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CRÍTICA

'Falcon y el soldado de invierno': Problemas psicológicos y racismo, Marvel se pone seria y se luce con su acción

La nueva serie marvelita para Disney+ apuesta por un tono carente de ese exceso de chascarrillo del que en ocasiones se acusa a la factoría. Además presume de acción mientras aborda el problema norteamericano con el racismo.

Por Berta F. Del Castillo Más 18 de Marzo 2021 | 17:01
Creadora de contenido digital y periodista especializada en cine y series. Fan de 'Star Wars'.

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Rotitos por dentro e inmersos en una realidad cruda que tiene al mundo desorientado y sumido en un caos inevitable. Así se nos presentan Sam y Bucky en 'Falcon y el Soldado de Invierno', la nueva serie de acción real creada por Marvel para Disney+, una propuesta muy alejada de 'Bruja Escarlata y Visión', que arranca dando tímidos pasos y dejando entrever una estructura más de película troceada que de narrativa seriada. Esto es algo en lo que inciden los propios responsables del proyecto, la directora Kari Skogland y su creador Malcolm Spellman, dos cineastas que no dejan de sugerir que el arco argumental por el que han apostado es más el de un film muy largo.

 'Falcon y el Soldado de Invierno'

¿Esto quita que nos vayamos a pasar la semana teorizando a la espera de que llegue el viernes para poder ver un nuevo episodio? Quizá no. La verdad es que con el único episodio que Disney ha puesto a disposición de la prensa, poco podemos aventurar en este sentido. De momento la incógnita giraría en torno a los malvados de la serie y cierta gran revelación que ofrece el Capítulo 1 a modo de cliffhanger, pero más allá de estos detalles, con los que los lectores de los cómics están más que familiarizados, si que es cierto que el planteamiendo no viene marcado por un misterio constante como era el caso de la serie protagonizada por Elizabeth Olsen y Paul Bettany.

Aquí nos encontramos ante una propuesta que alterna la acción y los traumas como 'Bruja Escarlata' alternase el misterio y los traumas, y es que esta parece la ser verdadera columna vertebral de la Fase 4. Que multiverso ni multiverso... Unos héroes más humanos que nunca, que lo mismo sufren lidiando con la pérdida, como tratan de gestionar su estrés postraumático o sus problemas de identidad. A esto hay que unir un conflicto psicológico común a toda la humanidad: las consecuencias del blip, la cuestión racial que plantea el personaje de Anthony Mackie, y otras vicisitudes terrenales como los problemas económicos... ¿Cómo se reengancha a la vida tanto personal como financiera alguien que ha estado ausente durante 5 años?

'Falcon y el soldado de invierno': Problemas psicológicos y racismo, Marvel se pone seria y se luce con su acción

El chasquido de Thanos, ese blip del que tanto vamos a escuchar hablar en las semanas de 'Falcon', tiene a la población mundial muy ocupada adaptándose de nuevo. Y es que la experiencia global que pasase por un duelo generalizado en el momento en el que este villano hizo desaparecer a la mitad de la población, ahora ha virado a una recuperación también muy complicada. Esas personas que faltaban han vuelto dispuestos a continuar donde lo dejaron, pero sus seres queridos no son los mismos, el mundo no es el mismo y volver a abrazar un cambio tan fuerte está provocando todo tipo de fricciones. Los radicalismos surgen de la mano de las sombras de esta historia, aquellos que preferían una tierra menos poblada; y la gestión del día a día pesa a todos los niveles... Nos suena porque este sufrimiento camina muy paralelo a la "nueva normalidad" ocasionada por la pandemia de COVID-19, una situación que beneficia a 'Falcon' a la hora de establecer una conexión tanto con el espectador como con el momento en que va a estrenarse.

