Convertida en una de las triunfadoras de la pasada 67ª edición de la Semana Internacional de Cine de Valladolid, al obtener el premio al mejor actor ex aequo para sus dos protagonistas, llega a salas comerciales este 4 de noviembre 'Vasil'. Ópera prima de la cineasta valenciana Avelina Prat, la película busca "invitar a la reflexión", a través de una historia inspirada en una anécdota real que vivió el padre de la propia realizadora. Un drama con tintes costumbristas en el que Karra Elejalde se ha puesto en la piel de un personaje muy diferente a él. "Somos la noche y el día. Me ha encantado, ha supuesto todo un reto para mí", destaca el actor.
Vasil (Ivan Barnev) es inteligente, carismático y un número uno jugando al bridge y al ajedrez, pero duerme en la calle desde que llegó de Bulgaria. Alfredo (Elejalde), un arquitecto jubilado, lo acoge en su casa durante un tiempo ante la mirada atónita de su hija Luisa (Alexandra Jiménez). Los dos hombres no tienen nada en común, excepto su pasión por el ajedrez. A pesar de sus diferencias, poco a poco Vasil conseguirá romper las barreras construidas por Alfredo. Y es que Vasil tiene este don: transformar para siempre a aquellas personas con las que se relaciona.
Aunque se trata de un personaje muy lejano a la personalidad de Elejalde, el intérprete vasco ha descartado que haya supuesto un desafío extremo, señalando que encarnar distintos papeles "es propio" de su "oficio". "En otras profesiones, no se suele preguntar cómo se trabajar, no se le pregunta a un ebanista cómo ha fabricado un mueble o al cristalero cómo ha hecho una vidriera. Sin embargo, a los actores, cuya profesionalidad se debería dar por supuesto, siempre nos preguntan cómo lo hacemos", argumenta el actor en una entrevista concedida a eCartelera durante la celebración de la 67ª edición de la Seminci de Valladolid.
La figura del director es fundamental para lograr una buena interpretación"
No obstante, sí destaca "el placer" que siente por meterse en la piel de personajes que suponen "un desafío". "Lo que sí es verdad es que agradezco que los directores y los productores quieran contar conmigo para proyectos que están muy alejados de mi personalidad. Por ejemplo, me pasó algo similar cuando Alejandro Amenábar quiso que fuera Unamuno en 'Mientras dure la guerra', al ser un hombre monosilábico, gruñón e introvertido", manifiesta, recalcando que la figura del director "es fundamental" para sacar adelante un buen trabajo.
"Lograr una buena interpretación, no lo consigues a solas. Lees el guion y lo preparas, cierto, pero el director es fundamental para lograr una buena interpretación, pues te dice cómo y dónde debes mirar, cuánto debes tardar en dar la réplica, mantener silencios", expone Elejalde, quien destaca su afinidad por intercalar proyectos completamente diferentes uno de los otros. "Me gusta alternar y, por ejemplo, hacer una comedia después de un drama, lo que un economista describiría como diversificar el riesgo. Yo lo describo como 'curar'. Por ejemplo, Unamuno me 'curó' de Koldo de 'Ocho apellidos vascos'; y Koldo lo hizo con 'A Esmorga'. Por ejemplo, 'La vida padre' lo hizo con 'Mientras dure la guerra' y 'Vasil' de 'La vida padre'", detalla, destacando que su próximo proyecto después de 'Vasil' es la comedia familiar 'Reyes contra Santa', a la que le seguirá el drama 'La voz del sol'.
Por otro lado, uno de los aspectos que más celebra el actor, es que 'Vasil' es una película difícil de etiquetar, al moverse entre el drama costumbrista y la comedia feel-good. "Me encantan las películas que son inclasificables. Vivimos un momento en el que hay que catalogarlo todo de manera muy cuadrada. En 'Vasil' no hay un amor tórrido, no hay acelerones ni disparos, ni asesinatos, ni hay intriga. Lo que sostiene a la película es el encanto y el candor del personaje de Vasil, interpretado maravillosamente por Ivan Barnev. Toca el tema social, pero tampoco es una película especialmente de denuncia, no es una película sórdida, tampoco es un alegato panfletario", comenta.
"Es verdad que invita a una reflexión en ser conscientes de cómo somos y cómo nos comunicamos, pero justo ahí está su magia, en que no sabes cómo clasificarla. Nos han dicho que es lenta, pero es que ahí está también su virtud, pues deja poso, deja margen para ir digiriendo lo que estamos viendo y Avelina [Prat] lo ha hecho con mucho delicadeza y mimo", continúa.
Una película con "cierto espíritu de cuento"
Precisamente, la cineasta, arquitecta también de profesión, ha buscado narrar un relato que combina parte de fábula con un drama inspirado en un caso real, pues su padre acogió a un inmigrante búlgaro que estaba durmiendo en la calle, al cual nunca pudo conocer la realizadora. "Se quedó en mi cabeza y fue entonces cuando pensé en escribir la película", relata Prat. "Me lo planteé en serio cuando apareció una historia que realmente podía contar de manera personal", añade, describiendo a su ópera prima como un "híbrido entre fábula y realismo social".
