En mayo de 2015, y previo paso en forma de estreno mundial en Sundance, se estrenaba 'Hot Girls Wanted', documental dirigido por Jill Bauer y Ronna Gradus que trataba un tema tan actual como lo es el incremento del número de jóvenes que se introducen cada año en el mundo del porno amateur. Haciendo un barrido por las luces y las sombras de la profesión, aunque de una forma un tanto banal y sin ahondar mucho más allá de su superficie, el film tuvo cierta acogida por parte del público y fue objeto de críticas por parte de la industria pornográfica.
Dos años más tarde, y de la mano de su productora Rashida Jones, ha llegado a Netflix 'Hot Girls Wanted: Turned On', serie documental de seis episodios en los que ahonda en algunas de las temáticas que se pusieron sobre la mesa en la película en la que se basa. Debido al formato episódico, la adaptación en formato serial permite enfocarse en un determinado tema en cada uno de sus capítulos, siendo siempre el mismo el mensaje el que se quiere transmitir: el de conformar una panorámica real de cómo es el estado actual del negocio de la pornografía, cómo afecta a quienes trabajan en él y de qué forma han cambiado los hábitos de consumo con la explosión de Internet.
Cierto es que quizá uno de los aspectos que más pueden llamar la atención, es el punto de vista femenino con el que se aborda la cuestión, algo que queda patente en el episodio 'Women on Top', protagonizado por Holly Randall fotógrafa erótica, hija de Suze Randall (toda una institución en la industria por haber sido pionera en aquello de ser una mujer rodando porno) y Erika Lust, realizadora de cine para adultos nacida en Estocolmo y afincada en Barcelona desde el año 2000, con quien hemos tenido la oportunidad de charlar acerca de su colaboración en la serie, sobre su trabajo y cómo se ha convertido en la abanderada de lo que bien puede definirse como el porno feminista.
eCartelera: Ante todo, es un placer poder saludarte, Erika. A modo de presentación, ¿podrías darnos algunos detalles de quién es Erika Lust y cómo comenzó su andadura profesional en el cine para adultos?
Erika Lust: Soy directora y productora de cine adulto indie (también denominado ético), que lucha por crear una alternativa dentro del género para aquellas personas que no se sienten cómodas con los valores y la calidad del porno mainstream (convencional, el de los tubes).
Pasé todo un proceso hasta llegar a este objetivo vital y profesional. Como casi todos los adolescentes, había visto porno en alguna fiesta con amigas y más adelante incluso con alguna pareja. Y siempre me producía una sensación de incomodidad que me hacía pensar que el porno no era algo para mí. Poco a poco me fui dando cuenta de que el problema no era mío, sino de ese tipo de producciones que fomentan los estereotipos, el sexismo e incluso, en muchos casos, la violencia. Hubo un libro que me influenció muchísimo: 'Hard Core: Power, Pleasure, and the "Frenzy of the Visible"', de Linda Williams, en el que se analiza el cine adulto como un género en sí mismo. No lo mira con condescendencia ni pretendiendo hacer un juicio moral, sino que habla de ese cine explícito con total naturalidad. Fue un momento de ¡eureka! en mi vida. Yo ya era muy cinéfila por aquel entonces, y este libro hizo que quisiera ponerme detrás de las cámaras y participar en este discurso de la sexualidad contemporánea. Porque seamos claros: la pornografía es un discurso sobre la sexualidad y sobre todo sobre los roles de género. Es un medio que tiene la capacidad de crear un impacto con su mensaje, y es terriblemente influyente en nuestras vidas sexuales y en nuestras relaciones sociales. Es por eso que se hace más importante que nunca tener una alternativa, más cuando la pornografía está aun click de distancia, poder elegir qué tipo de cine adulto va más contigo y no caer sin remedio en la influencia de los mismos tópicos sexuales una y otra vez.
eC: La presencia de mujeres detrás de las cámaras en el cine porno, es algo que de un momento a otro tenía que suceder. Se podría asemejar (salvando las distancias) a lo que está pasando actualmente con el cine de terror, donde la visión femenina ha empezado a rasgar algunos tópicos y está creando escuela. ¿Cómo llevas el hecho de ser una de estas pioneras?
EL: Es curioso porque algunas mujeres ya comenzaron a ponerse detrás de las cámaras hace décadas durante una época en que la mujer luchaba por su liberación sexual (porque ahora la asumimos como normal pero las mujeres no llevamos mucho tiempo teniendo el derecho de disfrutar de nuestro propio cuerpo y sexualidad).