Total que esto arranca más que pegado a la realidad, algo que no deja de subrayar el equipo de la serie porque verdaderamente estas cuestiones tan terrenales cimentan todo el arco de 'Falcon', una serie cuyo mayor reto va a ser moverse en ese tono bastante más serio que las propuestas marvelitas recientes, mientras procuran capturar al espectador con la acción. Y hablando de la acción, por lo que se ve en esos primeros y perezosos pasos de la serie, este tipo de secuencias van a estar más cuidadas que nunca, con unas coreografías muy en sintonía con los protagonistas, que por fin sacan brillo a las respectivas posibilidades de cada uno. En el caso del personaje de Sebastian Stan la cosa está por ver, pero Mackie por fin puede presumir de planos adecuados a sus alas, gracias a un estilo de rodaje inspirado en el paracaidismo que favorece y mucho a esos instantes de adrenalítica aerodinámica.

'Falcon y el soldado de invierno': Problemas psicológicos y racismo, Marvel se pone seria y se luce con su acción

Eso sí, el rollo muy 'Capitán América: El soldado de invierno' y la cuidadísima acción de esta novedad del Universo Cinematográfico Marvel no quita que en originalidad se quede corta frente a 'WandaVision'. Aquí no hay algo rompedor, diferente y fresco, sino más bien el reencuentro con una Marvel menos tendente al chascarrillo y más centrada en ser un thriller político con un trasfondo de radicalismos y problemas raciales a explotar. Todo esto lo comentamos desde la latencia porque por no introducir, en ese primer episodio no se nos introducen ni la mitad de los personajes protagonistas de la aventura. Aún así todo apunta en dicha dirección, con el tándem heróico tan centrado en su perfil militar como imbuido de cuestiones extrapolables al común de los motales.

Igual que Bucky no escapa a su pasado como asesino controlado por Hydra, Sam sufre al enfrentarse a la marcha de Steve (Evans) y lo que esta conlleva, un cambio de manos de ese símbolo que es el escudo del Capi, héroe que representa a la América personificada, algo que, como bien explica Skogland, supone un conflicto que gira en torno a "si aceptará el escudo, lo que el escudo representa, lo que significa para América, ¿es relevante el Capitán América?"... Estas preguntas generan un peso emocional muy fuerte en Sam, que une dicha presión a ese drama mundial tan lastrado por la devastación que causase Thanos.

'Falcon y el soldado de invierno': Problemas psicológicos y racismo, Marvel se pone seria y se luce con su acción

Humanidad, el ingrediente clave de la Fase 4

Esta ficción más terrenal que fantástica es la respuesta lógica al punto en el que nos había dejado el fin de la Saga del Infinito, pero no por ello sorprende menos. Ver a un superhéroe yendo al psicólogo tiene una potencia admirable y muy probablemente la capacidad de derribar más barreras que ninguna campaña de concienciación en favor de la salud mental. Este punto es el más digno de aplauso en el caso de 'Falcon y el Soldado de Invierno', serie que sí recorre un camino similar al de 'Bruja Escarlata' si lo que comparamos es su trastienda psicológica. La humanidad parece estar perfilándose así como el ingrediente clave de una Fase 4 más gris, alejada del bien y mal en el que se movía el Capi, y más decidida a explorar temas presentes en la vida de los fans.

Por supuesto ahí estará el toque fantástico, pero el racismo al que se enfrenta Sam y las consecuencias del blip, sujetan a esta serie que no parece dispuesta a volar en una dirección que no sea paralela al drama en el que se suelen tratar estos conceptos tan relevantes como difíciles de plantear si se aspira a un equilibrio tonal que cuente con instantes en los que se aligere la carga.

En definitiva, esperamos mucha acción y un interesante recorrido para estos héroes que toman el relevo de los vengadores originales en un momento más que difícil.

Nota: 7

Lo mejor: Que todo se construye en torno a los dilemas internos de sus protagonistas, un psicológico caldo de cultivo muy potente (al menos sobre el papel).

Lo peor: Que pueda verse lastrada por su estructura, más fílmica que seriada.