El coste de la fama es alto, y más si quien lo tiene que pegar es un niño o una niña. Brian Falduto, el alumno experto en diseño de ropa de 'Escuela de rock', habló en 2018 de la tremenda homofobia que sufrió tras el estreno de la película y de cómo le afectó el resto de su vida, ahora es otra de sus compañeras de reparto, Rivkah Reyes, la que ha compartido con The Post las consecuencias del éxito de la película, que en su caso se tradujo en tanto bullying que acabó desarrollando una adicción a las drogas.
Reyes tenía 10 años cuando interpretó a Katie en la cinta dirigida por Richard Linklater. Era el año 2003 y para elle (se identifica en inglés con los pronombres they/them que indican género no binario) su trayectoria fue muy similar a la de Britney Spears, convencida de que nunca sería nada más que "la chica de 'Escuela de Rock'": "Pasé más de una década aterrorizada por haber alcanzado el punto más alto de mi carrera a los 10 años". Esto acabó derivando en usar la comida, las drogas, el sexo, el alcohol y las autolesiones para aliviar la presión entre los 14 y los 24 años.
Siente, además, que sufrió una fuerte sexualización demasiado pronto, debido a fans obsesionados entre los que menciona a un hombre que intentó sacarle fotos incluso en el colegio y los foros de internet donde muchos decían que no podían esperar a que cumpliese los 18. Pero el acoso vino también por parte de otros niños y niñas de su edad: "especialmente después de terminar de rodar, cuando volví al colegio, la gente era o muy amable o muy mala, sin término medio. Literalmente me seguían por los pasillos cantando 'Scool of Rock'". En un artículo publicado en 2017, Reyes ya recordaba a una chica que "se me acercó y me pidió que firmara su tarjeta de almuerzo, luego la rompió y la tiró a la basura delante de mí".
Nada de arrepentirse
A pesar de lo que cuenta y el trauma que siguió al rodaje, Reyes no se arrepiente en absoluto de haber participado en la película: "No me dieron más que amor y apoyo. Nunca he dejado de estar agradecida por eso o he deseado no haber formado parte de ella" y asegura que sus compañeros en la ficción han seguido de su parte todos estos años. También Jack Black, el auténtico protagonista de la película, ha apoyado a Reyes en su trayectoria como cantante e invitándola a sus propios conciertos: "Cuando uno de nosotros tuvo problemas legales, Black contactó conmigo y me preguntó si sabíamos si estaba bien y si podía pasarse su contacto. Es un gran tipo".
Desde 2017 Reyes asegura estar limpia de adicciones y haber superado sus demonios y volvió a retomar su trabajo como actriz junto a la escritura de guiones para televisión y la lectura de las cartas del tarot.