En los años 70, ya había mujeres como Candida Royalle que apostaron por dirigir otro tipo de cine explícito, con más calidad cinematográfica pero sobre todo en el que la mujer no fuera sólo una herramienta para el placer del hombre y cayera en tópicos dañinos para la sociedad. Esas mujeres fueron las pioneras; iniciaron un movimiento que no había hecho más que empezar. Ese movimiento ha seguido vivo pero casi en una situación de invisibilidad acentuada probablemente por la aparición de Internet y la masificación de los XTubes que han poblado nuestros ordenadores, móviles... Es ahora cuando el movimiento del cine adulto ético comienza a crecer y a cobrar protagonismo. Estamos viviendo hoy en día una nueva ola de cine adulto, en el que hay conciencia del monopolio de un tipo de hombre sobre la industria y las consecuencias tan terribles que genera además de ofrecer una representación del sexo casi siempre absurda, llena de clichés, acrobacias y poco sexo real.
Gracioso que menciones el cine de terror porque yo veo el cine pornográfico como un subgénero más del mundo del entretenimiento audiovisual y suelo compararlo con otros tipos de películas como las de terror o las comedias. El cine de terror busca hacerte sentir pánico y miedo y la comedia arrancarte una carcajada mientras que el cine adulto busca la excitación del espectador! Como dices, en el cine de terror con mujeres como Jennifer Kent ('Babadook'), Julia Ducournau ('Crudo') o Karyn Kusama ('Jennifer's body', 'La invitación'), también hay una voluntad de cambiar el discurso, de innovar, de probar cosas nuevas que se alejen de los aires viciados de lo tradicional. Ellas aportan una visión, que es su visión femenina por supuesto.
Al final, mi filosofía, también femenina, para un nuevo cine adulto se puede resumir en cuatro ideas principales: el placer femenino importa, el cine adulto puede tener valores cinematográficos, necesitamos más tipos de cuerpos, edades y razas, y el proceso de producción tiene que ser ético.
eC: En 'Hot Girls Wanted: Turned On', compartes protagonismo con Suze y Holly Randall. Las tres representáis a la perfección la libertad que, desde la industria del entretenimiento para adultos, se le da al cuerpo femenino. ¿Quiénes son tus referentes dentro del porno?
EL: Mujeres como Candida Royalle, Maria Beatty o Tristan Taormino me han servido de inspiración, porque marcaron los primeros pasos del camino de este nuevo cine adulto. Hoy en día puedes encontrar proyectos como A Four Chambered Heart o A New Level of Pornography, que apuestan por un cine adulto más artístico.
A mi me gusta un cine porno donde no se degrada a la mujer. El cine porno sex-positive, que integra diferentes tipos de cuerpos, razas y tendencias sexuales, y que no las usa como una simple etiqueta o un fetiche; donde se representa a personas teniendo sexo y no a objetos o máquinas. Para simplificar la gran mayoría del porno mainstream ni me excita ni me parece apetecible, me parece aburrido y cutre. El sexo que quiero ver en pantalla tiene más que ver con la diversión que no con la dominación. Tiene más que ver con la experimentación y la tolerancia, que no con la violencia y el sexismo.
Ahora mismo yo estoy apostando por mujeres detrás de las cámaras. En octubre inicié una convocatoria abierta para producir y financiar a mujeres cineastas que quisieran exponer su visión del sexo y la sexualidad porque es así como podremos cambiar poco a poco la pornografía contemporánea. En estos meses he recibido más de 500 solicitudes, y ya he aprobado varios proyectos que se han grabado ¡así que quizás en unos meses te puedo hablar de nuevos referentes!
Por otra parte he lanzado un cine online que se llama Eroticfilms.com. Mi equipo y yo seleccionamos cada película del catálogo por lo que si alguien tiene curiosidad sobre el cine que me gusta, ¡ahí está! Los realizadores más interesantes del momento en el cine adulto indie y ético.
eC: ¿Y del cine convencional? ¿Cuáles son tus gustos cinematográficos (directores, películas, actores, géneros...)?
EL: Una de las películas que más me ha inspirado ha sido 'L'amant' de Jean-Jacques Annaud. Cuando la vi siendo casi una niña, me di cuenta de que nunca había visto ese tipo de atención a la perspectiva femenina en una película, y me emocionó muchísimo. Es una de mis inspiraciones más primerizas. También me encanta el director sueco Lukas Moodysson, que hace unas películas inspiradoras, pero también directores más clásicos como Stanley Kubrick o Roman Polanski. En otros ámbitos, soy una gran fan de Lena Dunham y la serie 'Girls'.
eC: ¿Cómo surge tu colaboración en 'Hot Girls Wanted: Turned On'? ¿Conocías el documental en el que se basa, 'Hot Girls Wanted? ¿Qué opinión tienes acerca de esa tendencia dentro del porno que refleja claramente el documental?
