el artista.
'Fin de siglo' es una producción de bajo presupuesto, un proyecto muy íntimo y personal que dirige Lucio Castro. "La forma en la que entré es bastante curiosa. Lucio quería rodar la película en Barcelona, eso lo tenía claro. Por eso habló con una directora de casting para encontrar a un actor barcelonés. Al mismo tiempo, contactó con Juan Barberini. A través de conocidos en común, ambos le dieron a la vez mi nombre, algo que nunca me había pasado. Lucio y yo tomamos un café en Barcelona, ya había leído el guion, y acepté. Creo que lo que buscaba era a actores que tuviesen química", revela.
La química sexual de los protagonista
Precisamente es la química uno de los puntos más valorados de 'Fin de siglo', que incluye escenas sexuales explícitas, en las que el público llega a sentirse voyeur. "Conocí a Juan solo dos días antes de comenzar a rodar, apenas tuvimos tiempo para ensayar. Toda la química y compenetración fue espontánea, fluyo a lo largo del rodaje. También destaco que éramos apenas siete personas en el set, era un proyecto muy pequeñito, lo que nos permitió introducir ideas y trabajar sobre la marcha, algo inusual en mi profesión", confiesa.
Sobre esa sensación de ser testigo de la intimidad de una pareja, Pujol considera que "el cine es un poco voyeur". "Sentir que has entrado en un lugar al que no puedes acceder, en este caso la vida privada de estos dos hombres", argumenta. Una sensación difícil de transmitr. "Es complicado no ver las cámaras, los planos y parecer que estás viendo todo por el agujero del pomo de una puerta", comparte.
Tras su paso por Buenos Aires, Valladolid y Madrid, 'Fin de siglo' tiene fecha para su estreno en salas comerciales españolas. Será el 13 de diciembre cuando la ópera prima de Lucio Castro llegue a los cines, de la mano de Filmin.
