No es la primera vez que se le reprocha a los Oscar la escasa visibilidad de las minorías. La ceremonia, que celebra lo mejor de la producción cinematográfica estadounidense e internacional, ya ha recibido numerosas críticas en cuanto a la representación de actores no blancos y de roles femeninos. Las conclusiones de un nuevo estudio realizado por la Escuela de Comunicación y Periodismo de USC revelaron que la Academia podría tener un problema con la edad.
Según los resultados, solo dos personajes protagonistas de más de 60 años aparecen en las 25 películas nominadas para la estatuilla a Mejor Película en los últimos tres años. Es más, ambos personajes están interpretados por el mismo actor, Michael Keaton, la estrella de 'Birdman o (la inesperada virtud de la ignorancia)' que también participó en 'Spotlight'.
Asimismo, no es sorprendente que las conclusiones demostraron que es peor cuando se trata de protagonistas femeninos o negros que superan los 60 años de edad, cuya representación es prácticamente ilusoria. El estudio asegura que "solo el 22,3% de los personajes senior en las películas nominadas son mujeres". En cuanto a la visibilidad de personajes mayores pertenecientes a la comunidad LGTB, es inexistente.
También hay que tener en cuenta que los casos de 'Fences' o 'Whiplash' no cuentan, pues a pesar que los actores tengan más de 60 años, los protagonistas que interpretan no. Aunque Denzel Washington tenga 61 años, el personaje que encarna solo tiene 53. Las afirmaciones del estudio pueden ser sujetas a debate, pero lo que es evidente es que la Academia debe replantearse estas conclusiones.
Isabelle Huppert ('Elle'), nominada a los 63 años
El caso de Isabelle Huppert demuestra que la carrera de los actores no siempre caduca cuando superan los 60 años. La conocida como la "Meryl Streep francesa" está nominada, por primera vez este año, al Oscar de la mejor actriz por su interpretación en 'Elle', el drama dirigido por Paul Verhoeven.
La película francesa cuenta la historia de una ejecutiva de una compañía de videojuegos que, después de ser violada, se obsesiona con descubrir la identidad del violador. La actriz vuelve a interpretar a un personaje frío y perverso como lo hizo hace más de 15 años en 'La pianista' de Michael Haneke. Huppert declaró recientemente en un podcast, "no tengo nada que ver con mis personajes. Pero, a la vez, soy completamente mis personajes, en cuanto a lo emocional".
Oscar 2017: Mejor Película
'Fences'
El abrumador éxito que acompañó a Denzel Washington y Viola Davis desde que 'Fences' se estrenó como prestigioso montaje teatral ha terminado convertido en excusa perfecta para que ambos intérpretes se lanzaran de lleno a su adaptación cinematográfica. El resultado final, sin ser nada excepcional, ofrece lo que todos podíamos esperar, un duele entre gigantes capaces de convertir el diálogo más sencillo en una lección en toda regla. Ellos marcan el ritmo y la intensidad de una película que, en aquellos ya lejanos tiempos en los que no teníamos del todo claro cual sería la película favorita de la carrera de premios, apuntaba a rival a batir.
Al final, la recepción por parte de crítica y público no fue tan entusiasta, relevando a 'Fences' a un segundo plano del que ya nunca salió. Su nominación a Mejor Película, más allá de la estatuilla que Viola se va a llevar de calle, supone un triunfo en sí mismo. Por lo tanto, la única emoción real con la que cuenta a estas alturas la película dirigida por Washington es saber si el Oscar a Mejor Actor termina cayendo también de su lado. No es poca cosa.
A favor:Denzel y Viola. Ellos son el motor, el corazón y el músculo de la película. Su prestigio, indiscutible, podría aumentar las (pocas) opciones de victoria con las que cuenta 'Fences'.
En contra: Prácticamente todo. Todo apunta a que 'Fences' es la propuesta con menos opciones de todas las nominadas.
'Hasta el último hombre'
Mel Gibson volvía a la industria de la misma forma en la que se marchó, o mejor dicho, le echaron: arrasando. Tras una década en la sombra más oscura de Hollywood, el actor regresaba a la silla de director, lugar en el que se ha sentado ya cinco ocasiones y en la que nunca ha bajado del notable altísimo, con 'Hasta el último hombre', una película que tiene el ADN, la energía, la pasión y el talento que siempre ha desprendido toda la obra de su autor, una categoría que tiene más que ganada.
