Tres años después de conquistar al público español en los cines (y con el doble mérito de hacerlo en plena pandemia) con 'La chica del brazalete', el francés Stéphane Demoustier regresa a salas españolas con 'Borgo'. Presentada en el Festival de Cine Francófono de Angulema, su desembarco en cines en su país natal cautivó nuevamente a espectadores y crítica. "Me gustan las historias en las que el pasado del protagonista no se conoce y toca empatizar con él mediante las acciones que tiene en la cinta", reconoce.
Mélissa (Hafsia Harzi), una experimentada funcionaria de prisiones de 32 años, se muda a Córcega con sus dos hijos y su marido. Es su oportunidad para comenzar una nueva vida Empieza a trabajar en un centro penitenciario que es muy diferente a los demás. Allí, se dice que son los presos los que vigilan a los guardias. Mélissa logra integrarse gracias a Saveriu (Louis Memmi) un joven recluso que parece ser influyente allí dentro y la pone bajo su protección. Sin embargo, cuando Saveriu queda en libertad, vuelve a ponerse en contacto con Mélissa para pedirle un favor, con el que se pone en marcha una peligrosa mecánica.
Demoustier combina el drama social con el thriller policial, con toques del cine de mafias y el drama carcelario. Una combinación explosiva que tuvo como base un hecho real. En 2017, se produjo un doble asesinato en el aeropuerto de Bastia (Córcega). Una funcionaria de prisiones, Cathy Sénéchal, continúa siendo sospechosa de haber tenido un rol importante, dado que la investigación y el proceso judicial continúa en la actualidad.
"La película surgió tras leer un artículo en la prensa que me llamó la atención. Me sorprendió cómo una mujer aparentemente normal podía convertirse, en apenas unos meses, en cómplice del crimen organizado. Lo tomé como referencia para un relato completamente ficticio. La premisa daba para ello. Considero que los monstruos no existen, pero surge otra cuestión: ¿por qué las personas cambian? Quería ahondar en esa cuestión e intentar comprenderlo", explica Demoustier en una entrevista concedida a eCartelera en el Instituto Francés.
Fusión de géneros
Como sucedía en 'La chica del brazalete', 'Borgo' es una amalgama de géneros que vuelve a demostrar la habilidad de Demoustier por no ceñirse a los cánones de uno solamente y de explorar cómo la historia va virando de uno a otro. "Me interesan tanto los thrillers como los dramas sociales. Aunque lo que más me gusta es que una película no se reduzca a un único género. Se trata de utilizar elementos de ellos, como el suspense", argumenta.
"También se trata de subvertir los géneros, añadiendo más profundidad a los personajes, rompiendo con los arquetipos y hacer una especie de género dentro del género. Está el prejuicio sobre cómo actúa la policía, que es capaz de encontrar siempre soluciones. Aquí se ve que los agentes hacen lo que pueden y que no siempre lo consiguen. Incluso hay ciertos elementos cómicos en los investigadores", manifiesta.
Sin duda, el pilar de que el film funcione es su protagonista. Mélissa es un personaje hipnótico, debido a que apenas se conocen detalles sobre ella. "Me gusta que haya misterio alrededor de los personajes. Más que de entenderlo, se trata de explorarlo. Personalmente, me gustan más las historias que no explican el pasado de sus protagonistas, sino que nos permiten comprenderlos a través de sus acciones. Es así como podemos adivinar su pasado. Al final, el cine es lo que ocurre ante nuestros ojos, lo que ha sucedido fuera de campo sólo se puede intuir", detalla.
"De ahí, que deje al público que elabore su propia teoría del pasado de los personajes. Por eso, apenas di datos sobre los motivos que le llevan a Mélissa actuar de esa forma. Es lo que a mí me gusta proponer como cineasta y lo que también me atrae cuando soy espectador", aclara.
Protagonistas que son "lienzos en blanco"
Mélissa, al igual que sucedía con Lise en 'La chica del brazalete', es una mujer hierática, con muy poca expresión. Esto produce un efecto paradójico, al crear una hipnótica mirada sobre ellas, al no saber hasta qué punto se puede empatizar con ellas, invitando a estar pendiente de lo que vaya a suceder. "Más que hieráticas, las definiría como inescrutables, misteriosas", afirma Demoustier.
