Enmarcada en la vigésimo quinta edición del Festival de Málaga, 'Élite' brilla, un año más, demostrando signos de madurez. Las tramas prometen ser más sinceras, y más profundas. Dice Omar Ayuso que todos los personajes se dan cuenta de que en realidad están solos. Algo "romántico pero muy desgarrador". Aún así, la purpurina y la música electrónica no van a parar de desperdigarse en cada episodio.
La nueva alumna, Isadora (Valentina Zenere), llega a Las Encinas un lunes por la mañana, en helicóptero. Por supuesto, desde un hotel de cinco estrellas. Iván (André Lamoglia), también nueva incorporación, se despierta ese mismo día esquivando los restos de la fiesta de su padre, un famoso futbolista que cumple con todos los clichés. Así que el exceso no va a defraudar -porque entonces qué sería de 'Élite'- en una quinta temporada en la que el lema es "todo vale".
Pero en esa vorágine de "desfase, libertad y sexualidad", como dice Martina Cariddi (Mencía), también ocurren conflictos. La quinta temporada de 'Élite' abre el melón del consentimiento. Los abusos en una pareja. Cuándo sí y cuándo no. Cayetana, el personaje de Georgina Amorós, tendrá que decidir qué hacer con su príncipe Philippe (Pol Granch). Perdonarle, ayudarle, olvidarle, o deprimirse. Dice Jaime Vaca, guionista de la serie, que este tema lo han abordado "con respeto, pero sin miedo". "Nosotros no escribimos villanos, nosotros escribimos a gente que se equivoca. Queríamos saber qué pasaba después de este error", remata el creador, Carlos Montero. Amorós confiesa que ha sentido mucha responsabilidad encarnando a Cayetana esta temporada, pero bajo la máxima de no juzgar, ha sido más sencillo. "Lo condenamos, eso no hay duda, pero nos preguntamos qué pasa si esta situación se produce en una pareja, con alguien a quién quieres. No sabemos qué podría pasar, por eso hablamos de ello".
Una ficción de principio a fin
Puede que una de las mejores cosas de 'Élite' sea que nadie pretende que sea una serie naturalista. Lo que pasa, pasa dentro de la fantasía. Por eso "todo vale y todo pasa", porque no hay límites. Y si los hay, están dentro del imaginario del universo de la serie. Los creadores son conscientes y lejos de justificar conductas, las defienden: "la fantasía nos hace libres", y punto. Aunque por supuesto, los jóvenes de 'Élite' tienen mucho que ver con los jóvenes de hoy en día. Sienten y se apasionan de la misma manera, "se drogan y follan de la misma manera, solo que no todos los días y seguramente no en los baños", se ríe Montero. A fin de cuentas, 'Élite' es exagerada, pero quién no lo es.
La quinta temporada de 'Élite' se estrena en Netflix el 8 de abril. La sexta ya está en camino.