De nuevo, músculo y sangre, exceso y épica, contundencia y maestría. Y todo sin perder nunca el temible equilibrio que separa su cine del abismo. Sus titubeos iniciales se le perdonan con creces cuando llega el campo de batalla, el lugar en el que Gibson termina de elevar su película hasta el infinito. En definitiva, otra gran película en la filmografía de un director al que el paso del tiempo no parece haber afectado lo más mínimo a la hora de mostrar una vez más su inmenso talento. Un trabajo mayúsculo que ha contado con el apoyo de una Academia que le ha entregado en bandeja de oro seis nominaciones, remarcando ese entusiasmo que esconde siempre el regreso a casa de un hijo perdido en medio del ruido.
A favor:La épica que rodea la película es perfectamente extensible al fulgor de la vuelta protagonizada por su director. Su nominación a Mejor Director para Mel Gibson parece indicar que, de haber seguido el formato de las cinco nominadas, 'Hasta el último hombre' habría sido una de las elegidas. Un privilegio con el que la Academia confirmaría su entusiasmo hacia ella.
En contra:Las favoritas, y podríamos quitar el plural, están muy claras. Pocas opciones, o mejor dicho, ninguna.
'Figuras ocultas'
Hay muchas formas de contar, en el cine, una historia basada en hechos reales. Pongamos tres ejemplos. Tenemos la perspectiva analítica y detallada, centrada en cada uno de los elementos que conforman los acontecimientos; también podemos encontrarnos con el riesgo y el gusto por el precipicio de aquellos valientes que se atreven a inventar sobre la realidad más contrastada, apostando por la maniobra imposible; y no podemos olvidar el efectismo y la línea recta, el juego sobre seguro. Todas son tan válidas como respetables, pero está claro que una de ellas, la última, ofrece menos margen para la sorpresa del espectador. Y 'Figuras ocultas', para bien y para mal, forma parte de este sector. De manera voluntaria, eso sí.
La película dirigida por Theodore Melfi tenía potencial dramático para ser algo más que un correcto trabajo de artesanía cinematográfica. Sin embargo, la historia real de las tres primeras mujeres afroamericanas que consiguieron alcanzar metas insospechadas en la NASA, demostrando todo su valor en plena carrera espacial a contrarreloj y venciendo todos y cada uno de los prejuicios que se sucedían a su alrededor, nunca termina de ir más allá. Insisto, no lo hace porque no quiere. Su responsable, en tareas de dirección y guión, una última labor en la que le acompaña Allison Schroeder, prefiere tomar el camino fácil, basado en entregar al espectador de manera exacta la película que espera. Todo medido al milímetro del aprobado, tan alejado de cualquier intención de elevar el listón o probar un camino diferente como de contentar a todo tipo de públicos por la vía rápida. La Academia, claro, ha caído rendida ante ella, ya que cumple con toda y cada una de sus exigencias más previsibles. De no existir 'Moonlight', aquí estaría la principal rival de 'La ciudad de las estrellas: La La Land'. Por pura inercia.
A favor:Su perfil es el de película ganadora del Oscar. La historia que cuenta es potentísima, su mensaje es muy inspirador, su reparto está maravilloso, premio SAG incluido, y todo funciona como un reloj (académico). Insistimos, en cualquier otro año sería una de las rivales a batir más evidentes.
En contra: La Academia se ha conmovido más en Los Ángeles que en la NASA.
'La llegada'
Para muchos, entre los que me incluyo, la mejor película del pasado año. 'La llegada', primera incursión de ese genio llamado Denis Villeneuve en el terreno de la ciencia ficción más profunda y dramática, es una obra maestra capaz de mantener al espectador hipnotizado con una historia que, a través de la calma, la delicadeza, la tensión contenida y la épica de las emociones más cotidianas, consigue calar hondo. Las lágrimas que muchos hemos derramado en la sala de cine con ella son las mismas que, por fortuna, parecen haber conquistado el corazón de los académicos, enamorados un año más de una propuesta marcada por un género cinematográfica que nunca ha estado entre sus favoritos.
Parece que fue ayer cuando la ciencia ficción parecía poco menos que vetada por una Academia que, al fin, han comenzado a apreciar su valor, la intensidad, la profundidad, la inmensa valía y la capacidad para despertar interesantes conversaciones entre los espectadores. En ese sentido, 'La llegada' es la mejor propuesta con la que nos hemos encontrado en muchos años. Y sus ocho nominaciones a lo Oscar terminan de confirmar el carácter generalizado de esta opinión.
