La 51ª edición de Sitges - Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya, ha comenzado ya poniendo toda la carne en el asador en su primera jornada. Por delante, nos esperan diez días en los que los poder devorar parte de la ingente programación que el certamen nos tiene preparado este 2018.
En su primer día, dos de los títulos que más hype han levantado en los últimos meses han sido las principales propuestas que han hecho vibrar al Auditori: 'Suspiria' y 'Climax', dos títulos tan diferentes pero a la vez tan parecidos que sirven como complemento perfecto el uno del otro para hablar del horror, el mal y los demonios internos a través de la danza y los cuerpos en movimiento.
A continuación, ahí van nuestras impresiones de lo visto en el primer día del mejor festival de cine fantástico del mundo:
'Suspiria'
Una vez más, una película de las que hacen que público y crítica no se pongan de acuerdo, es la que ha sido la encargada de inaugurar Sitges. La 'Suspiria' de Luca Guadagnino venía arropada por el buen sabor de boca que parecía haber dejado en Venecia, y pese a que el espejo en el que mirarse no sea otro que un título de culto a la altura del original de Dario Argento, las expectativas que habían para con la película eran bastante altas, algo nunca antes visto con un remake, los cuales siempre suelen pasar a formar parte de un prejuicio negativo por parte del público.
Tomando como base la idea general sobre la que Argento y Daria Nicolodi construyeron su primera incursión en la mitología de las Tres Madres de Thomas de Quincey, David Kajganich (responsable de los guiones de 'Invasión' o de la reciente serie de AMC 'The Terror') ha sido el responsable de trasladar la acción de Friburgo al Berlín dividido de 1977, el mismo año en el que sucedía la historia original.
Dakota Johnson le toma el relevo a Jessica Harper como Susie Bannion, la nueva alumna de la escuela de danza de Helena Markos. La que fuese la misteriosa figura que acabaría revelada como la Mater Suspiriorum, en la propuesta de Guadagnino no hay contemplaciones a la hora de mostrar todas las cartas desde el primer momento. Aquí, las mujeres de la academia se nos presentan como miembros de un aquelarre desde el primer momento, haciendo que esta ocasión que la imaginación no vaya por libre. A través de seis actos y un epílogo en los que en todo momento está presente su trasfondo político (el terrorismo en la RFA), el cual mucho tendrá que ver con el desenlace de la historia, a parte de encontrarnos con una impecable puesta en escena que nos hace rememorar clásicos de culto como 'La posesión'.
Sin embargo, y por culpa de las expectativas creadas por el propio equipo de la película (desde las declaraciones de Guadagnino diciendo que pretendía conseguir la experiencia más peturbadora del año en cines, a la propia Johnson diciendo que tuvo que ir a terapia después del rodaje de la película), la nueva 'Suspiria' no hace honor a lo que podía esperarse de ella, acabando siendo una interesante propuesta que se queda a medio gas en muchos de los planteamientos que propone.
Lo mejor: Su ambientación.
Lo peor: Que se crea intelectualmente superior a la obra original y no pretenda disimularlo.
Nota: 6
'Climax'
L'enfant terrible del cine francés vuelve a hacer gala de la provocación para su quinto largometraje, presentado como "Una película francesa. Y muy orgullosa de serlo" y el cual se basa levemente en un suceso real en la Francia de 1996. Con el baile y la música como principal elemento, el realizador vuelve a hacer gala de su estilo personal a la hora de exponer a sus personajes protagonistas.
A ritmo de Cerrone, Daft Punk, The Rolling Stones y Giorgio Moroder, entre muchos otros, y con danza urbana y voguing 'Climax' como los principales formas de expresión artística, una sangría saboteada con LSD será lo que haga estallar el cúmulo de sensaciones que Gaspar Noé pone sobre la mesa para convertir su quinto largometraje un claro ejemplo de mal viaje alucinógeno.
Siendo una total declaración de intenciones el momento en el que Noé nos presenta a sus personajes hablando directamente a cámara, rodeados de toda una serie de libros y títulos en VHS a su alrededor (desde la 'Suspiria' original a 'Saló o los 120 días de Sodoma', pasando por 'Zombi' o 'La posesión' de Zulawski), el galo no solo vuelve a hacer gala de sus fetiches a la hora de mover la cámara y exponer una atmósfera harto asfixiante, sino que firma lo que podría definir a la perfección el concepto de musical de horror psicodélico.
Lo mejor: Sofia Boutella, absolutamente hipnótica.
Lo peor: Que por culpa de sus excesos, haya quienes confundan su total transparencia con un ánimo de querer transgredir sin motivo alguno.
Nota: 8
'The Field Guide To Evil'
Como cada año, las antologías vuelven a formar parte de la programación de la sección Panorama Fantàstic de Sitges. Si en todas y cada una de las propuestas que han surgido últimamente había una temática común (desde la visión femenina de 'XX', a los títulos sobre festividades en la línea de 'Cuentos de Halloween' o Holidays'), en esta ocasión no iba a ser menos, englobando en 'The field guide to evil' ocho trabajos que vienen a ser una pequeña representación de relatos de folklore de diferentes partes del mundo.
Tal y como viene sucediendo en la gran mayoría de las antologías, es en el hecho de contar con varias visiones lo que acaba por convertir el título en algo irregular, pese a que se nos presenten algunos trabajos interesantes que sirven para plasmar en pantalla relatos populares con el determinado mensaje moralista propio de los cuentos. Desde Austria, Severin Fiala y Veronika Franz (los artífices de 'Goodnight Mommy') nos traen 'Die Trud', relato bucólico sobre un demonio que se personifica a través del sentimiento de culpa. De Polonia, Agnieska Smoczynska ('The Lure', 'Fuga') trae 'The Kindler and the Virgin', sobre un cuento polaco a camino entre los arquetipos vampíricos y de brujería. Peter Strickland ('Berberian Sound Studio', 'The Duke of Burgundy) nos trae 'The Cobbler's Lot', cuento popular húngaro presentado en clave expresionista.
Entre el resto, nos encontramos con trabajos de Can Evrenol ('Baskin'), Calvin Reeder ('The Oregonian', 'The Rambler'), Katrin Gebbe ('Nothing bad can happen'), Ashim Ahluwalia ('Miss Lovely') y Yannis Veslemes ('Norvigia'), que nos traen sus visiones folk de Turquía, Estados Unidos, Alemania, India y Grecia, respectivamente. Finalmente, no será la antología redonda y disfrutable que muchos amantes del género podían esperar, pero hay que saber valorarla por el hecho de pasar a formar parte de ese pequeño espectro de títulos que conforman el folk horror.
Lo mejor: Las propuestas de Strickland, Smoczynska, y el tándem formado por Franz & Fiala.
Lo peor: Lo irregular que acaba resultando por el desbarajuste cualitativo que existe entre los ocho cortometrajes.
Nota: 5