"Dejo espacio para que el público crea su propio pensamiento sobre ellas. En el caso de Mélissa, no impone ningún sentimiento, es bastante neutra en sus expresiones. Esto hace que seamos nosotros los que tengamos que proyectar lo que sentimos que piensa. Es casi una página en blanco, donde tenemos la libertad para imprimir los sentimientos que nos produzca", comparte.
Una interpretación que ha sido todo un reto para Hafsia Harzi. Acostumbrada a papeles aparentemente más ligeros, 2023 y 2024 están siendo años de desafíos profesionales para la actriz. Nominada al César por 'Le Ravissement', con 'Borgo' vuelve a consolidar un giro en su carrera. "Es una actriz extraordinaria, que tiene mucho elemento de verdad. Es alguien que nunca hace trampas, que desprende una inmensa sinceridad en los papeles que encarna", detalla el cineasta.
"Principalmente, los papeles que ha solido interpretar Hafsia han sido de adolescente o mujer joven. De repente, debe meterse en la piel de una mujer con experiencia en la vida, a pesar de no es muy mayor. Se intuye que Mélissa ha sufrido, pero no se sabe de qué forma. Es vulnerable, pero tiene mucha fuerza. Es dulce, pero tiene temperamento. Hafisia ha hecho un papel magnífico", defiende Demoustier.
Demoustier revela que, aunque la mayor parte de los papeles son de actores profesionales, varios de los presos corsos del film eran amateur, lo que le ha dado mayor veracidad al proyecto. "Ha sido un reto, porque debían tener química con Hafsia. Todo debía sentirse de manera orgánica", expone.
Córcerga, la isla "singular"
El cineasta tuvo claro que la historia debía seguir teniendo lugar en Córcega, una isla particular en muchos sentidos. "No era una coincidencia. Córcerga es una isla y, como tal, produce la sensación de confinamiento. Además, es un territorio que tiene sus propios códigos, es una sociedad en sí misma, que tiene hasta su propia lengua. La historia que narramos es la de alguien que, de alguna manera, llega a territorio ajeno", declara.
"Ese sentimiento de ser foráneo es palpable. Los corsos se ven como un pueblo aparte, con su propia idiosincrasia. Es como sucede con los vascos, de manera más remarcada en España. Cuando los corsos hablan de los franceses del resto del continente, los ven como un pueblo aparte. Eso sí, a pesar de sentirse como una entidad separada, tienen una fuerte cultura de bienvenida, aunque exigiendo que se respete su cultura", señala el realizador, quien aunque no es corso, le apasiona visitar la isla.
Además, la cinta transmite una paradójica sensación, la protagonista se siente vigilada cuando está al aire libre que cuando trabaja en una cárcel. "Es una isla donde, al final, todos se miran los unos a los otros. Lo quisimos reflejar hasta en la manera de rodar. Las escenas en la prisión son más fluidas, la protagonista se desenvuelve con más soltura. Hay hasta canciones. Sin embargo, cuando no está trabajando, se siente observada y eso lo quisimos plasmar también a través de la cámara", comparte.
Para más inri, la cárcel de Borgo es de régimen abierto en la vida real, lo que le da esa autenticidad de singularidad dentro del sistema judicial francés. "La sección en la que trabaja Mélissa existe y sólo puede haber presos corsos. Es una cárcel cuyo funcionamiento fue creado, en su momento, por los separatistas corsos, en una época en la que había muchos presos de carácter político", comparte.
Las leyes de los clanes
"Las reglas son bastante flexibles, siempre y cuando haya paz. Ese sistema ha persistido y sigue en funcionamiento", añade, resaltando que también es real la 'paz de los valientes', una tregua en la que los clanes mafiosos dejan que sus miembros no se ataquen entre ellos mientras estén cautivos. "Dejan la rivalidad en suspenso mientras duren sus condenas. Aunque hay excepciones, ese código de honor lo siguen aplicando", expresa.
Dirigida y escrita por Stéphane Demoustier, 'Borgo' está protagonizada por Hafsia Harzi, completan el reparto Moussa Mansaly, Louis Memmi, Michel Fau, Pablo Pauly, Florence Loiret Caille, Cédric Appietto, Henri-Noël Tabary, Anthony Morganti y Thomas Muziotti. Con fotografía de David Chambille, montaje de Damien Maestraggi y música de Philippe Sarde. Producida por Jean de Forêts. Una producción de Petit Film y France 3 Cinéma. En salas comerciales españolas desde el 22 de noviembre, de la mano de Festival Films.