A estas alturas, '12 años de esclavitud' lleva acumulado un buen puñado de premios, y parte como favorita para los galardones más jugosos de la temporada. Puede que, con una de las películas más crudas sobre uno de los momentos más oscuros de la historia americana, Steve McQueen consiga hacer huella en la liga del tío Oscar que no logró en 'Shame'. Por lo pronto, el director británico llega a nuestro país para presentar una historia que, como él mismo remarca, no está reducida al público estadounidense.
Precisamente, el equipo principal de '12 años de esclavitud' está capitaneado por un británico, su protagonista también es inglés, y la gran revelación del reparto, Lupita Nyong'o, es mexicana. "No creo que nadie de mi equipo haya vivido en 1841, y por eso cada uno tendrá su visión, es una historia humana. Creo que por supuesto la esclavitud es una historia del mundo, no es exclusivamente Americana. Hay una universalidad sobre el tema", explica McQueen. El director tuvo antepasados esclavos, por lo que es lógico que se viera atraído por la temática.
Fue la casualidad la que quiso que la esposa de Steve McQueen encontrara el libro de Solomon Northup sobre sus vivencias: "Al abrir el libro y pasar las páginas, cada página que pasaba era como una revelación. Todos tenemos una idea de lo que fue la esclavitud, pero está claro que yo no la tenía cuando leí el libro. Así que lo primero que pensé fue que estaba muy enfadado conmigo mismo, porque cómo no podía conocer este libro. Pero me di cuenta rápidamente que nadie lo conocía. Así nació mi pasión para hacer esta película". El escritor John Ridley y él ya estaban trabajando en la idea de un hombre negro que vivía libre en el norte y que era secuestrado y enviado al sur como esclavo, pero nada podía superar una historia real.
Los años de Northup como esclavo comparten esa sensación límite que tienen 'Hunger' y 'Shame'. McQueen cree que uno de los puntos que más le atraen de historias con esa crudeza es que son "en gran medida visibles y presentes". Además, cree que es el momento para mirar directamente un tema hasta ahora ignorado por la población, sobre todo la americana: "Creo que la gente no quiere mirar hacia este momento de la historia, creo que la gente estaba dispuesta a ignorarlo antes de nuestra película. Incluso con 'Django', sólo roza el tema, era más una comedia sobre la venganza pero no entraba en la complejidad de la esclavitud. Y eso es lo que quería hacer yo. No quería jugar a ningún juego, quería observar ese tema. Era mi pasión, no estaba interesado en dar una clase de historia, sino en contar una historia increíble".
El efecto Obama
En los últimos meses, hemos visto un buen número de películas en este contexto, pero ninguna con un estilo tan directo. "Yo creo que esas películas no hablan de la esclavitud, no creo que traten específicamente de la esclavitud en América. 'Django desencadenado' era un spaghetti western, una película sobre la venganza que se sitúa en el contexto del sur, que tenía esclavitud. Pero películas que traten sobre la esclavitud... Esa es la película que quería hacer yo". Sin embargo, cree que los norteamericanos están preparados para afrontar el pasado: "Lógicamente, era un contexto violento y horrible, que se sostuvo durante 400 años, es el complejo industrial más largo que ha tenido América. Pero creo que ahora que América tiene un presidente negro, la población es más proclive a mirar a este hecho histórico, no podemos subestimar el efecto que ha tenido Barack Obama sobre Hollywood y todas estas películas recientes".
La película no esconde las dificultades que tuvo que atravesar Solomon en sus años en los que era conocido como Platt, pero explica que tuvo que editar algunos extractos del libro: "Era imposible poner todo lo que sale en el libro en una película. Y una película es visualmente diferente, es un ejercicio visual, y quieres seducir a la gente en la narrativa. Así que a veces tienes que sugerir la violencia de otras formas, y muchas veces es lo que hice, muy quirúrgico. Iba preparando para el crescendo de la violencia de Patsy, llevando al público de la mano y asegurándome de que no era demasiado para el público. Habría sido demasiado. Es bastante gracioso porque en el libro de Solomon dice: 'Mi único error puede ser que la historia pueda parecer más agradable de lo que fue'". Quién lo diría al ver personajes como el de Michael Fassbender, su actor fetiche, al que considera "un talento increíble, es un actor especial, un artista especial. No hay nadie como él, nadie puede siquiera rozarlo".
Solomon Northup, el personaje de Chiwetel Ejiofor, presenta una realidad cruel e injusta, vemos cómo le arrebatan tanto, hasta su propia identidad, que lo lógico sería pensar que es imposible mantener la esperanza. ¿Cómo es posible que pueda aguantar día tras día? "Solomon está educado y no tiene mentalidad de esclavo, es un hombre del norte educado, libre, de clase media, que se encuentra en una situación tan absurda. Es en el momento en el que está en lo más bajo cuando cree que podría acabar convirtiéndose en uno de ellos [de los esclavos]", explica el cineasta. También comenta la importancia de la espiritualidad dentro de su búsqueda de la esperanza: "Particularmente, la gente de la época, e incluso ahora, lo que les da esperanza es la religión. Los judíos, por ejemplo, solo tenían la esperanza y la fe. Martin Luther King solo hablaba de fe y esperanza". La increíble historia de este hombre libre al que robaron todo lo que tenía, hasta sus derechos, llegará a los cines españoles el 13 de diciembre. Uno de esos relatos que no nos dejará impasibles, dirigida por un artista experto en retratar los caminos más oscuros del ser humano.
