Ramiro Blas llegó a España en 2006, a punto de cumplir 40 años y expulsado de su Argentina natal por la crisis del corralito. Venía con un sueño: rodar una escena con su actriz fetiche, Najwa Nimri. Casi una utopía, admite, porque Nimri nunca había hecho televisión. Pero su sueño se cumplió en menos de 10 años, cuando ambos se encontraron en una serie que cambiaría las reglas de la ficción española: 'Vis a vis'. Y la realidad superó todo lo que Blas se había imaginado: cuando los dos actores se enfrentaban frente a las cámaras, Najwa y Ramiro desparecían y solo quedaban dos monstruos, Zulema y Sandoval. "Éramos dos enfermitos de la actuación, dos enfermitos de la verdad, dos apasionados, dos locos sueltos, con una admiración plena y absoluta", recuerda.
El final de "Carlitos" Sandoval, como llama el actor al personaje más importante de su carrera hasta ahora, fue violento y fatal. La marea amarilla de presas de Cruz del Norte se vengó de todos los abusos y maltratos a los que este médico y después director de prisión les había sometido: una a una, un puñado de mujeres le fueron clavando una estaca improvisada como si estuvieran clavándosela al patriarcado que tantas veces las había golpeado. Blas recuerda con desolación aquel momento en el que estaba rodeado por todas esas actrices, pero la muerte de Sandoval le parece perfecta, gracias en parte a la propuesta que él le hizo al showrunner de la serie: "Aun rodeado y abatido el tipo no claudicaba, seguía puteándolas. Le propuse a Iván [Escobar] que muriera sentado, porque era un tipo que nunca caería del todo". Como el patriarcado.
Y de hecho no cayó del todo: Sandoval vuelve en 'Vis a vis: El Oasis', el spin-off/quinta temporada de 'Vis a vis' sobre el último golpe de Maca y Zulema como atracadoras antes de emprender caminos separados para siempre. El monstruoso médico tiene una aparición en forma de flashbacks en el cuarto episodio de 'El Oasis', que se emitirá en Fox este lunes por la noche. También volveremos a verlo en el séptimo episodio, nos avisa Blas en una entrevista concedida desde el confinamiento en su casa en Barcelona.
"Cuando llegó la oferta fui muy cauto a la hora de retomar el personaje. Pregunté cómo se iba a reivindicar o para qué entraba", confiesa. "Sí me interesó lo que se había hablado, pero después hay cosas que pueden cambiar del guion a la dirección a la edición...".
Y lo cierto es que el regreso de Sandoval choca de alguna forma con cómo el actor lo había construido durante años en su interpretación. "Yo siempre trabajé al personaje desde un lugar de dolor, un dolor muy grande sufrido de muy pequeño que lo había convertido: había sufrido vejaciones, maltratos y violaciones por parte del padre a sabiendas de la madre. A la hora de regresar pensé que eso es lo que se iba a ver, y no fue así". En 'El Oasis' conocemos a personas del pasado de Sandoval que contradicen esa idea: "Lo ponen como que nació ya malo, que fue un niño malo", comparte el actor sin ocultar algo de decepción en su voz.
Es un conflicto muy interesante que muestra cómo la construcción de un personaje puede tomar bifurcaciones distintas en la mente de los guionistas y en la del actor o la actriz que tiene que interpretarlos. "Muchas veces la biblia que se arma un actor difiere absolutamente de lo que está pautado en el guion. Se utiliza para colocarte en una posición, para dictarte cómo vas a decir lo que tienes que decir. No siempre coincide, aunque hemos coincidido en un montón de cosas y hemos hecho modificaciones de guion a petición mía. Nunca ha habido problema", aclara Blas.
