Desde que Steve Harvey se confundiera catastróficamente a la hora de otorgar la corona a la belleza más espectacular del universo en el desfile que se celebrase el pasado año, las entregas de premios se han convertido en un reto notable. Pero, lo que Harvey probablemente no sepa, es que no está sólo, ya que en ese mismo error también se vio envuelta la actriz Adriana Ugarte al anunciar el Goya 2013 a la Mejor Canción. Suponemos que la artista, que recientemente ha estrenado la superproducción española 'Palmeras en la nieve', no recibiría amenazas de muerte como el cómico americano, pero desde luego correría cierto riesgo de tropezar con la misma piedra en la actualidad. Así que para estar preparados ante cualquier contratiempo, hemos preparado un tutorial para sobrevivir a cualquier entrega de premios.
Silvia Abril asegura que si Ugarte le hace a ella algo así las represalias serían instantáneas: "Yo subo y le doy. ¿No son los premios Feroz? Subo y le doy, en serio". Probablemente a Abril le vendría genial un tutorial acerca de cómo reaccionar ante las vicisitudes que puedan sucederse en una gala como la que se celebrase anoche. La tercera edición de los Premios Feroz, afortunadamente, no dejó como anécdota ninguna situación de este estilo. Pero Miguel Herrán estaba realmente preparado y podría dar un par de consejos a Abril en lo que a ser algo más cariñoso se refiere: "Iría hacia Adriana Ugarte, le plantaría un beso de tornillo, y le diría: 'con esto compenso'". Mucho mejor que andar "agrediendo" a nadie por ser humano en un momento demasiado comprometido.
¿Y si te llevas el galardón?
Diríamos que para esto harían falta unas pautas, si pensamos en los discursos aburridos de dos horas que nos han dejado según que estrellas en el momento de agradecer el honor: "A los productores, guionistas, a ese equipazo, a mi amigo de la infancia que siempre creyó en mí, a la vecina de la casa en la que crecí, a mi familia, de padres a primos segundos...". Pero, si en vez de acordarnos de los momentos soporíferos, rememoramos aquellos impagables surgidos de la emoción sin limites que vivían los agraciados, estamos más que dispuestos a dejar a un lado todas las normas.
Aquel instante en el que Roberto Benigni decidió hacer acrobacias en el patio de butacas al recibir el Oscar por su papel en 'La vida es bella', o ese en el que Adrien Brody decidió celebrar su premio de la Academia por 'El pianista' dando un besazo inolvidable a la actriz Halle Berry.
Nuestros intérpretes son mucho más comedidos, pero a ellos también les brillan los ojos pensando en un triunfo que, según Abril, va por dentro: "Es mucho de voz interior. Cuando te dan un premio hay muchas cosas que se dicen por dentro y que los micros no pillan". ¿Os imagináis a nuestras estrellas ibéricas dando rienda suelta a su voz interior en ese momento?