A favor:Cuenta con el favor unánime de crítica y público. Y de la Academia. En la historia de amor progresivo entre los académicos y el género de ciencia ficción, 'La llegada' supone un paso firme y decidido que podría reventar quinielas si terminara con estatuilla en el último segundo.
En contra:A pesar de sus ocho nominaciones, que Amy Adams no haya terminado colándose en la categoría de Mejor Actriz no son buenas noticias para una película que corre un importante peligro de quedarse sin un solo premio.
'Lion'
Todos los años ocurre. Es inevitable. Pero, por otro lado, ¿qué sería de las ceremonias de los Oscar sin películas con la esencia de 'Lion'? ¿Qué esencia? La de la búsqueda constante por conquistar a los académicos a través de unos trucos que, temporada tras temporada, se repiten una y otra vez. No falla. No importa que las costuras sean tan visibles como, por ejemplo, ocurre durante todo el segundo tramo de la película de Garth Davis, la Academia se emocionará, aplaudirá y nominará. Lo de premiar, salvo desastrosas excepciones, suele quedar en un segundo plano.
En cualquier caso, tampoco conviene pasarse con 'Lion', capaz de parecer una buena película durante toda una hora inicial que, ahí sí, condensa múltiples aciertos, especialmente en lo que respecta al pequeño Sunny Pawar. Durante esos sesenta minutos, el espectador observa a la altura de su pequeño protagonista todo un universo de injusticia, miedos y desesperación, conmovido ante la pérdida más dolorosa. Sin embargo, todo lo que sucede después, ya con Dev Patel al frente, corresponde a la fábrica de dramas ansiosos por conseguir premios nacidos bajo el brazo de Harvey Weinstein. Y, de nuevo, terminan colándose en múltiples categorías entre las que, casi siempre, se incluye la de Mejor Película. ¿Hasta cuando? No hablemos de utopías, por favor.
A favor:Weinstein, sus trucos para conquistar al más facilón de los académicos y una emoción tan artificial como oscarizable.
En contra:Todo lo demás.
'Manchester frente al mar'
El peso del silencio sobre la espalda, la inevitable armadura invisible que se crea todo aquel ser humano que ha observado, en primera persona, como todo su mundo se desmorona de la manera más terrible que podamos imaginar. Ese dolor, esa ausencia, esa pérdida insalvable, esa distancia infinita entre el pasado y el presente en la que el futuro no adquiere mayor sombra que la de la supervivencia, es el terreno en el que se mueve 'Manchester frente al mar'.
Todo duele, todo asfixia, y sin embargo, siempre queda un hueco para el absurdo en medio de la tragedia omnipresente. Porque esa es una de las misiones que el espectador se plantea a la hora de enfrentarse a la película escrita y dirigida con inmensa cantidad de talento por Kenneth Lonergan, ser capaz de tomar aire en medio de un invierno que hiela el corazón y empapa los huesos. Y esta espectacular maniobra de equilibrio es, junto a la unanimidad de la crítica y su glorioso paso por numerosos festivales, la que ha llevado a 'Manchester frente al mar' a llegar a la noche de los Oscar con la condición de ser una de las propuestas mejor valoradas por parte de la Academia.
A favor:Desde el primer momento se la ha considerado la tercera opción después de 'La ciudad de las estrellas: La La Land' y 'Moonlight', y nada parece haber cambiado ese estatus. Es un drama con toques de comedia capaz de emocionar y divertir con una facilidad deslumbrante. Su Oscar a Mejor Guión Original es uno de los, a priori, más claros de la noche y su protagonista también parte con serias opciones de levantar la estatuilla a Mejor Actor. Su triunfo en Mejor Película cerraría su noche gloriosa.
En contra:No es el típico (melo)drama de Oscar. Es un trabajo calmado, casi gélido, con el que no todo el mundo conectará con la misma facilidad. Muchos académicos, al igual que parte del público, no habrán terminado de entrar en ella.
'Comanchería'
Estrenada en nuestro país en el último momento del pasado año, 'Comanchería' llegó en el tiempo de descuento para poner una inesperada y sobresaliente guinda al 2016 cinematográfico Un western árido y fascinante en el que nada sobra y nada falta, conciso y contundente, ejemplar en su presentación y construcción de personajes, narrado de manera excepcional.