EL: Cuando vi por primera vez el primer documental 'Hot girls Wanted' que Rashida Jones, Jill Bauer y Ronna Gradus hicieron en 2015 me encantó y las escribí para felicitarlas por aventurarse a hablar sobre esta parte nociva de la industria del porno, aquella que crea contenido adulto basura. Comenzamos a intercambiar emails porque ellas también conocían mi trabajo y les gustaba. Querían venir a Barcelona para retratar mi trabajo y mi causa por un cine adulto ético, femenino, feminista y sostenible. ¡Evidentemente, les dije que contaran conmigo!
El primer documental 'Hot girls Wanted' tuvo algunas críticas por parte de la industria del porno pero yo estoy muy a favor de que se hable de ello. Es importante exponer lo bueno y lo malo, y sobre todo creo que se debe hablar de cómo no sólo la pornografía mainstream sino el avance de las nuevas tecnologías están afectando a nuestra sociedad y relaciones humanas, que es lo que han hecho en esta nueva serie documental. Se estima que los tubes ocupan un tercio del global del tráfico de internet. Este abastecimiento global y enorme junto con los avances tecnológicos es algo que nos afecta absolutamente a todos, ya que no sólo las relaciones íntimas se pueden construir ahora a través de pantallas móviles sino que tu hijo de 8 años, que aún no tiene ojos críticos, puede encontrar porno en un tube a un sólo click de distancia por accidente. No podemos seguir obviándolo durante mucho mas tiempo. Además, el documental también ha dado voz a las alternativas que se están creando, han dado voz a las mujeres que como Suzie, Holly o yo trabajamos desde dentro para cambiar aquello con lo que no estamos de acuerdo y también han dado voz y espacio a personas que sí trabajan en la industria mainstream para que expliquen sus motivaciones, sus vidas y cómo lo ven ellos.
eC: En plena era Internet, los datos hablan por sí solos, ya que de todo el porno consumido, solo entre un 3 y un 5% de usuarios pagan por lo que ven. Aun así, sigue siendo una industria potente. ¿Cuál es tu visión acerca del estado actual de la industria?
EL: Creo que el panorama ha cambiado mucho durante los últimos 10 años. Antes la pornografía era un producto por el que tenías que pagar, el consumo era distinto porque tenías que buscarlo, adquirirlo y tener intención de verlo. Hoy en día es algo que la gente hace con mucha menos intención. Los tubes han transformado el modelo de negocio por completo pero a la vez hay una conciencia mayor entre un público determinado sobre la importancia de una producción ética de pornografía. Las condiciones en las que se graba, las condiciones laborales de los actores... y también hay demanda de una alternativa más realista, diversa y más cinematográfica del cine adulto. Estos factores son importantes para un público que sí paga por ver un buen producto que muestre sexo real. Ha habido un pequeño cambio en la industria y comienza a haber un circuito cada vez más grande de cine pornográfico independiente por el que vale la pena pagar. Lo que pasó en Hollywood está ocurriendo ahora en el cine pornográfico.
eC: ¿Puedes explicarnos, desde tu propia voz, qué es y cómo nace 'XConfessions'?
EL: XConfessions es mi proyecto más ambicioso y en el que más estoy centrando mis esfuerzos en la actualidad. Consiste en una plataforma online en la que personas de todo el mundo comparten conmigo sus experiencias o sus fantasías sexuales. De entre todas ellas, que puedes leer en la web, escojo las dos que más me han inspirado y las convierto en un cortometraje de cine adulto, combinando la fantasía de ese usuario anónimo con mis propias ideas cinematográficas. ¡Y ya llevamos más de 100 cortometrajes rodados!
Por ejemplo, entre mis últimos estrenos puedes encontrar una revisión lésbica de 'El club de la lucha', una mezcla de escena BDSM y mesa redonda que aborda la pregunta "¿Se puede ser feminista y sumisa?", o una historia futurista y romántica sobre realidad virtual. De hecho, de este último publiqué una versión no-explícita para YouTube, que ya sabemos que lo de ver pezones no les gusta.
eC: ¿Cuál es el legado que te gustaría dejar y hacia donde crees que va encaminado el porno?
EL: Es innegable que en un futuro cercano, el porno mainstream seguirá teniendo la influencia y la visibilidad que tiene en estos momentos. Es una industria multimillonaria, y tiene la capacidad para seguir estando en lo más alto utilizando sus fórmulas de siempre. Sin embargo, estoy convencida de que cada vez más mujeres y hombres se pondrán detrás de las cámaras para seguir construyendo una alternativa. Progresivamente, los usuarios se encontrarán con este otro tipo de cine adulto o tendrán curiosidad por éste y lo buscarán. Seguiremos creciendo, ya está ocurriendo. Mi deseo, lo que quiero que represente mi legado como tú lo llamas, es que la gente entienda que el cine adulto no sólo puede remitir a un tipo específico de escenas, sino que engloba un amplio espectro de tendencias y estéticas. En definitiva, que el cine adulto también puede ser cine y que puede ser un medio fantástico para explorar nuestra sexualidad de una forma sana y positiva.