Con permiso de Bárbara Lennie contra su supuesto estado mental, este es el otro gran cara a cara de 'Los renglones torcidos de dios'. Eduard Fernández y Loreto Mauleón son el director de un Hospital Psiquiátrico y una joven enfermera. La noche y el día en todos los sentidos: la dureza y la empatía con los enfermos, el ganador de tres Premios Goya y una joven actriz lanzada por una reciente serie de HBO. Lo que ahora ambos tienen en común, aparte de su trabajazo en la película, es debutar a las órdenes de un director caracterizado por las tramas e interpretaciones intensas. En esta entrevista en exclusiva con eCartelera, los dos co-protagonistas de la cuarta película de Oriol Paulo nos cuentan cómo han adaptado a unos personajes ya presentes en el imaginario de muchísimos lectores.
Eduard Fernández se mantiene inmutable entre la dureza y la razón durante los 154 minutos de rodaje como el polémico e intrigante Samuel Álvar. Aunque el director del centro sea uno de los principales pilares del despiste de la intriga, su intérprete no lo ve con tantas sombras. "Comprendo que os confundáis, pero era muy claro el personaje para mí. Es verdad que de repente ves que es malo, que lleva razón... pero ese es el mecanismo de la película". Ese mecanismo es el clásico del director que ya nos hizo dudar hasta de nuestra sombra con su debut, 'El cuerpo': el misterio no está tanto en la interpretación de los personajes sino en cómo los usa y ordena temporalmente. Aunque a los espectadores nos sorprenda, al reparto apenas le llega. "El juego de artificio que pueda tener la película de ir para delante o para atrás, como actor, no te pilla tanto. Tú haces tu papel y luego él lo monta".
Además del montaje y la dirección, el otro artificio de Paulo es el guion. En este caso, se ha rodeado de su habitual colaboradora Lara Sendim y Guillem Clua para adaptar el libro homónimo del periodista Torcuato Luca de Tena, tan conocido desde 1979. Aunque tenga menos de 35 años, para Loreto Mauleón esta no es la primera adaptación de una exitosa pero difícil novela con muchísimas expectativas. De su anterior trabajo para HBO, la actriz aprendió a "no tener expectativas. No puedes entrar en la cabeza de la gente. Cada uno tenemos nuestro mundo cuando leemos algo. Cuando hice 'Patria', sí que había leído la novela antes y ya tenía mi propio mundo". Desde luego que habrá muchas cosas de su idealista Montserrat Castell que se habrán quedado en la novela, pero todas ellas las ha tenido en cuenta. "Hay cosas que, aunque el espectador no las vea, te sirven para ponerle más capas al personaje y para entenderle mejor". Gracias a este trabajo, la protagonista de 'La quietud en la tormenta' cree que la película "es bastante fiel a la esencia del libro aunque haya cambiado".
Nada de improvisar la locura
Si el personaje de Eduard ya es calculador, cuánto más lo fue su director en el rodaje. El protagonista de 'El hombre de las mil caras' avisa que, por muy desquiciada y fluida que se vea la locura en la película, no se dejó improvisar "para nada, era todo muy preciso. Todo está muy medido". De hecho, a Loreto lo que más le sorprendió de Oriol Paulo fue "la cantidad de planos que podía rodar en un día, y luego los usaba todos". Tal ha sido el nivel de detalle en esta gran producción de Warner y Atresmedia que ese último plano no es la única sorpresa de la película: todos los escenarios están fragmentados y rodados en diferentes lugares. "Las partes interiores del sanatorio era la antigua fábrica de Mercedes", confiesa Mauléon. Por fuera, esos impresionantes exteriores de la fachada se rodaron en Tarragona. Lo bueno que aportan, según Eduard, es "el empaque que la película requería". Por ello, por sus excelentes interpretaciones y por muchas otras más razones, merece la pena disfrutar de 'Los Renglones Torcidos de Dios' en los mejores cines a partir del 6 de octubre.