'La que se avecina', la serie estrella de Telecinco, cerró la primera mitad de su novena temporada el pasado miércoles 1 de junio. Tras este parón realizado por la cadena para que el bajo consumo televisivo no dañe las audiencias de la serie, tendremos que esperar hasta que termine el verano para continuar disfrutando de la comunidad de vecinos más loca de la televisión. Y una de las tramas que más interesante se ha quedado es la de los Cuquis, ya que la llegada de Yoli (Miren Ibarguren) promete revolucionar a esta familia disfuncional. Por ello, aprovechamos para hablar con Eva Isanta para que nos cuente cómo va a vivir Maite Figueroa todos los cambios que están teniendo lugar esta temporada.
"Nuestra eterna dicotomía es esa: ni contigo ni sin ti". Es conocido por todos los espectadores de 'La que se avecina' que la relación de Maite y Amador (Pablo Chiapella) es un continuo tira y afloja. Sin embargo, Yoli parece haber llegado para poner todo patas arriba y entrometerse en esta relación de amor-odio. "Ya sabes que siempre Amador es imprevisible y las reacciones de Maite son siempre un poco extremas. Entonces van a pasar muchas cosas. También es verdad que Amador inicia una nueva relación con el personaje de Yoli, que es Miren Ibarguren, entonces ahí van a pasar muchas cosas". Parece ser que a Maite no le va a sentar muy bien la llegada de Yoli y su relación con el Cuqui, por lo que se esperan varios enfrentamientos entre estos personajes.
Pero la señora Figueroa no vive ahora sola, ya que tiene a La Chusa (Paz Padilla) como empleada interna en su hogar, quien tampoco es que le facilite precisamente las cosas. Ya hemos visto lo impredecible que puede llegar a ser este personaje pero, ¿cómo le afectará a ella los nuevos líos entre la familia Rivas-Figueroa? "La relación entre la señora Maite que está muy potenciada por su éxito y La Chusa que es ese ser que es una exyonqui desastrosa con los niños y con Amador se están formando ahí unos triángulos y unas figuras geométricas muy divertidas y con muchas puntas". La Chusa puede llegar a ser un aliado muy importante para Maite en su enfrentamiento con Yoli.
En cuanto a la continuidad de la serie, uno de los temas que siempre se encuentran de actualidad para los seguidores de 'La que se avecina', Eva Isanta tiene clara la respuesta. Para ella, estamos ante una de las mejores temporadas, pues el equipo de guionistas ha conseguido introducir giros muy novedosos. Así de contundente se muestra con su afirmación: "Yo creo que queda para rato". Por ahora conocemos que la ficción de Contubernio tiene asegurada una décima temporada que comenzará a rodar en septiembre.
Llega el reencuentro
Además de la llegada de Yoli, en el último capítulo pudimos disfrutar de la vuelta de otro de los actores más representativos de la extinta 'Aquí no hay quien viva': Luis Merlo. Recordemos que Merlo e Isanta compartían piso en el 1ºB de Desengaño, 21 con sus interpretaciones de Mauri y Bea, por lo que era muy ansiado el reencuentro entre estos dos actores en la ficción. Aunque por ahora parece que no van a compartir mucho plano juntos, sin duda es una alegría para ambos volver a coincidir. "Siempre que nos encontramos nos hace mucha ilusión porque tenemos muchas cosas en común, de pasado, de trabajo, cosas que hemos vivido...". Tendremos que esperar a la llegada de los nuevos capítulos para comprobar si los hermanos Alberto y Laura Caballero nos tienen preparados más momentos protagonizados por Eva Isanta y Luis Merlo.
Las novedades de la novena temporada de 'La que se avecina'
Teodoro (Ernesto Sevilla)
El hermano de Amador llega a la urbanización de visita y su estancia se prolongará indefinidamente cuando el Cuqui le convenza para que se quede a vivir con él. La idílica convivencia entre los hermanos Rivas se complicará cuando Teodoro inicie un noviazgo con Alba, la hija transexual de los Recio, hecho que suscitará los celos de Amador. Optimista y romántico, Teodoro desea fervientemente que su novia se opere para poder consumar su relación. Además, su excelente labor como gestor le permitirá reflotar Mariscos Recio, iniciativa de la que recelará Antonio, convencido de que el novio de su hija es un advenedizo que pretende arrebatarle su imperio empresarial.
Alba (Víctor Palmero)
La fatalidad y las grandes dificultades marcarán los primeros compases de la nueva vida de Alba en su regreso al complejo residencial: un accidente de paracaídas culminará con la inesperada muerte de Leo y el proceso de su cambio de sexo se prolongará más de lo esperado. El fallecimiento de su novio sumirá a la hija de Antonio y Berta en una profunda depresión, situación de la que logrará salir tras enamorarse de Teodoro, a quien desea entregarse plenamente.
Vicente (Ricardo Arroyo)
A sus 65 años, Vicente se verá obligado a asumir la mayor responsabilidad de su vida: la presidencia de Montepinar 7, cargo al que llegará tras la celebración de un sorteo que aceptará cuando su hijo Javi se ofrece a costearle el fútbol de la televisión de pago. En su mandato presidencial le acompañará Fermín, su asesor personal y mano derecha, que le animará a poner en marcha catastróficas iniciativas. La alta morosidad, los continuos enfrentamientos entre los vecinos y los pésimos consejos de Fermín provocarán las airadas quejas de los residentes de Mirador de Montepinar, hecho que llevará a Vicente a pedir ayuda a Enrique, su predecesor, que no podrá desentenderse de la nefasta gestión de la cúpula presidencial debido a su innato sentido de la responsabilidad. Mientras, Antonio, herido en su amor propio cuando los demás propietarios rechazan su candidatura presidencial, decide crear innumerables problemas a la comunidad.
