El día sexto empezaba con algo férreo y emocionante. Tal choque de sensaciones era gracias a 'Loving', la última historia firmada por Jeff Nichols, al que le acompañaban en el photocall los actores Joel Edgerton, Ruth Negga y Michael Shannon. Estamos en el Ecuador del festival y a la espera de los títulos más sugerentes, y tras los trabajos de Arnold y Jarmusch los días anteriores, se presentaban varios que también se decantan por la América profunda y poco desarrollada, bajo otras vertientes, claro. Continuamos escuchando acento yanqui por Cannes.
'Loving'
Bonita dualidad la del título: el gerundio del verbo amar en inglés, y el apellido de la familia de la película. Fiel a sí mismo y a extraer el alma de la rústica vida sureña, el director recoge en 'Loving' una historia basada en hechos reales sobre la lucha de un matrimonio interracial, Mildred y Richard por volver al estado de Virginia, su auténtico hogar. Nichols hace una pieza clásica en las formas pero con fuelle necesario que llegue a lo más hondo de forma apabullante. Un relato contenido, sujeto a las formas más tradicionales pero una vez más extirpando la humanidad de sus personajes. Algo que se consigue gracias a los dos protagonistas, unos Joel Edgerton y Ruth Negga entregados a la causa. La película posee toques de los que les gusta a la Academia, pero el cineasta conjuga bien esa fórmula sin caer en la ñoñería ni en la emotividad fácil. No busca el detalle ni el mensaje reivindicativo, tan sólo a un matrimonio que quiere volver a su casa y la ley no les deja. Jeff, se vaticinan nominaciones a 89 edición de los Oscar, ¡Y lo sabes!
Nota: 7
Lo peor: Su lado más supeditado a las formas
Lo mejor: Rebosa humanidad por todos los frentes
'Hell or High Water'
David MacKenzie levantaba la parsimonia de la sección Un Certain Regard con un western con Chris Pine y un desmejoradísimo Ben Foster haciendo de hermanos. El primero es un papá divorciado y el segundo un ex convicto. Ambos necesitan dinero para terminar de pagar la granja de su familia en Texas, para lo que deben tomar medidas drásticas. Taylor Sheridan, guionista de 'Sicario', dibuja dos historias paralelas: en contra de la ley, los hermanos, en el bando legal pone a un Jeff Bridges pasado de rosca convertido en sheriff a punto de la jubilación, al que le presenta en conversaciones con su secuaz Alberto (Gil Birmingham), hablando desde la aridez y la decadencia con ironía. Esta línea argumentativa convergerá con la de los dos bandoleros, al que el guion pinta con diferentes talantes muy claros. Eso sí, la trama posee todos los estereotipos del género pero le funciona, salvo un par de reveses que parecen más parodia. A Foster ya le habíamos visto en roles duros como 'En un lugar sin ley', no tanto a Pine que demuestra que sabe moverse más allá de los blockbuster, y aquí se pone en la piel de un hombre adusto.
Nota: 6
Lo peor: Alguna que otra persecución poco creíble.
Lo mejor: La mezcla de este thriller/western es muy entretenida
'Personal Shopper'
El público andaba expectante ante la segunda aparición de Kristen Stewart, ahora ya en competición con 'Personal Shopper'. Olivier Assayas la convierte en una americana en Paris, asistente de una celebrity (como en 'Viaje a Sils Maria'), que pasa el duelo de la pérdida de su hermano, cuyo espíritu presiente que le quiere decir algo. Si la actriz saltó a la fama con vampiros ahora se las ve con otras criaturas paranormales: los fantasmas. Y la incordian por varios canales de comunicación. ¿El resultado? Una pieza incongruente que pierde al espectador por completo. Es una pena. La cinta del francés acapara mucho en lo que a espectro se refiere y pega un patinazo serio. La protagonista de 'Café Society' se defiende como puede del estropicio del guion; también de los espectros, porque los tiene de todas las modalidades: apariciones etéreas, de los que dan sustos, incluso hasta asiduos a los smartphones, una nueva forma de que los fantasmas ataquen a Kristen. Igual ahora la Stewart echa de menos a los chupasangres y los hombres lobo.
Nota: 3
Lo peor: Que Olivier se haya dejado llevar demasiado por lo paranormal
Lo mejor: Si uno no se la toma en serio, hasta le puede gustar
