¡Cuidado SPOILERS!
*Este artículo contiene spoilers de 'Merlí: Sapere Aude'
La universidad. Cuna del conocimiento. Hogar de la sabiduría. Y, como demuestra 'Merlí: Sapere Aude', un lugar donde los encuentros sexuales pueden darse en cada esquina. La serie de Héctor Lozano ha subido la temperatura con una amplia cantidad de escenas subidas de tono en sus capítulos, y explorando el sexo homosexual como pocas veces se ha visto en la ficción televisiva nacional. Así que, por rigor puramente científico, vamos a celebrarlo con este especial.
El sexo en la serie se define como una parte clave del camino de crecimiento que efectúa el personaje interpretado por Carlos Cuevas. Pol Rubio, en su spin-off, emprende un viaje de autoconocimiento para aceptar su bisexualidad, algo que en 'Merlí' todavía le costaba decir en voz alta. En 'Sapere Aude', Pol está mucho más abierto a nuevas experiencias y por eso lo encontramos manteniendo relaciones con ambos géneros de una forma mucho más liberada.
Sin prejuicios
Hay que decirlo más: Pol es el primer hombre bisexual protagonista de una ficción española. Y, por suerte, podemos verlo conocerse sin ningún miedo, amando a hombres y mujeres (y a sí mismo) libre de prejuicios. Aquellos que hemos pasado por la universidad podemos confirmar que nuestros primeros meses allí no estuvieron tan plagados de carnes como los del joven Rubio. Pero nadie nos quita lo bien que lo hemos pasado viendo los escarceos de Pol. Y aquí los recordamos para que quede constancia de ellos.
Desde esa primera ducha hasta la Marsellesa, sin olvidarnos del subrayador mágico, este es nuestro top de los diez momentos más hot de 'Merlí: Sapere Aude'.
Las 10 escenas más calientes de 'Merlí: Sapere Aude'
El misterioso mundo del incesto
Al final de la serie todavía no tenemos muy claro qué es lo que pasa con Rai, pero el personaje de Pablo Capuz tiene un par de escenas que contribuyen a darle vida a este universo. Desde sus desnudos hasta su relación con Minerva, pasando por su altísima tensión sexual con Pol, Rai es una de las mejores incorporaciones de la temporada.
En este especial destacamos sus escenas sexuales con Esther, interpretada por Silvia Marsó, que nos dejaron bastante perturbados. Y es que los personajes son tía y sobrino, y mantienen una relación a espaldas de la madre de Rai. Aunque esta trama se resuelve de forma un poco cuestionable, no le podemos negar el valor a la hora de representar ese morbo de lo prohibido y lo secreto.
El encuentro de Pol y Oti
Oti es una chica un poco descarriada. Lleva sumergida varios años en una relación con su novio, pero su necesidad de probar cosas diferentes la lleva a serle infiel en varias ocasiones. Y por supuesto, no puede resistirse a los encantos de Pol. Aunque este la rechaza en una fiesta, al final terminan estudiando juntos en casa del Rubio y la cosa se les va de las manos.
En medio de una charla sobre el ser y el conocimiento, Oti empieza a seducir a Pol desde el juego. Y mientras siguen hablando sobre su objeto de estudio, se suceden las caricias y los besos juguetones que culminan en una escena menos explícita que otras, pero no por ello menos sensual.
La masturbación acuática de Bruno Bergeron
Queda ensombrecida por otro momento que vemos en este top, pero la escena de Bruno en la bañera hace las delicias de gran parte de los espectadores. El personaje de David Solans se masturba mientras se toma un baño de burbujas y nos otorga unas vistas que es difícil quitarse de la cabeza.
¡Al agua!
En el último capítulo, Rai convoca un concurso entre los invitados a su fiesta: regalará una moto a aquel que encuentre una piedra especial en el fondo de su piscina. La única condición es que todos deben tirarse al agua desnudos. Por supuesto, la mayor parte de invitados aceptan. Por supuesto, Pol es uno de ellos.
Aunque esta no es una escena sexual como tal, sino más bien un momento de risas y diversión, no podía faltar en este top por una sencilla razón: nos regala el primer desnudo frontal de Pol Rubio, que Internet ya se ha encargado de hacer viral. Gracias, Rai.
