La nueva jornada del Festival de Cine Alemán nos sorprende con 'Refugio', el debut de Marc Brummund que se postula como nuestra favorita del festival, y nos deja fríos con 'Salvaje' y 'Fassbinder'.
Salvaje
La ficción nunca ha sido el campo en el que mejor se ha representado la identificación del ser humano con la naturaleza. De diferente forma películas como 'La princesa Mononoke', 'Hacia rutas salvajes', 'Nausicaä del Valle del Viento' o las recientes 'El abrazo de la serpiente' o 'El renacido (The Revenant)' nos han hablado de ese acercamiento del hombre a su entorno e instintos primitivos, pero no es frecuente que el cine nos ofrezca retratos de este tipo. 'Salvaje', el tercer largometraje de la directora alemana Nicolette Krebitz, es una excepción. A través de la historia de Ania, una joven a la que le cambia la vida después de cruzarse con un lobo de camino al trabajo, Krebitz muestra con gran naturalismo la metamorfosis de una mujer que cada vez se siente más desarraigada de "su mundo" y encuentra en la vida salvaje la razón de su existencia.
A partir de la incapacidad de Ania para adaptarse a la vida típicamente capitalista, con sus ritmos frenéticos y responsabilidades constantes, la cineasta alemana consigue dar forma a una alegoría sobre las crisis sociales contemporáneas. Ania es inteligente y atractiva pero no puede hacer frente a los problemas cotidianos: la independencia de su hermana, la enfermedad de su abuelo, la presión de su jefe... La única salida a tan angustiosa vida la encuentra en la naturaleza, a la que se aproxima tras un encuentro con un lobo. La directora muestra la mutación del personaje desde la distancia, permitiendo que el espectador valore aquello que se le está mostrando sin que medie el sentimiento. El problema se da cuando ese pretendido distanciamiento se convierte en indiferencia y cuando la representación hiperrealista se excede y causa el efecto contrario en el espectador.
No obstante, hay que elogiar la labor de puesta en escena que ha llevado a cabo Krebitz, que en las escenas de caza nocturnas nos deleita con algunas de las imágenes más impresionantes que veremos en el cine alemán de este año. La construcción de la atmósfera, perfectamente respaldada por la imperturbable actuación de Lilith Stangenberg, es otro de los elementos que hacen de 'Salvaje' el producto incómodo pero valiente que su directora pretendía que fuera. El acercamiento al lado más visceral del ser humano se consigue, pero quizá a un precio demasiado elevado.
Nota: 6
Lo peor: El exceso final.
Lo mejor: La hipnótica e incomodísima atmósfera.
Refugio
El debut en la dirección de largometrajes de Marc Brummund no ha podido ser más prometedor. 'Refugio' se engloba en esas propuestas reflexivas y pulcras con las que el Festival de Cine Alemán nos deleita cada año (en 2014 fue 'Wolfskinder' y en 2015 'El concilio de los pájaros'). La película de Brummund nos traslada a uno de los internados de educación cristiana que permanecieron activos en Alemania Occidental hasta los años setenta, y donde se instruía a los internos a base de violencia y represión. El alemán se sirve de la historia de Wolfgang, un chaval problemático y de naturaleza insurgente, para denunciar los abusos de poder que corrompían y corrompen instituciones de este tipo.
Esta película, que se ha podido grabar en los escenarios reales gracias a la propia Freistatt Welfare Institution, viene a confirmar la tesis de que la violencia genera más violencia. A través de imágenes que nos remiten a escenas propias de la esclavitud o los centros penitenciarios de alta seguridad, Brummund nos presenta el descenso a los infiernos de un chaval cuyo drama vital evoca al 'Mommy' de Xavier Dolan y nos plantea debates muy interesantes sobre la familia, la amistad y, sobre todo, la brutalidad y sus consecuencias. En una mezcla perfecta entre tragedia histórica, drama carcelario e historia de iniciación 'Refugio' nos cautiva, paradójicamente, mostrando la crudeza del dolor físico y psicológico de sus jóvenes protagonistas, entre los que destaca Louis Hofmann, una extraña mezcla entre Jamie Bell y Antoine-Olivier Pilon.
Sacando el máximo provecho de los pantanos y llanuras que componen el paisaje, Brummud ha conseguido con su primera película algo que una servidora no veía con tanta clarividencia (y menos en la ficción) desde el 'Titicut Follies' de Frederick Wiseman: denunciar sin filtros prácticas de instituciones (pasadas) que aprovechaban su impunidad para excederse e imponer sus dogmas. 'Refugio' constituye un retrato tan desolador como necesario, y ya no solo por lo que revela de nuestro pasado sino por los dilemas que nos plantea desde el presente.
Nota: 8
Lo peor: Que alguien la considere facilona.
Lo mejor: Su trascendencia histórica y emocional.
Fassbinder
El pasado 10 de junio se cumplían 32 años de la muerte de Rainer Werner Fassbinder, uno de mayores representantes del nuevo cine alemán que surgió entre 1960 y 1980. Por casualidad la película de Annekatrin Hendel ha podido verse estos días en el Festival de Cine Alemán, dispuesta a dar a conocer el alma de Fassbinder haciendo un repaso a los pasajes más oscuros y felices de su (desagraciadamente) corta vida.
El mayor problema de un documental es que se proponga honrar a un autor y no consiga llenar al espectador. A pesar del carácter subversivo del cineasta alemán y la dificultad para acceder al trabajo que realizó durante más de 15 años (44 películas entre cortos, largos y productos para televisión) la película de Hendel consigue hacer un repaso bastante ordenado y certero sobre la vida de Fassbinder pero el resultado final se antoja insuficiente. La cineasta se ha servido de imágenes de archivo, fragmentos de películas de Fassbinder y entrevistas filmadas para componer este homenaje que encuentra su hilo conducto en las apariciones de amigos cercanos del director como Hanna Schygulla, Irm Hermann y Harry Baer. Ellos son los que recorren la vida de Fassbinder a través de momentos compartidos, desde sus fracasos internacionales hasta sus relaciones sexuales. La cuestión es si la directora pretendía hacer con 'Fassbinder' una película plenamente divulgativa o si quería hacer un regalo a aquellos que ya conocían (y admiraban) la obra del alemán, ya que la cinta se construye a partir de la anécdota y eso dificulta el conocimiento de la figura completa de Fassbinder.
En la película de Hendel vemos perfectamente reflejado al cineasta tiránico, al comprometido, al adicto, al homosexual pero no tanto al cineasta, al Fassbinder que pasó de la Nouvelle Vague al melodrama estadounidense sin renunciar a la modernidad, al que retrató mejor que nadie de su generación a la Alemania de entonces, a la República Federal de posguerra o al terrorismo. Y tampoco vemos las principales características estilísticas de su cine, tan variadas como su carácter, o el por qué de sus preferencias temáticas. Está claro que como filme de iniciación en Fassbinder este no sería el más adecuado pero Hendel ha hecho el documental que ha querido. Ha elaborado una pieza muy personal sobre el cineasta con la única pretensión de dar a conocer una parte de su alma y no tanto de su arte.
Nota: 6
Lo peor: El retrato parcial de Fassbinder.
Lo mejor: La introspección en el alma del cineasta.
