A pesar de los innumerables escándalos en los que se ha visto envuelto Ezra Miller durante los últimos meses, Warner Bros parece no tener ninguna duda a la hora de seguir apostando por él para interpretar a Barry Allen. A finales de agosto, nos hacíamos eco de la reunión entre el actor de 30 años y los nuevos ejecutivos de Warner, Michael De Luca y Pam Abdy. Allí, Miller se disculpaba por su comportamiento y ambas partes se ponían de acuerdo para salvar la película, confiando en llegar a la fecha de estreno prevista para el 23 de junio de 2023. Ahora, según informa The Wrap en exclusiva, el protagonista de 'Tenemos que hablar de Kevin' ha regresado al set de rodaje de 'The Flash' para grabar una serie de escenas extras.
La grabación tuvo lugar la semana pasada en el set de rodaje de la película. Anteriormente, ya se informó de que Miller había rodado algunas escenas este mismo verano, pero todas ellas previas a su último encontronazo con la justicia. El pasado 7 de agosto, Miller fue acusado de robo con allanamiento de morada en la ciudad de Stamford, en el estado de Vermont, Estados Unidos. Allí es donde el actor tiene la conocida granja de cannabis en la que supuestamente acogió a una mujer de 25 años con sus tres hijos menores de edad.
'The Flash' buscará reiniciar la línea del tiempo de las películas de DC y establecer un nuevo escenario para las futuras películas de la conocida compañía. Inspirada en el popular cómic 'Flashpoint', el filme nos mostrará a The Flash viajando a través de diferentes multiversos, encontrándose con varias versiones de sí mismo.
Se encuentra en tratamiento
Recientemente, la polémica estrella anunció haber ingresado en un tratamiento para superar sus complejos problemas de salud mental. Noticia que no sorprendió demasiado a los fans, ya que el personaje de Miller tiene una gran proyección dentro de un Universo extendido DC que no atraviesa su mejor momento. Aunque pueda parecer la solución más extrema, es comprensible la desesperación de Warner Bros y su interés por la recuperación del actor, ya que llegaron a plantearse la cancelación la película, la cuál les ha costado alrededor de 200 millones de dólares.