De esta forma, el director David MacKenzie entregaba su mejor película hasta la fecha y confirmaba su estatus de cineasta al que seguir la pista con especial atención, mientras que Jeff Bridges, Chris Pine y Ben Foster regalaban tres de las interpretaciones más memorables del año. Por eso, y pese a que muchas voces planteaba la posibilidad de que terminara siendo ignorada por la Academia, las numerosas virtudes de 'Comanchería' han encontrado su hueco en la gran fiesta del cine, incluyendo un lugar tan privilegiado como justo en la categoría de Mejor Película.
A favor:En cierto modo, es la opción más americana de todas. Ninguna otra de las candidatas propone un reflejo tan evidente y honesto sobre la situación actual del país, sin dejar de lado el peso de su pasado. Su triunfo encajaría en la línea que llevó a 'No es país para viejos' al Oscar a Mejor Película.
En contra:Salvo sorpresa en alguna de las categorías en las que compite, 'Comanchería' apunta al cero en su marcador de estatuillas.
'La ciudad de las estrellas: La La Land'
La Gran Favorita. Salvo sorpresa histórica, aquí tenemos a la nueva ganadora del Oscar a Mejor Película. Y le sobran los motivos, más allá de sus deslumbrantes 14 nominaciones. Intentar describir la magia que desprende una propuesta como 'La ciudad de las estrellas: La La Land', su capacidad para atraparte durante dos horas que pasan como un suspiro y anclarse en tu memoria de manera automática, se antoja más una misión imposible que otra cosa, pero lo que está claro es que crítica, público y Academia, se han puesto de acuerdo. Y a bailar.
Ese atasco inicial; Ryan Gosling paseando de madrugada silbando una preciosa melodía; Emma Stone hablando de los soñadores con el corazón en la garganta; ambos danzando por las estrellas o conquistando el amanecer con zapatos de baile; ese primer encuentro; esa última mirada. Y nos quedamos cortos. 'La ciudad de las estrellas: La La Land' contiene tantos momentos de cine en su estado más puro e inspirado, tanta ternura y belleza, que, definitivamente, las palabras (y los premios) nunca podrán hacerle justicia del todo. Aunque, la próxima madrugada del 26 de febrero, los académicos pueden demostrarlo a lo grande.
A favor:Todo.
En contra:Nada.
'Moonlight'
La búsqueda de la identidad propia, acompañada del nacimiento de una certeza acompañada por infinidad de dudas, tiene poco de poético y mucho de complejo. Encontrar las palabras para definir lo indefinible es más una verdad absoluta que una intuición, por lo que el mérito del director Barry Jenkins y su 'Moonlight' es, por puro cálculo, inmenso. La clave, una vez más, está en la mirada. La infantil, adolescente y adulta. Tan diferentes como unidas por el hilo invisible de un fantasma que siempre ha estado ahí y solamente ha encontrado un instante para sobrevivir anclado en la memoria de nuestro protagonista. Un mar de madrugada que asiste, hipnotizado, al origen de una herida convertida en tabla de salvación, en el único refugio en el que se puede, y debe, ser libre. ¿Había otra salida que no fueran los versos para contar algo así?
'Moonlight' no lo cree, y por eso alcanza de manera muy notable todos y cada uno de sus objetivos emocionales, que no están relacionados en ningún momento con la exhibición de poder dramático para todos los públicos, apostando todo a la poesía. Justo lo que necesitaba una historia, la de Chiron, lastrada por la prosa más dolorosa y frustrante del mundo. Por eso, cada destello de amor, incluso aunque su forma sea platónica, de suspiros o de ternura, nos conquista por completo. La belleza siempre efímera de la supervivencia. La Academia, en un acto que tiene la normalidad de dar visibilidad a una gran película, la ha aupado como la única posible rival para 'La ciudad de las estrellas: La La Land'. En cualquier caso, y siendo honestos, los Oscar necesitaban a una película como 'Moonlight', mucho más de lo que ella les necesita a ellos.
A favor:Su aura de película importante, necesaria, admirable. Se ha convertido en el fenómeno crítico de la temporada, por lo que su victoria sería celebrada a lo grande en numerosos grupos de expertos cinematográficos. La Academia mandaría un contundente mensaje de tolerancia y respeto en un momento en el que el contexto apunta en todas las direcciones posibles menos en esa.
En contra:'La ciudad de las estrellas: La La Land'. Un gigante al que parece imposible derribar.