Joana y Mireia Vilapuig han decidido dar un paso hacia delante. De pequeñas, fueron las niñas que salían en las revistas adolescentes de la cultura pop, y las que llenaban de ternura los platós de televisión cuando les hacían entrevistas en pleno prime time. Fueron las niñas prodigio, las que todos querían ser, las que aguantaban gritos de fans desesperadas allá por donde pasaban. Tenían 12, 13, 14 años. Pero un lustro después, todo eso se esfumó: "Con 20 años pensábamos que habíamos fracasado porque no encontrábamos trabajo y no... ahí es donde empezaba todo", sentencia Mireia.
Con esa premisa han creado 'Selftape', una serie de autoficción que mezcla la realidad con la mentira. En seis capítulos de 35 minutos, Joana y Mireia deciden contar la historia de sus vidas porque es la única manera de seguir adelante. Empezaron a escribir su propio relato, pero al principio quisieron alejarse: "Empezamos ficcionando mucho, y haciendo una serie que no se parece nada a lo que al final ha sido. Hasta que nos dimos cuenta de que queríamos que fuera más real, que tuviera alma. Fuimos a lo concreto", dice Mireia. Y para ello, tuvieron que cambiar la forma de hacer las cosas. Se dieron cuenta de que el objetivo era ser claras, como dice Joana, "teníamos ganas de contar algo desde un lugar muy honesto".
Viaje al pasado
'Selftape' es la historia de dos hermanas que se reencuentran en Barcelona después de años sin verse y sin apenas comunicarse. Las dos han intentado buscarse la vida trabajando de actrices después del boom de fama que vivieron de pequeñas, pero ninguna ha conseguido ser feliz. Dice Joana que durante el proceso de escritura vieron un documental de niños de Hollywood: "salvando las distancias, vimos una cosa que nos tocó mucho. Y es que cambias. Tú cambias, tu cuerpo cambia, no vuelves a ser la misma".
Las Vilapuig han tardado cuatro años en sacar este guion adelante. Todo empezó sin quererlo una tarde en casa viendo videos caseros de cuando eran pequeñas, los selftape: "Para mí fue muy importante el momento del selftape, cuando vimos esos videos de archivo que nos pedían en los castings a las dos para luchar por el mismo papel. Esto fue en 2015, cuando empecé a verlos. Y vimos que ese momento de fama había desaparecido. Pero fue en 2019 cuando dijimos que había que hacerlo, teníamos que contarlo", recuerda Mireia. Y fue también ahí cuando decidieron intercalar esos videos de archivo con la ficción: "Cuando metes los videos de archivo ya no sabes qué es verdad y qué es ficción. La gente no lo sabe. Pero hay partes que solo las dos sabemos qué es la realidad y qué no", dice Joana. "Sí", sigue Mireia, "queríamos alejarnos del tema documental. Joana y yo nos desnudamos mucho en esta serie, pero nuestro entorno está muy protegido. Nuestra familia, nuestros amigos. Nuestros personajes son ficción, son alter egos muy apretados. Pero no dejan de ser personajes".
Una revelación
En esos selftapes está todo. Cuando empezaron a mirar los videos, se dieron cuenta de todo lo que habían vivido y sufrido de pequeñas. "Fue muy wow", dice Joana. Y Mireia coge las riendas de la conversación para decirlo todo: "Para mí fue un shock muy heavy verme con 13 años en una entrevista y ver cómo me estaban sexualizando. Te preguntan algo que no tiene nada que ver contigo, que si te has dado tu primer beso en la serie, con 13 años... es que se me ve en la cara que no estoy bien". Y ahí, como en un momento de revelación, te das cuenta: "dices vale, yo soy así, y actúo de una determinada forma, porque me ha pasado esto en el pasado". Lo peor, dicen, fue el contraste entre los videos de la infancia, cuando eran unas niñas de 5 y 7 años, con los videos de la pubertad: "se rompe una energía, la fuerza. No es lo mismo".
Sin quererlo, la serie es una crítica a la profesión. Eso sí, sin intención de hacer bandera ni de querer venderlo como algo generacional. "Solo queríamos contar una historia" dice Joana, "mostrar la profesión desde otro lugar. Las protagonistas han sido famosas y ahora no tienen trabajo y no pueden pagar el alquiler". También tienen claro que no quieren ser una serie de nicho: "pensamos que muchos actores y actrices se van a sentir identificados. Pero también si tienes una hermana, si has sufrido una perdida, si te ha costado encontrar tu sitio...".
Joana y Mireia se abren y se desnudan en esta producción que firma Filmax de la mano de Filmin Original. Muestran lugares muy vulnerables de su infancia y de su vida inmediata para intentar explicar qué pasa después de la fama. En estos cuatro años se han peleado, entendido, aprendido a comunicarse y llorado y reído a partes iguales. Y todavía no saben qué van a hacer: "Hemos madurado mucho y hemos cogido las riendas de nuestra vida", dice Joana, "pero yo pensaba que después de 'Selftape' me sentiría aliviada, en plan, ya lo he contado, ya está, y no... es como ¿qué voy a hacer ahora?". Ahora queda que el público decida qué van a hacer ahora.
'Selftape' se estrena en Filmin el 4 de abril.