"Tiene cierto espíritu de cuento, pero, a la vez, mantiene un peso social y una realidad muy fuerte, sobre todo, con el resto de personajes. También es verdad que, aunque Vasil es el protagonista y la trama gira alrededor de él, sabemos poco de su pasado, es un misterio a lo largo de todo el film, nunca lo llegamos a conocer del todo. Nos quedamos con el punto de vista de aquellos que le rodea", expone la cineasta, quien también buscaba romper estereotipos rodeados con la inmigración.
"No quería trabajar con estereotipos, me parece más bonito contar la historia de un caso peculiar y luego, a partir de ahí, hay otras capas. Tocamos temas sociales, cotidianos. Por otro lado, me parece positivo no tener que explicarlo todo, que sea el propio público el que complete la historia, que construya su propia imagen de cómo ha sido el pasado de Vasil y cómo será su futuro", detalla, plasmando cómo el rechazo a la inmigración está más relacionado con lo económico.
"Se evidencia con el papel de Sue Flack, Maureen, quien es extranjera, pero parte de una realidad muy diferente. Primero, procede de un país más semejante al nuestro, Reino Unido. Es alguien con dinero, que se introduce en la sociedad sin ningún problema, es rápidamente acogida. Sin embargo, Ivan, que también es europeo, pero de Bulgaria, del Este, una región casi desconocida para nosotros, con el añadido de que tenemos la manía de mirar a ciertos países del mundo con cierta superioridad. [...] Sobre todo, hay una cuestión de clase, de dinero. Alguien que viene a vivir a España sin recursos, un inmigrante económico, se le mira de otra manera que alguien que viene a residir a España pero es de clase alta", argumenta Prat.
"Los españoles tenemos fama de tener poca autoestima, no digo que no, pero llama la atención que miramos con superioridad a otros países, como Bulgaria. Imagino que sucede en todo el mundo, en cada país cuecen habas", señala Elejalde. "Hay inmigrantes de varios tipos y Vasil lo muestra muy bien. Es un hombre búlgaro, o sea, europeo, que ha venido a España a buscarse la vida, pero no tiene dinero, lo que hace que la percepción sobre él cambie. [...] Resulta llamativo que una persona de Bulgaria, cuyo país es miembro de la UE, no pueda desplazarse de la misma forma. Además, no hay una cuestión de raza, porque, en el caso de Vasil, es caucásico. Es más bien, un problema de índole de burocrático e invita a la crítica", agrega el actor.
Romper prejuicios a través del cine
"Quizás no logremos romper prejuicios, pero al menos exponemos públicamente ciertas preguntas incómodas. Y, así como 'Vasil' cambió para bien a ciertas personas, quizás el cine lo pueda hacer también", destaca Ivan Barnev. Habitual del cine de Kristina Grozeva y Petar Valchanov, el aclamado tándem de cineastas búlgaros, el intérprete acepto el desafío de rodar en una película en castellano sin hablar el idioma.
"Sabía que sería un desafío. Realmente nunca pensé que podría hablar completamente en español porque las únicas palabras que sabía eran "Hola" y "Adiós". Pero me gustan los retos y ahora tenemos a 'Vasil'", comenta el intérprete, destacando también cómo la barrera idiomática no fue un problema a la hora de compartir escenas con Karra Elejalde y cómo ambos lograron tener química. "Somos tan diferentes y, sin embargo, tan conectados por dentro. Le quiero mucho, es una persona maravillosa y un actor brillante. Cuando tienes un compañero como él, que ama la profesión y te apoya al cien por cien, ¡lo único que te queda es interpretar a la mejor manera posible!", confiesa Barnev.
"Creo que los actores tenemos una especie de idioma distinto que nos permite comunicarnos a pesar de las barreras lingüísticas. Yo no hablo inglés ni búlgaro e Ivan no hablaba español. La rodamos en plena pandemia, con una alta incidencia en Valencia, eso impidió que nos conociéramos cenando o tomando algo. Íbamos del rodaje al hotel y viceversa, pero bueno, no tuvimos ocasión de conocernos más, pero, sin embargo, nos entendimos muy bien, llegamos a tener largas conversaciones y conectamos perfectamente", añade Elejalde.
Avelina Prat dirige y escribe 'Vasil'. Junto con Karra Elejalde e Ivan Barnev, completan el reparto Sue Flack, Alexandra Jiménez y Susi Sánchez. Producida por Miriam Porté, Mina Mileva y Vesela Kazakova. Una coproducción entre España y Bulgaria de Distinto Films y Activist 38, distribuida en salas comerciales desde este 4 de noviembre, de la mano de Filmax.