Los Cuquis (Pablo Chiapella y Eva Isanta)
Convivir juntos bajo el mismo techo aparentando ser una familia ideal es la estrategia que pondrán en marcha Amador y Maite para recuperar a sus hijos, caso que ahora llevará Mercedes, la nueva y estricta asistente social. Convertida en una escritora de novela erótica de éxito, Maite disfrutará de una vida acomodada mientras descubre que su privilegiada situación económica suscita los recelos y la envidia de los vecinos. Para controlar a Amador, le pondrá un sueldo mientras su "ex", convertido en "hombre florero", luchará por recuperar su admiración. La convivencia entre ambos será insostenible y Maite acabará echándole de su hogar: él iniciará un noviazgo sin querer con Yolanda, la empleada de una Retoucherie, y ella, que desea disfrutar al máximo de sus últimos años de atractivo, se enamorará de un artista multidisciplinar.
Chusa (Paz Padilla)
Determinada a rehabilitarse, la exnovia de Coque comienza a trabajar en casa de Maite, sin remuneración alguna pero a cambio de cobijo. Para ganar algo de dinero, Chusa ejercerá su antigua profesión esporádicamente. Su vida se complicará sobremanera cuando los Cuquis logren finalmente la custodia de sus hijos, ya que a su larga lista de tareas domésticas cotidianas se sumará una más: el cuidado de Carlota, Nano, Rodrigo y "Ojos de Pollo". A pesar de verse sobrepasada por la situación, verá aflorar nuevamente su instinto maternal y comenzará a plantearse la maternidad en solitario.
Enrique y Araceli (José Luis Gil e Isabel Ordaz)
Una llamada de la dirección de su partido pondrá fin al apacible retiro de Enrique: la alcaldesa ha sido imputada y él debe convertirse en el nuevo regidor del ayuntamiento hasta que finalice la legislatura. Tras aceptar la propuesta, su vida se convertirá en un infierno: las presiones de su partido, los oscuros intereses económicos de diversos lobbies y el continuo acecho de vecinos y allegados determinados a sacar provecho de su amistad serán una constante. Decidido a no transigir con las múltiples peticiones, no tardará en recibir las primeras amenazas. Acomplejado por su asesora, convencerá a Araceli para que ejerza de primera dama en los actos públicos. Su exmujer desatará el interés de dos pretendientes: Fermín y el señor Zhong, un poderoso inversor chino.
Los Recio (Jordi Sánchez y Nathalie Seseña)
Recién casados, los Recio tendrán que abordar el delicado anímico de Alba, en shock tras el repentino fallecimiento de su amado Leo. Acuciado por las deudas, el inicio de la debacle de su imperio empresarial y el acecho de Hacienda, Antonio afrontará uno de los mayores reveses de su vida cuando Alba decide someterse a una operación de cambio de sexo. Mientras Berta sufre por el grave desencuentro entre su marido y su hija, él boicoteará la gestión de Vicente y Fermín. Recuperar el control sobre su familia, su empresa y la presidencia del complejo residencial será su prioridad absoluta.
Raquel, Nines y Coque (Vanesa Romero, Cristina Medina y Nacho Guerreros)
Enamorado "hasta las trancas" de Nines, Coque está determinado a dar un paso adelante en su relación. Llevan tres años de noviazgo, sus respectivos padres se conocen y según él, ya ha llegado el momento de pasar por el altar. Obcecado con casarse con su novia, emprenderá la búsqueda del anillo de pedida para convencerla de que de el "sí, quiero". Testigo de sus desvelos será Raquel, la prima de Nines, que convive bajo el mismo techo que la pareja y que encontrará la estabilidad profesional tras incorporarse a la plantilla de una galería de arte.
Fina (Petra Martínez)
Arisca, retorcida e intransigente, Fina proseguirá su particular cruzada contra los residentes de Mirador de Montepinar. Tras martirizar a los Recio con sus ruidosas y atípicas costumbres nocturnas, la anciana la tomará con Javi y Lola, pareja que no dudarán en plantarle cara. Sin embargo, el matrimonio Maroto no será la única víctima de la excéntrica propietaria, que también le hará la vida imposible a Araceli.
Judith (Cristina Castaño)
Angustiada por la cercanía de los cuarenta y en conflicto permanente con Enrique, a quien recrimina que apenas se haga cargo del cuidado de Dylan, Judith afronta una etapa particularmente difícil. Vivir en paz, desvincularse de los problemas comunitarios y ampliar su horizonte profesional serán sus principales objetivos. En el plano sentimental, encadenará un fracaso tras otro mientras intenta rehacer su vida: un vigoréxico, un ultracatólico, su nuevo jefe y hasta Amador serán algunas de sus fugaces conquistas.
Lola y Javi (Macarena Gómez y Antonio Pagudo)
Sabe que no le pega nada pero, aun así, está decidida a convertirse en una devota esposa, una fabulosa madre y un ama de casa perfecta. Ante la falta de proyectos laborales como actriz, Lola, en su nuevo rol, volcará su energía en su familia criando a su hija y buscando una mayor intimidad con su marido. Javi, en cambio, agobiado por la triple carga familiar -Ursulita, Fermín y Vicente-, desea que su esposa encuentre trabajo cuanto antes, mientras espera que la desastrosa gestión de su padre como presidente de la comunidad no le salpique.