Es viernes, segundo día del festival, y la llegada del fin de semana comienza a notarse en la bella localidad de Sitges: bajo un cielo algo encapotado empiezan a vislumbrarse las primeras colas, ya sea entre el público, la prensa, o en los más fervientes seguidor@s de la saga 'Crepúsculo', quienes ya toman posiciones para afrontar una larga noche en vela antes de poder disfrutar de la presencia del actor Kellan Lutz.
Por lo demás, este segundo día de festival ha sido bastante decepcionante en cuanto a la calidad de los filmes se refiere: la mañana ha comenzado con 'Agnosia', segundo largometraje dirigido por Eugenio Mira y protagonizado por Eduardo Noriega, Bárbara Goenaga y Félix Gómez. Bajo el marco de la Barcelona de finales del siglo XIX, el director de 'The Birthday' nos trae un olvidable melodrama folletinesco con toques de thriller.
Después le ha llegado el turno a Zhang Yimou, responsable de títulos como 'La linterna roja', Hero' o 'Las casa de las dagas voladoras', y que con 'A woman, a gun and a noodle shop' nos ha brindado, hoy por hoy, el plato más degustable de la presente edición del festival. Como suele ser habitual en Yimou, esta libre adaptación del 'Sangre fácil' de los hermanos Coen se encuentra repleto de picados y contrapicados, personajes pintorescos y una fotografía simplemente deslumbrante, saturada de colores y contrastes. A pesar de que el nuevo largometraje de Yimou decae en algunos puntuales pasajes, en líneas generales nos encontramos ante una más que apreciable producción, en la que el thriller y la comedia de equívocos avanzan a la par, con no pocas dosis de humor negro.
Después le ha tocado el turno a 'Somos lo que hay', insufrible ópera prima del mexicano Jorge Michel Grau, una curiosa aunque poco trabajada aproximación dramática al mundo del canibalismo, en el que las incoherencias argumentales y la omisión de detalles la convierten en el primer bluff en toda regla del festival.
Gracias a la celeridad de las taquillas de prensa del festival nos hemos quedado sin ver 'Confessions', a priori atractiva propuesta del cineasta japonés Tetsuya Nakashima, responsable de títulos tan destacables como 'Memories of Matzuko' o 'Kamikaze girls', y dentro de la agenda del día cabría destacar tanto 'L.A. Zombie', el nuevo largometraje del siempre inclasificable Bruce La Bruce, autor que focaliza su filmografía en un más que explícito mondo zombie en clave homosexual, como la proyección remasterizada de 'El resplandor'.
Pero, sin duda alguna, uno de los platos fuertes (o, como mínimo, curioso) de la presente edición del Festival de Sitges ha sido 'Rubber', tercer largometraje de Quentin Dupieux (a quien muchos recordarán, curiosamente, por su faceta musical bajo el pseudónimo de Mr. Oizo), quien nos brinda un indescriptible thriller en clave cómica en el que el asesino es... un neumático: serie Z, metalenguaje y surrealismo se entrelazan en esta particular propuesta que, guste más o guste menos, nos ofrece un rato entretenido, si bien su concepción de cine dentro del cine parece más autoimpuesta para insuflar vida a un argumento exíguo que por propia voluntad.
Y esto ha sido todo por hoy. Mañana más.