'El Padrino', 'Taxi Driver', 'La naranja mecánica', 'Annie Hall', 'Tiburón'... Todas estas películas tienen algo en común (además de ser muy buenas): la década de los 70. Esta época dorada del cine norteamericano nos dejó numerosas obras maestras, pero si hay una película considerada sinónimo de esta década a pesar de no conservarse tan bien como sus mencionadas coetáneas, es 'Fiebre del sábado noche'.
Dirigida por John Badham y protagonizada por John Travolta, 'Fiebre del sábado noche' fue un enorme éxito de taquilla en Estados Unidos (121 millones de dólares recaudados con un presupuesto de tan solo 3) y todo un fenómeno cultural y musical a finales de los 70. La película narra la historia de Tony Manero (Travolta), un italoamericano de 19 años, mujeriego, cabeza hueca y sin planes de futuro, que solo piensa en ligar y bailar todas las noches a su discoteca favorita.
'Fiebre del sábado noche' es sin duda una de las películas más emblemáticas de los 70, gracias sobre todo a su banda sonora compuesta principalmente por temas originales de The Bee Gees, y por supuesto a la interpretación de Travolta, que le valió su primera nominación al Oscar (la única que obtuvo el film).
Vista ahora, 'Fiebre del sábado noche' ha envejecido peor que otras películas de la época. Su estilo es cosa del pasado y puede resultar ridículo a ojos del espectador contemporáneo, y su argumento está cargado de momentos machistas, homófobos y racistas que reflejan la mentalidad más atrasada de la década y hoy en día serían impensables.
Pero a pesar de todo esto, no se puede negar su enorme repercusión en la sociedad y su lugar en la historia del cine. 'Fiebre del sábado noche' es el símbolo de una década, la de la música disco, los pantalones de campana, la laca y el poliéster. En este sentido, el film conserva intacta su cualidad icónica, en especial durante las memorables escenas de baile en la discoteca. Aunque lo cierto es que no se quedaba en la superficie como quizá muchos recuedan, sino que bajo la bola de la discoteca y entre el humo de los cigarrillos se escondía un retrato con más capas de lo que parece a simple vista de la juventud de los 70 y su búsqueda de un propósito.
Do the Hustle!
'Fiebre del sábado noche' se recuerda por sus escenas bañadas de color en la pista de baile y el influyente estilo de Tony Manero (inolvidables esos andares de chulo al comienzo del film y sus golpes de cadera en la discoteca con el famoso traje blanco), pero hay mucho más. Dejad caer la aguja sobre el vinilo y que suenen 'Stayin' Alive' y 'Night Fever' mientras leéis estas 13 curiosidades sobre la película.
Curiosidades de 'Fiebre del sábado noche'
Rodaje dificultoso
El rodaje fue todo un suplicio por culpa de la popularidad de John Travolta. El actor se convertiría en una gran estrella mundial gracias a Tony Manero, pero ya tenía miles de fans adolescentes debido a su participación en la sitcom 'Welcome Back, Kotter'. En cuanto estas se enteraron de que Travolta iba a grabar la película en Brooklyn, se presentaron en el set a diario, haciendo muy difícil el trabajo del equipo y obligando a cancelar el rodaje a mitad del primer día. Según el director, John Badham, no solo había chicas gritando constantemente e incluso zarandeando el tráiler de Travolta para obligarlo a salir, sino también chicos con mensajes de odio hacia el actor por ser más atractivo que ellos. La situación se volvió insostenible y la solución fue cambiar el horario de rodaje a la noche y la madrugada.
Dos versiones
'Fiebre del sábado noche' se estrenó en Estados Unidos en diciembre de 1977 convirtiéndose rápidamente en un gran éxito de taquilla, algo sorprendente teniendo en cuenta que se trataba de una película para mayores de 18 años. En 1979 se estrenó en cines una nueva versión para todos los públicos, cortando las escenas de sexo, la violencia y las expresiones malsonantes.
The Bee Gees
Contrario a lo que muchos creen, los Bee Gees no tuvieron nada que ver en la idea de la película. Casi la totalidad del metraje ya estaba grabada cuando el productor Robert Stigwood encargó al mítico grupo musical que escribiera los temas de la película. Sin saber muy bien de qué trataba la historia, estos se metieron en el estudio y sacaron varias canciones en un fin de semana, a las que añadieron algunas en las que ya estaban trabajando por su cuenta, como el clásico 'Stayin' Alive'. Debido a esto, en la mayoría de escenas de baile, los actores en realidad no se están moviendo al ritmo de las canciones que se escuchan en la película, sino temas de Boz Scaggs y Stevie Wonder, como desveló más tarde John Travolta.
