'Prisioneros' se ha convertido en una cinta que, entrando sin hacer mucho ruido, se está convirtiendo en todo un éxito de la crítica y su atmósfera y experticia está siendo muy aplaudida, comparándola incluso con 'Seven'. En esta ocasión, y de la mano de MovieFone, conocemos más detalles sobre este filme de la boca de su director y casting, que en esta producción se enfrentan al traumático suceso del secuestro de dos niñas pequeñas.
Según informa el medio, la atención por los detalles de Denis Villeneuve se convirtió en algo casi "obsesivo", tanto es así que el director quiso que el departamento de atrezzo del filme, no limpiara nunca las gafas que Melissa Leo porta en el filme, para a través de las marcas de dedos por todas las lentes, se viera nublado y difícil ver la mirada de la actriz. "Él estaba obsesionado con ese tipo de detalles", dijo Jake Gyllenhaal, actor coprotagonista del filme, el cual también admitió que su personaje tiene un tick nervioso, del cual Villeneuve era un "defensor de este tipo de gestos", cuando otros directores hubieran tenido más miedo en usar ese recurso.
Meterse en el papel
Gyllenhaal también declaró que el director quería a su película lo más veraz posible, y que quería que los efectos por ordenador se usaran poco: "Cada una de las situaciones en las que nos ponían estaban hechas de una forma controlada y muy preparada", ya que lo que quería el director era que "las cosas fueran reales".
En el afán de Gyllenhaal por llegar mejor a su papel, el actor pasó muchas horas viendo vídeos de policías reales en situaciones muy tensas, cosa que quiso compartir con el director, ya que en uno de los visionados, el propio Villeneuve le acompañó, y como dijo el director: "Y ahora soy yo el que necesita terapia". Gyllenhaal también llegó a decir, que después de adentrarse tanto en la atmósfera del filme, sentía que podía "resistir la oscuridad que tiene el mundo", y que muchas veces le gustaría simplemente pasar la noche, "y dejar ir todo lo que hicimos ese día".
Hugh Jackman también sintió lo que es meterse en la piel de su personaje, ya que el actor se privó de sueño para poder interpretar al angustiando padre al que interpreta, y mediante el cansancio acumulado, experimentar lo que siente una persona con privación de sueño, como "la incomprensión al recibir información". El actor llegó a decir que esta decisión fue tomada al entender que, para su personaje, el mero hecho de dormir era como "fallar" a su hija, y para él era "imposible solo dejarte ir y descansar".