Durante la promoción de la película, tuvimos la oportunidad de hablar con Santiago Segura sobre la película y otras cuestiones. El actor, director y productor sabe que una de las grandes bazas de la saga se encuentra en su nutrido reparto, y está orgulloso de dar trabajo a gente que quiere. "Es gente que admiro, les he llamado para mis películas y han venido. Me siento afortunado. No creo que esté haciendo una labor social. Al revés, soy un cineasta que utiliza lo mejor que tiene a su alcance, y si puedo contar con ellos los utilizo".
También aprovecha para llamar la atención sobre el ostracismo al que parecen estar condenados algunos: "Son gente que ha estado ahí haciéndote reír durante mucho tiempo, que yo creo además que deberían estar trabajando de continuo. Que tendría que llamarles yo y que me dijeran, "'lo siento, estoy ocupado'".
El motivo por el cuál cuenta con ellos para diferentes entregas es que "les cojo cariño y me da pena... Por ejemplo, con Javier Cámara desde la primera he querido trabajar con él, lo que pasa que su carrera ha sido de las más exitosas y tiene mucho trabajo, pero cada vez que nos vemos, me dice, 'llamamé'". A lo que añade, "he vuelto a gozar al trabajar con Chus Lampreave, Neus; pero claro, no los puedes repetir a todos en cada película".
Sin embargo, la gran sorpresa de esta entrega es la participación del actor internacional Alec Baldwin. "Si te soy sincero, jamás pensé que podría conseguir a alguien como Alec Baldwin, de semejante reputación. Yo quería una estrella norteamericana, pero que a lo mejor esté más asequible o de capa caída", asegura. Sobre su actitud en el rodaje no puede más que valorarla muy positivamente. "Es muy gracioso. El segundo día ya estaba integrado con mis amigos estos, los frikis de Linares, Bigotes y Dientes, que le hacían ponerse las gafas de Barragán. Es muy normal. Ha sido gozoso".
Pese a la buena experiencia, reconoce que al principio estaba muy asustado por lo que pudiera pasar. "Uno está atemorizado, porque viene uno de estos y es un poco complicado decirle que haga las cosas como tú quieres, porque puede no hacerte caso. Hay estrellas muy cabronas. Yo he estado en rodajes en los que los actores han tardado 40 minutos en salir de la caravana", apunta.
Hay un error que tenía claro no volvería a cometer con respecto a la cuarta parte: utilizar el 3D. "Al acabar 'Torrente 4: Lethal Crisis' dije que no volvería a trabajar con 3D ni regalado. Para cambiar una óptica se tardaba unos 40 minutos, te ralentizaba mucho. Fueron muchas más semanas de rodaje por el maldito 3D. Dije bueno, cuando inventen una cámara con óptica doble y el 3D sea más sencillo lo haré, pero así no. Y luego no aporta tanto al resultado final".
De problemas sociales y homenajes
La gran ausencia de esta última entrega es la del desaparecido Tony Leblanc. Santiago Segura, quien había apostado por él desde 'Torrente, el brazo tonto de la ley', ha tenido el detalle de dedicarle la película y hacerle un pequeño homenaje. Además, confiesa que el actor, ante el miedo de morir, estaba impaciente porque rodara la película lo antes posible, y que incluso le había dado permiso para que si fallecía le grabara muerto para sacarle. "Tony tenía esas cosas alucinantes. Me acuerdo una vez que se hijo lo llevó a una revisión, un año y medio o dos antes de fallecer, y le dijo, "papá, me han dicho que estás como un toro, que nos vas a enterrar a todos". Y él le contestó, "Dios te oiga, hijo, Dios te oiga", confiesa.
Fiel a su estilo crítico, el actor ha hablado sobre el estado actual de nuestra sociedad: "Le damos a todo tanta importancia. Y hay cosas que sí que hay que darles importancia y no se la damos. Yo creo que hay que luchar por las cosas que uno quiere pero intentando evitar la crispación excesiva, somos muy radicales. España se ha convertido en un país de blanco y negro, de conmigo o contra mí".