Tras cabrearse hasta el punto de amenazar con abandonar la saga esta última semana, parece que el actor Tyrese Gibson se ha tomado un par de tilas y se ha relajado un poco. Los últimos meses ha tenido una cruzada contra Dwayne Johnson alias The Rock porque este estaba de acuerdo en estrenar un spin-off antes que 'Fast & Furious 9', y a Gibson le parecía que esto era un sacrilegio y un pecado cuanto menos.
El enfrentamiento se ha saldado con mucha indiferencia y un único vídeo por parte de Johnson (diciéndole a Tyrese que su música es "mierda de perro"), y muchos llantos en tochoposts un poquito vergonzosos por parte de Gibson. Según dice, hoy ha tenido una charla "de corazón a corazón" con un socio de The Rock y esto será lo último que suba a Instagram sobre este drama.
No se sabe con quién ha hablado exactamente, pero todo apunta a que con este mediador están llegando a un acuerdo y calmando las cosas. A Gibson le han recordado que el concepto de familia es esencial en la saga, algo que se perdería si un actor abandona. Además, Justin Lin volverá para dirigir 'Fast & Furious 9' alimentando el legado de Paul Walker.
¿Dramarketing?
Este tema ha sido titular en muchas noticias últimamente, y el año pasado fue la disputa entre Dwayne Johnson y Vin Diesel la que se hizo muy pública. Además, Michelle Rodriguez (Letty Ortiz) también dijo este año que dejaría su papel por la forma en la que 'Fast & Furious' trata a los personajes femeninos. No se sabe si por contrato tienen que montar una escenita en las redes sociales para ganar publicidad gratis, pero está claro que funciona.
La saga 'Fast & Furious', de peor a mejor
'A todo gas 2'
Una continuación que intentó aprovechar el tirón de la primera, sin Vin Diesel, y con la cara bonita de Walker como principal reclamo. El resultado fue una cinta de acción que pasó sin pena ni gloria, olvidable, y que cosechó dos nominaciones a los premios Razzie, incluyendo peor remake o secuela.
La historia continuaba años después de lo sucedido en la primera, con O'Conner sin su insignia y alejado del cuerpo policial, viviendo en Miami; sin embargo, cuando la policía es incapaz de acabar con un empresario que blanquea dinero a través de su negocio, tendrán que pedir ayudar a nuestro protagonista, quien se sube al coche acompañado de su mejor amigo, Roman Pearce.
'Fast & Furious: Aún más rápido'
Tras el fiasco de 'A todo gas 2' y el descalabro de 'Tokyo Race', los dos protagonistas unieron fuerzas para revitalizar la saga. ¿Qué pasó? Que se les fue de las manos: escenas de acción demasiado al límite, poca originalidad en las tramas... En definitiva, mucho ruido y pocas nueces.
Lo que sí tenía bueno esta secuela era que volvíamos a encontrarnos con O'Conner y Toretto y todo rezumaba nostalgia. El policía volvía a estar tras la pista de Dom; sin embargo, cuando descubren que tienen un enemigo en común, deciden unirse y juntar fuerzas. Es así como surge la amistad que veremos en la siguiente trilogía.
'Fast & Furious 5'
A la rapidez y a la furia se le une la fuerza desmesurada de The Rock. La introducción del personaje en la saga hace que todo adquiera un cariz más violento (las peleas cuerpo a cuerpo con Diesel son como ver a Hulk contra Thor en versión alopécica) y eso se nota en las tramas, lo que provoca alguna que otra escena ridícula, como la persecución con la caja fuerte destrozándolo todo.
La historia arranca con Dom y O'Conner huyendo de la justicia tras escapar el primero de la cárcel. Ambos se encuentran en Río de Janeiro cuando Hobbs les encuentra e intenta detenerlos. Pero no es el único: tendrán que enfrentarse a un empresario que los quiere ver muertos.
'Tokyo Race'
Aunque no contaba con ninguno de los protagonistas, 'Tokyo Race' fue más que decente. Adentrándonos en las calles de la capital japonesa, las tramas se volvieron más oscuras, más exóticas y, con un protagonista algo más naif, todo adquirió un toque de originalidad que nadie esperaba y, queramos o no, la sorpresa siempre es un factor que gusta.
Nuestro protagonista es un joven que no encaja en ningún sitio salvo cuando se pone tras el volante... Entonces se convierte en el mejor. Cuando la policía lo pilla, es enviado a Japón junto con su tío para que adquiera disciplina; sin embargo, allí descubrirá las carreras más peligrosas del mundo y se hará un buen enémigo: el jefe de la Yakuza.
'Fast & Furious 6'
Para mi gusto, Justin Lin no le hizo ningún bien a la saga. Cierto es que con 'Tokyo Race' introdujo algo de sangre nueva pero, en las tres siguientes, transformó la saga en un batiburrilo de explosiones sin sentido. En ésta, con el regreso de Letty, intentó realizar una cinta que los fans pudieran reivindicar y, dentro de lo malo, no le salió del todo mal. Claro, luego ves la séptima entrega, y alucinas.
Retirados de todo, O'Conner y Toretto viven apartados de la ley y del mundo hasta que Hobbs aparece y la cosa cambia por primera vez en la saga: el policía les pide que trabajen codo con codo para frenar a un mafioso. Nuestros protagonistas no están por la labor de aceptar... hasta que ven una foto de Letty, a quien creían muerta tiempo atrás.
'A todo gas'
La buena, la original, la culpable de todo. Corría el año 2001 y Vin Diesel y Paul Walker no sabían lo que les esperaba. ¿Quién les iba a decir que una película de coches iba a iniciar una de las sagas con más fans y que más millones ha reportado a la industria? Ambos fueron catapultados a la fama (aunque Diesel ya había hecho 'Pitch Black' un año atrás) y sus nombres estarían ligados para siempre con el automovilismo.
La historia no podía ser más sencilla: un policía se infiltra en el mundo de las carreras ilegales y, al acercarse al cabecilla, se enamora de su hermana, complicándolo todo.
'Furious 7'
Todo lo que hace James Wan mola mucho. Esto es así. Es un hecho, una realidad. Y las películas de coches no iban a ser menos. 'Furious 7' es lo máximo. Es un canto a los fans desde la primera escena con Jason Statham caminando por el hospital derruido hasta el cierre, con la despedida del fallecido Paul Walker. Tiene un ritmo espectacular, unas escenas rodadas con un gusto exquisito y una facilidad tremenda para reírse de si misma y sacarle la sonrisa al espectador. Tendría que haber sido el cierre de la saga porque, reconozcámoslo, no la van a poder superar.
Cuando un asesino empieza a acabar con todos los componentes del grupo, nuestros protagonistas tendrán que volver a sentarse al volante y recorrer medio mundo para acabar con él. Y, es Jason Statham, no se lo va a poner nada fácil.