Pese a no alcanzar el nivel de su primera temporada, aunque aquella entrega también tuvo puntos realmente bajos, el regreso de 'Love Death + Robots' solamente se puede vivir desde la celebración. Y es que, frente a propuestas en las que la sorpresa brilla por su ausencia, la serie creada por Tim Miller supone una fuente de ideas que, en mayor o menor medida, consigue despertar un primer impacto siempre estimulante.
La sensación reside en los segundos previos a cada episodio, momentos en los que uno nunca sabe lo que se va a encontrar. Y mejor así. En esa emoción combinada con justificadas expectativas está la mayor virtud de una serie abrazada a la imaginación, la búsqueda constante de lo deslumbrante y el amor desatado hacia la animación en sus diferentes modalidades.
Cada personas escogerá los motivos que le lleven a disfrutar más o menos con 'Love, Death & Robots', solamente faltaba, pero el nexo común entre todos los espectadores seguirá siendo el mismo temporada tras temporada: el golpe de creatividad que habita en el corazón, alma y músculo de todos y cada uno de sus capítulos.
Todos los episodios de la segunda temporada de 'Love Death + Robots'
'Hielo'
Del director Robert Valley, responsable del magistral 'Zima Blue' de la primera temporada, esperábamos todo y un poco más. Por eso duele todavía más que haya firmado el que es el punto más bajo de esta nueva entrega de capítulos. ¿La animación? Apabullante, de trazos siempre elegantes y sorprendentes. ¿La trama? Un punto de partida interesante que, por desgracia, nunca termina de explotar al máximo sus posibilidades. Una obra de hermosa factura que se queda a medias de casi todo, finalizando su historia además en el punto en el que debería haber comenzado. Una decepción en toda regla.
'Servicio al cliente automatizado'
La tecnología moderna convertida en pesadilla estrambótica y delirante. Lo que propone 'Servicio al cliente automatizo', episodio de etiqueta francesa dirigido por Meat Dept, Kevin Van Der Meiren y David y Laurent Nicolas, funciona mejor por lo visual, algo característico por otro lado de 'Love, Death & Robots', que por un modelo de historia ya visto en otras ocasiones y con resultados mucho más satisfactorios. Queda para el recuerdo, eso sí, un diseño de personajes tan extravagante como acertado y, sobre todo, el perro animado más encantador de los últimos años (con permiso del Monchi de 'Los Mitchell contra las máquinas', claro).
'Nieve en el desierto'
'Nieve en el desierto' cuenta con un estupendo protagonista, villanos de nivel, un universo muy atractivo y unas escenas de acción realmente espectaculares. Sin embargo, la sensación final es la de oportunidad perdida, la de haber visto solamente la punta de un iceberg que nos podría haber dado muchas alegrías si sus responsables hubieran tenido el tiempo, o el talento, para sacarle el máximo partido. Tampoco ayuda, desde luego, un giro final que traiciona todo lo expuesto anteriormente y termina por inclinar la balanza del capítulo hacia el siempre temido lado del 'meh'.
'Cobijo'
En términos estrictamente narrativos y argumentales, 'Cobijo' no aporta grandes novedades ni sorpresas. Aquellas personas que esperen giros inesperados, golpes de efecto o inesperadas vueltas de tuerca en su historia acabaran profundamente decepcionados con un capítulo plenamente consciente de sus virtudes y defectos. En el primer apartado, claro, la siempre contundente presencia de Michael B. Jordan y unos deslumbrantes efectos especiales. En el segundo, un guion previsible de inicio a fin, incluyendo un desenlace bastante decepcionante. Quedémonos con la visión del vaso medio lleno.
'La hierba alta'
A través de una animación deliciosa, de las mejores de toda la temporada con diferencia, 'La tierra alta' supone un auténtico canto de amor al terror clásico, el universo de Stephen King y la inagotable imaginación de Lovecraft. Todo funciona en un episodio que, sin grandes despliegues argumentales, consigue hipnotizar gracias a una atmósfera que traspasa la pantalla, unos fantásticos 'villanos' y un desenlace que transmite una extraña y melancólica poesía. Una delicia.
'Por toda la casa'
Menos es más. Si a alguien se le había olvidado o seguía sin creer en esta teoría, 'Por toda la casa', joya que equilibra a la perfección el humor y el terror, vuelve a dejarlo claro. Poco menos de cinco minutos necesita Elliot Dear para dar forma a un cuento navideño lleno de mala leche, encanto, carcajadas y, por encima de todo, personajes maravillosos. Mención aparte, claro, para uno de esos monstruos destinados a quedarse en la memoria de toda una generación de espectadores. Un regalo envenenado. Un episodio extraordinario.
'El gigante ahogado'
Episodio de una belleza embriagadora, no hay plano que no albergue una cantidad importante de poesía visual, 'El gigante ahogado' entra a formar parte desde el primer visionado de lo mejor que ha ofrecido 'Love, Death & Robots' en sus dos temporadas. Repleto de imágenes cautivadores que transmiten una mezcla fascinante de tristeza y desasosiego, esta obra de arte de Tim Miller resulta, además, una apasionante reflexión sobre aspectos de la condición humana como la codicia, la tolerancia, el egoísmo y la memoria como vehículo de pura fugacidad. Maravilloso de inicio a fin.
'Respuesta evolutiva'
La obra maestra de esta temporada. Con clarísimas influencias del universo 'Blade Runner', 'Respuesta evolutiva' lo tiene todo. Unos excelentes personajes, un acabado técnico cercano a la perfección, una historia repleta de buenas ideas, unos escenarios fascinantes y una dirección de pulso de hierro. Si a todo esto le sumamos algunos planos realmente brutales y un desenlace brillantísimo, el resultado está claro: 'Love, Death & Robots' es una serie imprescindible gracias a capítulos así. Excelente.
