Valak da miedo, pero el demonio que James Wan tuvo en mente en un principio para 'Expediente Warren 2' no se queda atrás. El director y coguionista de la segunda entrega de esta terrorífica saga ha querido compartir una imagen del imponente ser en el que pensó originariamente para hacer de 'El Caso Enfield' uno especialmente espeluznante, y lo ha hecho explicando los motivos por los cuales finalmente decidió descartarlo en favor de La Monja.
Wan, que dice se concentró "en la narración de personajes por encima de cualquier otra cosa" para ese capítulo 2 de su franquicia de miedo, continua explicando cómo fue el proceso de desarrollo de la amenaza para la segunda aventura de los Warren. "Este es mi primer diseño de la entidad demoníaca que acecha a la familia y a Lorraine. Aaron Sims (diseñador conceptual) y yo nos inspiramos en nuestro diseño de Drácula para una película a la que estuve vinculado hace mucho tiempo llamada Castlevania".
"Justin Raleigh/Fractured FX construyó un traje animatrónico increíble, e íbamos a potenciarlo con alas hechas por ordenador. Pero, por desgracia, durante la edición, consideré que este demonio con cuernos bellamente diseñado/ esculpido era demasiado extraño para la película. Necesitábamos algo más arraigado y personal, algo que tomara la fe de Lorraine y tratara de ponerla a prueba/ corromperla. Recordé a la Lorraine Warren de la vida real hablando de su amor y reverencia por sus amigas monjas, y se me encendió la bombilla, así nació la Monja Demonio. Así que volvimos y reemplazamos al demonio cornudo con la monja durante el rodaje de escenas adicionales".
Según estas declaraciones de Wan, estuvimos a puntito de ver al demonio alado en 'Expediente Warren 2', lástima que su extravagancia y falta de conexión con Lorraine no convenciesen al cineasta.
Icónica
La Monja, demonio de última hora, se convirtió en todo un icono del cine de terror desde su primera aparición en pantalla, tanto es así que después ha inspirado un spin-off que explora algo más sus orígenes. Todo gracias a la originalidad de Wan y su equipo, que transformaron a una entidad que en la mitología nunca había sido representada como una monja. Ese lavado de cara para Valak fue la conclusión a todo el proceso que recorrieran los responsables de la cinta al darse cuenta de que el demonio inicial no les encajaba, y lanzarse a buscar inspiración en la conversación que el cineasta mantuviese con la fallecida Lorraine Warren. Así el demonio, que se describe tradicionalmente como un niño con alas de ángel montado en un dragón de dos cabezas, algo ciertamente amenazador y perfecto para esta clase de propuestas, se transformó en 'La Monja' maléfica.