Ya huele a gasolina y neumático quemado. Toretto y los suyos llegan de nuevo a los cines con la décima entrega de 'Fast & Furious' y para celebrarlo, Universal decide traer la ficción y el drift desde la gran pantalla a Madrid. En el parking de la conocida sala de exhibiciones de Kinépolis en la capital (al más puro estilo 'A todo gas: Tokyo Race') el BMW E46 V8 de Marc Blanco, campeón nacional de drift en la categoría semi pro, y el Nissan S13 RB25 de Javier Polo, se reunieron para dejar su huella en la promoción de 'Fast X'.
Universal brindó la oportunidad a unos pocos afortunados de subirse al lado de estas eminencias del mundo del motor, para fatiga o disfrute de estos copilotos, dependiendo de lo que te guste girar, girar y girar.
Esta experiencia permitió sumergirnos de lleno en la saga protagonizada por Vin Diesel y comprobar hasta qué punto son fidedignas las sensaciones que transmiten las películas con la realidad.
Para sorpresa de todos los que piensan eso de que "el cine es pura fantasía", lo cierto es que el drift, uno de los estilos de competición automovilística predominantes a lo largo de la saga, comparte más cosas de las que imaginamos con las aventuras de la familia Fast, y no solo hablamos de velocidad. Empezando por ahí, por el concepto de familia, Toni Cuquerella, la eminencia de la Fórmula 1, adelantaba antes de montar en los coches el sentimiento que se debe tener si quieres formar parte de este estilo de competición: "Hay algo que creo que plasman muy bien las película de la competición, el sentimiento de familia. Aunque sean rivales, si tienen algún problema van todos a una a solucionarlo", dice el comentarista de F1.
Blanco, durante su charla con la prensa, habla sobre el impulso que la tercera película de la saga ('A todo gas:Tokyo Race') supuso para esta categoría que hasta entonces circulaba en territorio ilegal: "Esto está regulado desde hace muy poco tiempo", dice el campeón. El drift, original de Japón, es un deporte automovilístico que apenas tiene unos pocos años de vida, como comenta Blanco. Él, desde su experiencia, cuenta cómo esta película sirvió para querer dar el paso de espectador a piloto: "Es curioso porque yo descubrí el drift, me enamoré de él y decidí que quería probarlo cuando vi la tercera película", revela Blanco cómo descubrió su vocación a raíz de la película de 2006.
Otro de los invitados especiales que se desplazaron hasta la exhibición fue Erasmo Río, juez en las competiciones más importantes de esta categoría y miembro de la organización de campeonato nacional de drift. Río, como persona ligada a este estilo emergente, ve importante recalcar lo del sentimiento de familia, la base de 'Fast & Furious': "Aunque luego haya cierto salseo en redes sociales, en el momento de la competición si surge algún problema tienes que estar ahí apoyando". Además, reveló para eCartelera cuál es su escena favorita de toda la saga: "No puedo elegir solo una pero voy a elegir solo una, el parking de Tokyo. Está muy bien captada la esencia, yo he estado ahí y es exactamente igual", desvela Río.
Uno de los bailes de 'Fast & Furious'
El drift, descrito de la misma manera por los tres expertos, es un baile, no una carrera. La principal diferencia entre las competiciones de este estilo y otras como la Fórmula 1 es que no gana el que llegue antes, sino el que sepa sacar a relucir la belleza de su máquina en cada giro.
Hay increíbles escenas (sobre todo en la tercera) que muestran estos "bailes". Sin embargo, uno de ellos ha quedado grabado en la memoria de todos los fans: el de Han y Sean serpenteando las carreteras de Japón. En la escena vemos a Lucas Black y Sung Kang al volante de su Mitsubishi Lancer Evo IX GSR y Mazda RX-7 Veilside.
'Fast & Furious X' se llega a los cines el 19 de mayo, hasta ese momento solo queda correr o morir.
