Los problemas del rodaje de 'Escuadrón Suicida', explicados

El rodaje de una película siempre conlleva momentos de estrés: retrasos inesperados que deben solventarse con inversiones económicas adicionales, salidas y entradas de directores o guionistas, caídas, condiciones climáticas inmisericordes... Pero cuando se trata de una gran superproducción, y cuando es, además, una cinta de una de las dos casas de superhéroes líderes, los niveles de estrés se disparan. Este ha sido el caso de 'Escuadrón Suicida'. Personas relacionadas con el rodaje de la nueva apuesta antiheroica de DC apuntan que la producción fue una locura, si bien habría casos mucho peores (quede como paradigma el documental 'Perdidos en La Mancha').

Fuentes identificadas con la película, que se estrena el próximo 5 de agosto, han concedido entrevistas al medio The Hollywood Reporter confesando algunos de los principales problemas que han rodeado al proyecto. Para empezar señalan al estudio como gran culpable de la presión (y por tanto de los posibles resultados irregulares), y lo hacen basándose en la exigencia número uno que preocupa a las grandes empresas de Hollywood: cumplir con la fecha de estreno. Desde el momento en que 'Escuadrón Suicida' se anunció en octubre de 2014, en medio de una serie de previsiones de Warner sobre proyectos futuros que se expandirán hasta 2020, el reloj se puso en marcha... y a toda máquina, pues el estreno de la primera sería en verano de 2016. Como todo blockbuster, se empiezan a cerrar acuerdos publicitarios y de marketing que impiden prácticamente modificar la fecha de estreno si es necesario.

Siguiendo la línea de otros estudios, Warner decidió contratar a un director que no había participado previamente en una cinta de acción de este calibre (ni familiarizado con el universo DC) , por lo que, apuntan los entrevistados, se habría doblado la presión ejercida sobre David Ayer, quien tuvo que escribir el guión en apenas seis semanas. Opinan que la producción se habría beneficiado si Ayer hubiese tenido más tiempo para desarrollar la historia y acostumbrarse al género. Para más 'inri' la visión de Ayer y los primeros cortes de la película habrían hecho enarcar las cejas a los directivos de Warner, quienes no dudaron en contratar a un montador paralelo al que utilizaba Ayer, de forma que pudieran desarrollar su propia visión. De hecho, dicen que contrataron a Trailer Park, los mismos que montaron los primeros teasers, para intentar conseguir ese tono lleno de humor que tenían los videos promocionales, ya que la película en su otro montaje no era así. ¿Os acordáis? En su momento desmintieron este rumor, pero parece que se vuelve a confirmar que el tono también fue un dilema.

Llegados a un punto, se realizaron previsualizaciones con público del material de Ayer, en comparación con el editado bajo la total supervisión de Warner, y el resultado, aunque no completamente decantado hacia una u otra versión, si acabó siendo ligeramente más favorable al estudio. El temor a la época de estreno, el difícil y competitivo verano, y el fiasco general que suscitó 'Batman v Superman: El amanecer de la Justicia' habrían empujado a Warner a acelerar todos los aspectos del rodaje. Los incontables teasers se liberaban como munición de artillería para intentar contrarrestar el efecto "caída" de las expectativas del público. Esto, unido a los cambios de presupuesto para grabaciones adicionales, que sumarían millones al presupuesto inicial, acabaron por generar problemas de ansiedad en miembros del equipo, y decisiones acaloradas como el despido por parte de Ayer de su agente de toda la vida.

La moda del "salto de fe" con tirabuzón

Últimamente ha crecido la costumbre de los estudios de contratar a directores con poca o nula experiencia en cintas de acción importantes, con resultados irregulares. Algunos señalan que el núcleo real, la razón de ser de estas estrategias, sería poder tomar el control del rodaje sin ofender o dañar el ego de un cineasta de primera fila. Pero que los productores intervengan un rodaje como medida desesperada no es algo tan sencillo, ya que el Gremio de Guionistas de América vigila especialmente estas actuaciones. Con frecuencia el interés por cumplir con la fecha señalada de estreno actúa de acicate para los directores "intervenidos", que aceptan la situación y su nombre continúa en los créditos.

Y es que como apuntan los entrevistados por The Hollywood Reporter encontrar directores de primera línea dispuestos a estos proyectos es complicado porque "muchos de ellos están mano a mano con sus proyectos, o quieren desarrollar estos nuevos durante cinco años, y hay una 'máquina' a la que alimentar. Es una cuestión económica". Las intervenciones más agresivas, como le ocurrió a 'Cuatro Fantásticos', en la que ya no estaba claro quién era el director, son poco comunes pero ocurren, ya que proceder a un retraso en la fecha de estreno puede suponer contratos rotos con marcas y empresas asociadas. Así que, visto lo visto, parece acertado modificar aquella famosa frase de la mariposa y el tsunami, y decir ahora que cuando un gran estudio estornuda en California, tiemblan los cineastas en Nueva York.