Siguen haciendo falta artículos, noticias, reportajes, entrevistas, que hablen de transexualidad, de género, de intersexualidad: no solo es necesario que desde cualquier canal se divulgue la discriminación o se luche por la igualdad y la visibilidad, también es imprescindible la normalización. Se comenta que ahora 'está de moda' hablar del tema; y lo que digo es que siempre debería estar de moda equiparar los derechos de las minorías, que fuera tendencia insistir en que la diferencia nos iguala, en la importancia del lenguaje, de la imagen social que estamos construyendo desde el desconocimiento, banalizando en generalizaciones una cuestión que nace del individuo.
A veces hay que ponerse serio. Y otras veces hay que ponerse la peluca. Y si el cine es un excelente vehículo para zarandear algunas mentalidades desde el drama, también lo es desde la comedia. Y a veces esa comedia es dramáticamente cutre. O cómicamente patética y cómicamente inconsciente, o simplemente terrible.
Los intentos por innovar de los 80, las técnicas de maquillaje de los años 90 y la locura post-spicetrónica de los 2000 han dejado un reguero de esperpénticas transformaciones, títulos a olvidar y mucho, mucho pegamento para postizos. Hagamos un pequeño ranking de todos esos papeles que se pensaron para llenar las neveras en tiempos bajos a golpe de postizo. Como diría RuPaul si estuviera aquí -y está dentro de todos nosotros- LIPSYNC...FOR-YOUR-LIFE!
7 'Wild Wild West':Grititos de oriente
Si no era suficiente ver a Kevin Kline luciendo pechos con acento ruso en un disfraz que al menos tenía bien sujetas las costuras, Will Smith se quita los zapatos, se enfunda unos metros de tela brillante y BAM, con grititos y pezoneras flamígeras encandila al público. El típico truco de chico se disfraza de chica para distraer. Sobre todo para distraer al espectador de este western desastroso falto de ritmo pero lleno de ideas absurdas. Yo lo tengo en VHS, claro.
6 'E.T., el extraterrestre': La peluca que emocionó a Steven Spielberg
En 1982, una adorable cría de extraterrestre quedaba abandonada a su suerte en un planeta extraño, hasta que Elliot y su hermana Gertie decidían que no había mejor lugar para él que su armario de los peluches. Una obra maestra del cine en la que hubo tiempo para pizza, bicis, cervezas, lágrimas y travestismo. Normal que Drew Barrymore acabara por darse a las drogas.
5 'Los ángeles de Charlie': Toma, ponte este bigote
Unos años después, y ya consagrada y desintoxicada, la querida Drew se une a sus amiguísimas Cameron Diaz y Lucy Liu para rodar un remake de la popular serie: y arrasó en taquilla, en nuestros corazones y en el departamento de caracterización.
Disfraz tras disfraz las actrices tocan techo y aúllan "NOS VESTIMOS DE CHICOS". Pero están aburridas ya y quieren irse a cenar, así que reparten perillas, un par de trajes y a desfilar.
4 'Hook (El capitán Garfio)': Cameo oculto, oculto, no era
Vale que Glenn Close siempre es bastante un-hombre-con-peluca, la verdad. Y que los actores se aburren y necesitan alegrías, porque pobres, la vida de Hollywood. Pero no puedes salir de ganar el premio a la Mejor actriz del Festival de Cine Venecia y pasarte por el rodaje de tu colega Robin Williams a comerte unos calamares y aprovechar para coger una barba y dar unos gritos. Glenn, tía, no cuelas.
3 'Todo sobre mi madre': Que nadie encienda una cerilla
A Pedro Almodóvar se le va el costumbrismo de las manos en la esperada aparición de Lola, el hilo que sirve de sutura entre los magníficos personajes de esta historia. Pero Lola aparece y es un Toni Cantó histriónico con una peluca roja igualita a la que llevé yo para hacer de Geri HalliwMUY FEA. Pedro, un transexual sin medios se deja el pelo largo, no va a un chino a comprarse el outfit.
2 'Cómo triunfar en Wall Street': I will follow him
No os acordáis. Normal, aunque la ponían en la televisión al mismo ritmo que 'Sister Act (Una monja de cuidado)' pero claro, no todos podemos ser siempre Deloris. Ni siquiera la mismísima Whoopi Goldberg, que en este alegato sobre el misógino mundo financiero americano, diluye su mensaje de protesta disfrazándose de una especie de ¿Marlon Brando? con coleta. Aah, los 90. Quiénes seríamos sin todas esas cabezas gigantes, postizos y esperpéntico movimiento de labios.
1 'Dos "Rubias" de pelo en pecho': Cómo acabar con la industria del látex
Recogiendo el testigo de Whoopi ocho años después, los hermanos Wayans insisten en la idea de negro-pintado-de-blanco como motor de la comedia; y lo hacen por partida doble... cuádruple si finalmente se atreven a rodar la comentada secuela. 'Dos policías rebeldes' copulan con 'Una rubia muy legal' y nace este festival del horror del maquillaje y la ortopedia. Todo regado con un par de jarras de topicazos y muchos, muchos pliegues en el cuello. Medalla de oro a la brocha gorda, solo superada por un dramático doblaje.
Bonus track: Disney
Cómo olvidar en esta hermosa reflexión sobre alegres travestismos el sentido del humor del estudio de animación para jugar con los estereotipos y reírse de sus propios clichés: si Timón se vestía de bailarina tiki para distraer a las hienas en 'El rey león' y en 'Mulan' no había guerrero que no dominara el lenguaje de los abanicos, en 'Lilo & Stitch' todo un personaje -aunque secundario- exploraba el arte del transformismo. Y lo disfrutaba. Y nosotros con él. SASHAY, YOU STAY.