'Sin rodeos', la nueva película del director y actor Santiago Segura, ya está en cines. Maribel Verdú es la encargada de protagonizar esta cinta que supone un remake de la comedia chilena 'Una mujer sin filtro', dirigida por Nicolás López en 2016. Con motivo de su estreno, hemos mantenido un encuentro con su director, Santiago Segura, y con la actriz Maribel Verdú, quienes nos desvelaron varias de las claves de la cinta y los objetivos que buscan con dicho proyecto.
Durante la entrevista, Santiago Segura nos relató que con 'Sin rodeos' estamos ante una comedia que nos ofrece "una historia muy positiva y liberadora", siendo una cinta con la que afirmó haber querido distanciarse de su exitosa saga 'Torrente' después de tantos años anclado a ella. Además, el director señaló que desarrolló el proyecto ante la indignación que sentía por el hecho de que 'Torrente' no gustase al público femenino, proponiéndose la cinta como un examen en el que se planteaba hacer un humor "más sensible" con el que poder conectar con dicho público femenino: "No le gusta a las chicas este hombre, habrá que hacer un humor más sensible", declara Segura.
Por su parte, Maribel Verdú nos contaba la razón por la que decidió trabajar con Segura en una comedia como 'Sin rodeos', afirmando sentirse cautivada por la película chilena en la que se basa la cinta de Santiago Segura, por lo que no dudó en aceptar la propuesta del director de protagonizar esta película. Además, Segura también subrayó lo importante que es tener una visión femenina a la hora de desarrollar una película, destacando también sentirse atraído ante el concepto de "empoderamiento". Puedes ver la entrevista a continuación:
¿De qué va 'Sin rodeos'?
'Sin rodeos' nos cuenta la historia de Paz (Maribel Verdú), una mujer que parece llevar una vida bastante estable e idílica: Tiene trabajo, una relación,... pero sin embargo, Paz se siente completamente angustiada en su día a día. Ante ello, decide visitar a un sanador indio (Segura) que le ofrece una misteriosa poción con la que poder liberar su tensión. La poción resulta ser más fuerte de lo esperado, y Paz termina convirtiéndose en una mujer sin filtro alguno, no cortándose lo más mínimo en decir todo lo que piensa, sin ningún pelo en la lengua.
Los 7 momentos más surrealistas de 'Torrente'
A la gresca
Cuando estás intentando hacerte el machote delante de tus pupilos, no queda nada bien que un boxeador profesional y su colega con malas pintas tengan la intención de partirte la cara. Por suerte, José Luis Torrente sabe como jugar sucio y noquear al malote de Javier Bardem, e idolatrar lo suficiente a Policarpo Díaz como para que éste le perdone la vida. Un momento que ningún fan del ex-policía puede olvidar y que, naturalmente, solo le podría suceder al personaje interpretado por Santiago Segura.
La pela es la pela
El personaje de Torrente es genial en sí mismo, pero, admitámoslo, sus películas tendrían mucha menos gracia si no tuviera a su legión de "amiguetes" para darle vidilla al asunto. Cañita Brava ya es todo un habitual en los productos de Santiago Segura, y ningún fan será capaz de olvidar al camarero agarrado que interpreta. Bueno, al fin y al cabo, solo reclama lo que es suyo. Y es que Torrente parece haberse olvidado de que no le va a servir nada más, porque le debe 6.000 pesetas de Whisky...
Lávate las manos
Sin duda, el personaje de Javier Cámara tiene mucho que aprender de la vida, y Torrente está dispuesto a inculcarle su vasto conocimiento. Tras explicarle que la droga no es mala y pegarle a un yonki, José Luis se queda perplejo al ver que Rafi no se lava las manos antes de orinar. Esto da pie a una interesante y científica explicación por parte del ex-policía, en la que le dice que su aparato reproductor es sagrado y hay que reverenciarlo. Y es que, después de todo, los "microorganismos microbianos" acechan. Momentos como este son los que convierten a la primera entrega de 'Torrente' en una obra de culto del cine español.
El taller de costura
Si Jesús Bonilla desconfía de su mujer, ahí está el mejor investigador privado para contarle toda la verdad. O casi toda. Resulta que sus sospechas eran ciertas, y el personaje interpretado por Cristina Tárrega era prostituta. Torrente, tras pedirle dinero a ésta por no chivarse (y tras un trabajito fino), le comenta al marido que no se preocupe, que su mujer está trabajando en un taller de costura. No cuela, y el ex-policía es sincero y le dice que su señora esposa se dedica a la profesión más antigua del mundo. Cuando a Bonilla le da un ataque y se queda tirado en el suelo, Torrente huye sin contemplaciones. Gran detective y mejor ciudadano.
"Pa" haberse "matao"
No todo van a ser cameos, y es que, faltaría más, Torrente y su querido amigo Cuco (Gabino Diego) sabían valerse por sí mismos en 'Torrente 2: Misión en Marbella'. O eso pensaban estos pobres diablos. El primo de Cuco, con toda la buena voluntad del mundo, le deja probar un coche al detective, pero el que conducirá será el propio Cuco. No llegarán muy lejos, ya que a los pocos metros vuelcan el coche, provocando la ira del primo y del propio José Luis, que persigue furioso a Cuco. Sin duda, una de las escenas más divertidas de la primera y exitosa secuela.
El Fary es Dios
Ya sabemos lo lejos que puede llegar Torrente protegiendo a su Fary, así que más vale no meterse con el cantante en presencia del brazo tonto de la ley. Tras obrar mal, y ante la atenta mirada de un José Mota que no sabía lo que estaba sucediendo, José Luis tiene una visión de El Fary en 'Torrente 3: El protector'. El cantante le recuerda que él es español, y que necesita echarle valor a una situación muy delicada. Torrente agradece las palabras, pero, tras un emotivo abrazo, El Fary se da cuenta de que el que creía su fan le había "cholao" la cartera.
Del Barça ni mort
No hay que olvidar que a Torrente le ha llegado a pasar de todo, y hasta ha tenido la peor pesadilla que un fascista anti-catalán y del Atleti puede sufrir: despertarse y hablar en catalán, tener una foto colgada de Jordi Pujol y ser un fanático del Barça. Por suerte para él, todo fue un mal sueño, pero muy real. Hasta estaba allí Andreu Buenafuente para darle su bienvenida al fantástico mundo catalán, del que Torrente prefiere estar alejado. Sin duda, una de esas escenas divertidísimas que todo el mundo recuerda.