Pol canta la Marsellesa
Uno de los primeros encuentros sexuales de Pol sucede en casa de Minerva, en medio de una fiesta en el tercer episodio. Después de un encontronazo con Rai, Pol está decidido a marcharse pero Oti lo intercepta. La joven, que ha bebido más de la cuenta, intenta besarlo, pero Pol la rechaza. Sin embargo, el chico no se irá de allí sin darse una alegría.
Rubio se encuentra a Étienne, el compañero de piso de Minerva, interpretado por Arnaud Préchac. El francés, poco dado a las sutilezas, le dice a Pol que Oti lo quiere tocar "como a un piano". "Yo la entiendo", admite. Una mirada entre ambos y todo está dicho: acaban teniendo un sexo desenfrenado en la habitación de Étienne.
El baño de Brunol
Ya sabemos cómo va a terminar lo de Brunol, pero eso no significa que el camino hasta allí vaya a ser sencillo. Para muestra, este momento del primer capítulo, en el que la pareja se encuentra en la playa de Barcelona y reflexionan sobre la muerte de Merlí y el futuro universitario que les espera.
Pol termina desnudándose para salir corriendo a la playa, enseñando el trasero en el proceso. Bruno lo observa desde la distancia, y habla para sí mismo representándonos a todos. "Qué bueno estás, cabrón", murmura, "ahora mismo te comería la boca y follaría contigo". Después, el joven Bergeron corre hacia el agua, nos enseña su trasero y ambos se bañan festejando sus cuerpos y su juventud, mientras nosotros sabemos que todos los caminos llevan a que esos dos acaben juntos.
La ducha de Pol
Primera escena. 'Merlí: Sapere Aude' tarda poco en dejarnos claro que las revoluciones van a subir mucho en comparación con su predecesora. Y es que la serie arranca con una escena muy sensual de su protagonista, Pol Rubio, en la ducha. El personaje de Carlos Cuevas ya enseña casi todo durante los primeros minutos, y cuesta enterarse de la conversación que mantiene con su padre mientras se enjabona y se aclara. Uf, Samur.
Pol se hace un bikini
Bikini es como se llama al sándwich mixto en Cataluña y es, en esencia, lo que hace Pol en esta escena. Después de besar a Rai y ser rechazado, el joven deambula por las calles de Barcelona hasta entrar en un bar gay. Allí localiza a una pareja y se coloca entre los dos para dejarse besar y tocar. Y por primera vez (que sepamos), prueba el Popper.
Esta escena tiene una carga sexual muy intensa y un punto de fetichismo aunque no le falta drama, pues lo que busca Pol es ahogar su tristeza por el rechazo de Rai en sexo. Sin embargo, también tiene su importancia el descubrimiento por parte del personaje de nuevas facetas más oscuras del mundo gay, como el sexo entre desconocidos o el consumo de drogas relacionadas con el placer sexual. Se lleva nuestro bronce.
"Utilízame"
La escena Brunol por excelencia de la temporada se queda en la segunda posición, pero por poco margen. La relación de Pol y Bruno sigue siendo muy tóxica y este momento lo ejemplifica mejor que ningún otro. En esa bomba que es el capítulo cuatro, Bruno descubre que Pol está enamorado de Rai y le pide que se acueste con él mientras piensa en el otro: "Utilízame".
A pesar del componente morboso y complejo, la escena no deja de tener una potencia sexual arrolladora, y es que deja poco a la imaginación. Pol le hace una felación a Bruno y aunque ya sabemos que se utilizó una prótesis, eso no le hace perder grados de temperatura. Que se casen ya.
El subrayador mágico
Nuestra primera posición no podía ser otra. Porque 'Sapere Aude' es la historia de Pol y nadie más y esta escena es un autodescubrimiento explícito, valiente y, lo más importante, solitario. Nadie pasa del cuarto capítulo de la serie sin detenerse en esto. Rai se deja el subrayador en casa de Pol y este decide utilizarlo con fines algo distintos a los originales.
Pol envuelto en sudor y rozando el subrayador por todo su cuerpo es una imagen difícil de olvidar y que se recrea en el éxtasis y la sexualidad de la masturbación. Es una escena caliente, pero también un conocimiento de uno mismo que Pol efectúa a través del amor y el sexo en la soledad de su habitación. Un acto de amor hacia otra persona tan exaltado y arrollador que daría vergüenza hablar de ello. Por eso esta escena excita y a la vez perturba, hace gracia y se queda en la cabeza. Porque... ¿quién no querría hacerlo con una persona que tiene tan poco miedo a saber quién es?