El actor recuerda que cuando los creadores de 'Vis a vis' lo ficharon para interpretar a Sandoval no le sometieron a un proceso de casting. "Me llamaron porque sabían cómo construyo los personajes", afirma. Y así es como Ramiro Blas construye a los personajes: "desde el origen trabajé mucho con psicólogos y terapeutas para ver cómo puede llegar uno a convertirse en un psicópata narcisista". También tuvo conversaciones con Sandovales reales, "depredadores sociales" que se esconden en Internet detrás de avatares falsos. "Gente de mucho nivel económico con una psicopatía atroz", explica el actor, que navegó por páginas webs de "sugar daddies" en las que hombres de alto nivel adquisitivo ofrecen dinero y regalos a mujeres jóvenes a cambio de su compañía. "Tuve diálogos telefónicos de media hora o cuarenta minutos con tres de ellos", charlas "espeluznantes" con hombres que no sabían que estaban siendo entrevistados para construir un personaje televisivo.
A Blas le parece importante que Sandoval exista porque el público más enganchado a 'Vis a vis' es el target de esos hombres. "Niñas de entre 15 y 20 años que caen en estas redes. Están prácticamente prostituyéndose a cambio de un hotel de cinco estrellas, ir a festivales de música, ropa, una cena... Y estos monstruos viven de eso. Son jefes de bufetes de abogados que han ganado premios nacionales, dueños de megaempresas...".
Inmigrantes en la ficción española
Desde su llegada a España, Ramiro Blas ha participado en un buen puñado de series: 'El comisario', 'Los hombres de Paco', 'Sin tetas no hay paraíso', 'Hospital Central', 'Física o química', 'El barco', 'El don de Alba'... Y hay una característica que se repite en muchos de sus personajes: son villanos. ¿Le frustra esto? "Frustrado, no... mientras me den trabajo", ríe. Pero sí cree que si fuera español no lo habrían encasillado tan rápido: "Todos los personajes que he hecho han sido el malo: calvo, argentino y con este vozarrón... tú dirás".
Cuando le pregunto por la imagen de los inmigrantes en la ficción española, Blas se muestra amargo: "Dime personajes extranjeros que vivan en este país que sean protagonistas o no los maten en algún momento". Según él, las personas de etnias minoritarias o procedentes de otros países suelen ser estereotipadas, demonizadas o caricaturizadas en las series: "De los primeros que vi hace muchos años fue el «Machu Pichu» de 'Aída', al que el jefe lo sometía a un maltrato atroz".
El cambio está llegando, piensa el actor, aunque sea "muy, muy, muy a cuentagotas". Le propongo una solución: que los inmigrantes e hijos de inmigrantes empiecen a acceder a las salas de guionistas; pero él cree que debería ser suficiente con que cualquier escritor examine la realidad. "Mira en tu mismo edificio, ¿son el 100% de los inquilinos españoles? En la sociedad actual de este país la inmigración está por todos lados, mis chicos se han criado aquí".
Regreso a 'El internado'
Ramiro Blas interpreta a Darío Mendoza en 'El Internado: Las Cumbres', la secuela de la exitosa serie de Antena 3, que produce, como 'Vis a vis', Globomedia. En la ficción que prepara Amazon Prime Video, Blas coincide con Claudia Riera, Triana en 'El Oasis'. "Es un personaje precioso, y el suyo y el mío tienen mucha relación en la serie", nos cuenta sin poder avanzar demasiado.
La serie se estaba grabando en Navarra cuando tuvo que pararse, como tantos otros rodajes, ante la crisis del coronavirus. "Estuve tres días rodando secuencias que tampoco eran intensamente dramáticas, salidas y entradas en el exterior de lo que va a ser el internado". Nos asegura que la historia promete, que el elenco es "precioso, con una juventud increíble, personajes divinos".
Blas está deseando volver a la producción en cuanto la pandemia lo permita: "Me quedé con muchas ganas, me dejaron abrir el tarro de dulce de leche, olerlo y nada más". No sabemos si será villano o no, pero por las fotos que ha mostrado el actor en su cuenta de Instagram, Darío Mendoza tiene bigote y gafas. "Es otro estilo de personaje, muy diferente de Carlitos Sandoval", afirma.
De momento, Carlitos Sandoval vuelve a 'Vis a vis: El Oasis' este lunes en Fox.