La más vendida
Hablando de los Bee Gees, la de 'Fiebre del sábado noche' es la segunda banda sonora más vendida de la historia (fue la primera durante 15 años). Temas como 'Stayin' Alive', 'Night Fever' o 'How Deep Is Your Love' ayudaron a que el doble LP de la película vendiera más de 15 millones de copias, solo superado por la banda sonora de 'El guardaespaldas', que vendió 17 tras ponerse a la venta en 1992.
Rescató la música disco
La música disco fue muy popular a mediados de los 70, pero a medida que la década se acercaba a su fin, las ventas de este estilo de música descendieron y dejó de estar de moda. Hasta que se estrenó la película en 1977 y el disco volvió a lo más alto, alcanzando una repercusión mayor ya no solo entre los jóvenes, sino en toda la sociedad.
Stephanie
Encontrar a la co-protagonista femenina e interés amoroso de John Travolta fue una tarea complicada. Los productores hicieron audiciones a cientos de jóvenes actrices, pero ninguna les convencía. La casualidad quiso que un día Karen Lynn Gorney compartiera un taxi con el sobrino del productor, Robert Stigwood, que le ayudó a conseguir el papel. Cuando este le contó que su tío estaba trabajando en una película, ella respondió con la broma que hacía siempre: "Anda, ¿y salgo yo?".
La novia de Travolta murió durante el rodaje
John Travolta llevaba seis meses saliendo con Diana Hyland, actriz 18 años mayor que él que interpretó a su madre en 'El chico de la burbuja de plástico', cuando esta murió a los 41 años de cáncer de pecho mientras Travolta filmaba 'Fiebre del sábado noche'. El actor dejó temporalmente el rodaje para estar con ella en sus últimos días de vida.
Reacción real
En la escena donde Tony, Stephanie y la pandilla están comiendo en la hamburguesería White Castle, los extras detrás del mostrador eran los empleados reales del local. El director les pidió que hicieran su trabajo con normalidad, como si no estuvieran grabando, mientras que dio instrucciones a a los actores para que los sorprendieran armando jaleo. El actor Paul Pape (Double J) hizo caso y se bajó los pantalones enseñando el culo a los empleados. El "calvo" del actor no forma parte de la película, pero sí la reacción que provocó.
Por otro lado, en la secuencia del puente, cuando Tony y su pandilla fingen caerse al río para asustar a Annette (Donna Pescow), la reacción de terror de la actriz también es real y su grito "¡Cabrones!" fue improvisado, ya que el director decidió no contarle que había una plataforma a pocos centímetros del borde, sobre la que los actores caerían.
Tango Hustle
En una escena hacia la mitad de la película, Tony y Stephanie bailan el tango hustle, una combinación de ambos estilos que inventaron los propios John Travolta y Karen Lynn Gorney. La razón es que el coreógrafo se equivocó con su horario y no sabía que tenía que ir a trabajar ese día, así que los actores tuvieron que improvisar. Por desgracia, el tango hustle nunca se puso de moda.
El traje de Tony Manero
Originalmente, el icónico traje de Tony Manero iba a ser negro, el color que solían vestir los hombres de la época y que Travolta prefería. La diseñadora de vestuario, Patrizia Von Brandenstein, convenció al actor de que era mejor que fuera blanco, porque simbolizaba el viaje interior del personaje hacia la luz, pero también porque era más práctico para grabar en el interior de la discoteca.
El crítico de cine Gene Siskel compró el traje en una subasta benéfica en 1979 por 2.000 dólares. En 1995 lo vendió por 145.000 a un comprador anónimo.
Palabrotas
'Fiebre del sábado noche' era una película muy atrevida que incluía desnudos, escenas de sexo y muchas palabras malsonantes, reflejo de la actitud más laxa en el cine de la época. Además de dejar caer numerosos "fuck" y "shit", así como términos racistas y homófobos, fue la primera película mainstream de Hollywood en la que se pudo oír la expresión "blow job" (mamada).
Condiciones extremas
En la ya mencionada escena del puente, los actores tuvieron que soportar fuertes ráfagas de viento y temperaturas muy bajas. Además, no estaban atados a un arnés, como es normal, y no había red de seguridad.
Product Placement
En el comentario de la edición en DVD, Badham desveló que la marca de preservativos Trojan le regaló un suministro de condones para toda la vida por haberlos sacado en una escena. El director los donó a una organización benéfica.
