Sebastián Alfie nos presenta un documental fuera de serie, una experiencia única donde conocer de cerca la realidad de la ceguera. 'Gabor' deja fuera de estigmas el ser invidente y nos acerca a una realidad positiva, con un mensaje de superación y un lenguaje cercano. La historia personal de Gabor y un documental retrato de esta experiencia profesional nos hace partícipes, tanto de sus dificultades como de su superación. Alfie ha concedido una entrevista a eCartelera y explicó algunos detalles y anécdotas de esta irrepetible experiencia.
eCartelera: ¿Cuándo decidió que Gabor sería el eje de la historia?
Sebastián Alfie: Yo cuando conocí a Gabor, inmediatamente pensé en que él podría ser mi compañero perfecto para filmar este corto. La verdad es que no le pedí su participación simultáneamente pues era un encargo y no quería meter la pata, primero me asesoré. Hablé con Mario Montero, director de fotografía, conocido de tiempo atrás y me animó a realizarlo, luego también hablé con mi madre, una experta en el tema de los ciegos, y en ese momento tomé la decisión. Pasaron unos días en los que todavía dudaba si llevarlo o no hasta que me decido.
eCartelera: ¿Gabo como protagonista? ¿Una decisión premeditada?
Sebastián Alfie: El documental era claramente sobre él. Sin él no habría documental, si yo no lo hubiese conocido, me habría ido a Bolivia y habría filmado con otro director, pero la experiencia no hubiera tenido el peso que tiene, ni siquiera lo hubiera filmado.
eCartelera: Un rodaje en el Altiplano de Bolivia, ¿alguna anécdota?
Sebastián Alfie: Hubo un momento que me gustó mucho y es que cuando estamos filmando una escena en la que Eulogia, una de las tratadas en el centro médico es acompañada por su nieta en su camino hasta el centro médico, en un paisaje inóspito y siguiendo una vía de tren abandonada; durante el rodaje de esta escena, la cámara no captó este instante pero Gabor se acercó a la niña antes de filmar y le pidió a la niña que por favor, durante la siguiente toma la niña se subiese a la vía y andase haciendo equilibrio, algo muy común que hacen los niños. En ese momento, me acerqué a Gabor y le comenté que me parecía una buenísima idea, una toma muy romántica, y le pregunté, ¿Cómo se te ocurrió? y me dijo: "Para filmar a un niño tienes que pensar como un niño". Esta sabiduría que tiene él, es también la que aparece en toda la película y la que desde mi punto de vista lo convierte en un personaje muy interesante.
eCartelera: De Europa al corazón de Bolivia a más de 4.300 metros sobre el nivel del mar. ¿Cómo viviste la experiencia?
Sebastián Alfie: La verdad es que fue un cambio bastante duro porque, sobretodo, el encontrarte con esas personas, esas historias de carne y hueso, algo que si te lo cuentan no te lo crees. Nos encontramos por ejemplo un chico de quince años que no salía de su casa porque no tenía un bastón blanco y nadie le había enseñado a utilizar el bastón. El hecho de ser ciego por ser pobre me pareció durísimo y yo es algo que no sabía que existía. Es algo que no lo piensas, porque claro, tenemos hospitales y tenemos oftalmólogos (...) pero si vives en un sitio pobre te encuentras con casos como l de un tejedora que no podía trabajar porque no le habían diagnosticado unas gafas. Es un realidad dura, pasar de la sociedad en la que nosotros vivimos -que nos quejamos y que es una sociedad imperfecta- al Altiplano y encontrarte con estas personas es un cambio muy grande y dura, pero también bonito porque, ellos también agradecieron mucho el trabajo que está haciendo 'Ulls del món' y agradecieron que fuésemos a visitarlos incluso nos quedamos a dormir en su casa alguna vez, fue un bonito cambio.
eCartelera: Un dilema entre Gabor y Sebastián ¿Un final feliz?
Yo quería mostrar que esta ONG hacía un buen trabajo, quería mostrar como una persona era tratada por ellos y recuperaba la vista. Pero la experiencia, da un vuelvo y en pleno rodaje nos comentaron que Eulogia ya no podía ser operada. Yo en ese momento le dije a Gabor que a pesar de la realidad debíamos mostrar en la escena de vuelta de Eulogia y su nieta que la abuela podía caminar sola y que podía ver. Yo quería el final feliz, que ya no necesitase a nadie que la llevase de la mano y ante esto, Gabor me dijo: "A un ciego no se le puede quitar su ceguera, porque la ceguera es lo único que tiene". Tuvimos una pequeña discusión y creo que era interesante mostrar este choque, esta discusión en rodaje donde puede haber distintos puntos vista.
eCartelera: ¿Una relación interpersonal y profesional?
Sigo teniendo una buena relación con Gabor. Seguimos yendo juntos a los festivales, y para mi es bonito volver a encontrarme con él, volver a convivir, nos divertimos mucho juntos, ya nos hemos hecho amigos. Hoy por ejemplo lo llamaron de RNE y de la Cadena Ser y nada más terminar me contaba; "Hoy me siento como una princesa por un día". Él tiene esa forma de ser que es tan graciosa que a mí me gusta tanto, por ello creo que el fuerte está en que el desafío estuvo en tocar un tema duro, pero sin por ser duro tuviese que tratarlo con solemnidad; todo lo contrario.