El abrumador éxito en taquilla de 'Frozen 2', en una semana lleva recaudados 415.845.279 de dólares en todo el mundo, la ha colocado como una de las aspirantes favoritas en los Oscar, pese que la crítica no ha sido tan unánime como con su predecesora. Su triunfo comercial coincide con el estreno de 'El tiempo contigo', la nueva maravilla de Makoto Shinkai, cuya atracción para el público no será tan potente como el clásico de Disney, pero que cuenta con más apoyos de la prensa especializada.
Ambas películas suenan con fuerza para las nominaciones a los premios Oscar de animación y ambas representan las dos almas que existen en unos galardones con un destacado reconocimiento dentro de la industria. Haciendo un repaso al cine de animación estrenado en 2019, todo apunta a que será un año similar a 2017, en el que la animación de autor, independiente y de diferentes nacionalidades deslumbró por encima de las propuestas comerciales de majors como Disney o Comcast.
Y eso en la carrera de premios es un problema, porque recuerda al cambio de reglas que la categoría de mejor película de animación tuvo en abril de 2017. Antes de ese año, las nominadas en esta sección procedían de un comité con académicos que pertenecían a la rama de corto y largometrajes de animación. Es una práctica habitual, puesto que, quitando la categoría de mejor película, los nominados de cada sección son seleccionados por miembros de cada gremio.
Un cambio de reglas que pone en riesgo al cine de animación independiente
Con lo cual, los guionistas son los que eligen a los nominados al mejor guion original y adaptado, los compositores son los encargados de seleccionar a los candidatos a la mejor banda sonora y a la mejor música, los figurinistas se encargan de elegir a los nominados al mejor diseño de vestuario. Posteriormente, ya con los nominados anunciados, es cuando todos los miembros de la Academia de Hollywood eligen al ganador.
Eso se rompió con la categoría de mejor película de animación, sección que durante 15 años apoyó la visibilidad del cine de animación de autor e independiente, puesto que la nominación al Oscar de títulos como 'Bienvenidos a Belleville' (2003), 'Persépolis' (2007), 'Chico y Rita' (2011) o 'Ernest y Célestine' (2012) han permitido abrirles camino dentro del circuito cinéfilo, consiguiendo incluso que estudios como Cartoon Saloon (candidato en tres ocasiones con 'El secreto del libro de Kells' en 2009, 'La canción del mar' en 2014 y 'El pan de la guerra' en 2017) puedan desarrollarse, gracias al prestigio que da participar en los Oscar.
El cambio de regla permite ahora que en el comité participen académicos ajenos a la animación, provocando que las candidaturas sean dominadas por estudios comerciales. Pese que en este 2019 se volvió a cambiar las reglas, abriendo automáticamente la opción de voto a los miembros en activo de las ramas de animación, otros académicos tienen opción de participar en la ronda de nominaciones final, lo que vuelve a poner en riesgo el papel del cine independiente en esta categoría.
Según The Wrap, este cambio se produjo tras la ausencia en las nominaciones de 'La Lego película' (2014), que quedó fuera en favor de las independientes 'La canción del mar' y 'El cuento de la princesa Kaguya'. Un año después, 'Carlitos y Snoopy: La película de Peanuts' y 'El viaje de Arlo' no obtenían nominación, mientras que 'El niño y el mundo' y 'El recuerdo de Marnie' sí lo lograban.
En 2016 hubo una queja similar por parte de Disney, que vio cómo la cinta de Pixar 'Buscando a Dory' era sobrepasada por 'La tortuga roja' y 'La vida de Calabacín', ambas producciones de bajo presupuesto y europeas. La crítica principal era que se primaba a trabajos con animación tradicional, stop-motion o experimental frente al CGI.
2019, un año magnífico para la animación de autor
Tras un 2018 en el que el cine de animación comercial tuvo un año estupendo con 'Spider-Man: Un nuevo universo' como principal ejemplo pero con candidatas muy dignas como 'Los Increíbles 2' o 'Ralph rompe Internet', 2019 vuelve a ser un año 'flojo' para la animación comercial.
De las majors, DreamWorks puede presumir solamente de 'Cómo entrenar a tu dragón 3', aclamada por la crítica y que tuvo un recorrido notable en la taquilla, con más de 520 millones de dólares en taquilla en todo el mundo. Disney tiene a Pixar con 'Toy Story 4', cuyos comentarios por parte de la prensa fueron muy buenos y superó los mil millones en recaudación global. También está 'Frozen 2', con resultados más que óptimos en taquilla pero con críticas muy por debajo de su predecesora. Blue Sky con Fox tiene pendiente 'Espías con disfraz', de la que, de momento, no se sabe nada.
Por otro lado, la animación independiente vuelve a vivir un año magnífico. GKids, principal distribuidora de este tipo de cine en Estados Unidos y que este año tiene candidatas que, con las anteriores reglas, hubiera tenido una presencia predominante, con títulos como las francesas 'Funan' y '¡Qué magnífica tarta!', las españolas 'Un día más con vida' y 'Buñuel en el laberinto de las tortugas' o las japonesas 'El tiempo contigo' y 'Los niños del mar'.
Eso sin contar con candidatas de otras distribuidoras independientes como 'Dilili en París' (Samuel Goldwyn Films) o 'Les hirondelles de Kaboul' (Celluloid Dreams) y que Laika estrenó 'Mr. Link: El origen perdido', título stop-motion que fracasó en taquilla pero que, como sucedió con 'Kubo y las dos cuerdas mágicas', no impide que pueda estar presente en los premios (es más, lo necesita). De hecho, es la única cinta stop-motion con posibilidades, puesto que Aardman no ha postulado para este año con 'La oveja Shaun 2', previsiblemente irá para el año que viene, al estrenarse en Estados Unidos en 2020.
Como puede observarse, se repite un patrón similar al de 2017, el primer año con las nuevas reglas. En esa edición de los Oscar, cintas independientes como 'En este rincón del mundo' o 'El malvado zorro feroz' quedaron fuera por 'El bebé jefazo' y 'Ferdinand', títulos que triunfaron en taquilla pero cuyo reconocimiento por parte de la crítica estuvo muy dividido.
Un nuevo agente en el tablero: Netflix
Este año puede suceder con la entrada de 'Abominable', cinta de DreamWorks con una taquilla decente pero con una recepción crítica regular o la entrada de 'Mascotas 2', de Illumination, un éxito notable del verano que procede de Comcast (Universal), la empresa más importante entretenimiento en Estados Unidos. De ahí que surja de nuevo esa pregunta, de si el cine de animación independiente tiene cabida.
Las previsiones no son halagüeñas, en GoldDerby, los expertos predicen una fuerte presencia comercial, llegando incluso a dejar a cualquier candidata de GKids fuera, como cero presencia de animación stop-motion o tradicional. Las únicas que predicen con opción son 'La leyenda de Klaus', '¿Dónde está mi cuerpo' y 'Pachamama', todas distribuidas por un nuevo agente en la carrera, Netflix, que amenaza la presencia de pequeñas distribuidoras en esta categoría.
Si, finalmente, se confirman las predicciones, podrá observarse que la animación de autor con distribuidores independientes corre un serio riesgo de quedar invisibilizada y que 15 años de trabajo para obtener representación en una categoría que podía presumir, justamente, de diversidad, quedan enterrados por títulos comerciales o procedentes de Netflix. Solo queda esperar y ver si, finalmente, 2019 es el año del regreso de la valoración de títulos por su calidad y no su comercialidad o, por el contrario, se confirma la tendencia vista en 2017.