Segunda jornada en el 56º Festival de Gijón. Parece que el tiempo otoñal abraza con cariño a la ciudad asturiana, ya que no ha llovido en todo el día y la temperatura invitaba a dejarse llevar por sus acogedoras calles. Con un tiempo así, nadie diría que no a una buena sesión, que en este segundo día que llevamos en el FICX, la animación ha sido la protagonista principal, aunque no absoluta, puesto que el cine francés ha reivindicado su lugar privilegiado tanto en el festival como en general.
Toca aplaudir efusivamente por los títulos que el FICX ha proyectado. Primero, por mostrar lo nuevo de Michel Ocelot, uno de los realizadores más importantes del panorama que en España, comercialmente hablando, es casi anecdótico (¿dónde están estás las ediciones descatalogadas de 'Kirikú y la bruja' y 'Azur y Asmar'?). Por otro lado, desde Japón, ha llegado lo nuevo (y más que esperado) de Mamoru Hosoda. Tras triunfar con 'Los niños lobo (Wolf Children)' y 'El niño y la bestia', ¿'Mirai, mi hermana pequeña'? estará a la altura.
Pero no solo ha habido animación, el cine francés se ha presentado con un peso pesado, 'High Life', de Claire Denis, y 'Les confins du monde', que después de obtener buenos comentarios en la Quincena de Realizadores de Cannes, llega al FICX dispuesto a dar guerra. Ahora toca hacer un repaso completo de nuestra jornada número dos en el Festival de Gijón.
1. Dilili en París
Enfants Terribles. Después de pasar por Sitges, 'Dilili en París' continúa su gira española ahora pasando por Gijón. Supone el gran regreso de Michel Ocelot, que tras su tercera entrega del compendio de narraciones dentro de las películas 'Ciné si', se echaba en falta una nueva películas, diferente a 'Ciné si' y a nuevas historias de 'Kirikú'. La espera ha merecido la pena, puesto que 'Dilili en París' es una maravilla visual, con un mensaje poderoso y en la línea de 'Kirikú y la bruja' y que trae el espíritu fabulesco de Ocelot.
Película original que, sin duda, tiene vistas de convertirse en un nuevo clásico de la animación europea. El filme, aunque de espíritu esté cercano a 'Kirikú y la bruja', estéticamente hablando sigue la senda de 'Azur y Asmar', ese París de la Belle Époque resulta hipnótico. Su trasfondo feminista es muy interesante, ya que Ocelot hace una dualidad en la que reúne a célebres figuras femeninas de la historia contemporánea como Marie Curie, Emma Calvé o Louise Michel, como también a otros nombres de prestigio de varón como Auguste Rodin, Pablo Picasso o Santos Dumont, para mostrar la necesidad no solo de seguir avanzando, sino de cuidar y proteger los avances logrados.
Sin duda, una fábula que a los adultos les encantará y que a los niños les gustará dado su carácter divulgativo, con una protagonista similar a la Alicia de Lewis Carroll, solo que en lugar de estar rodeada de locos, conoce a célebres figuras históricas con las que hará que los niños conozcan a científicos, pintores, sopranos, bailarinas, intelectuales o defensoras de los derechos humanos. Afortunadamente, 'Dilili en París' también supondrá el regreso de Ocelot a salas comerciales españolas (algo que no ocurría desde el estreno en cines de 'Azur y Asmar' en 2006), ya que La Aventura estrenará la película en 2019. Una maravilla.
Nota: 9
Lo mejor: Su fascinante animación, su mensaje feminista y su impulso de educar en cine.
Lo peor: Quizás su compromiso por los derechos humanos sea algo subrayado para cierto sector cinéfilo.
2. Captain Morten and the Spider Queen
Enfants Terribles. Una sorpresa interesante la de 'Captain Morten and the Spider Queen', coproducción entre Estonia, Bélgica, Reino Unido e Irlanda, que parece estar inspirado en las novelas de Roald Dahl. Segundo largometraje del estonio Kaspar Jancis, el filme tiene cierto aroma nostálgico, en parte porque está hecho en stop-motion. El estilo de animación logra que la película sea una cuidada producción artesanal.
Ya que 'Captain Morten and the Spider Queen' narra una historia de iniciación, de madurez, la de un niño que se siente huérfano y que se queda a cargo de una pareja completamente despreciable. Su trama es predecible, como también su final. Sin embargo, es tan cuidada su animación y es tan honesto su mensaje que, aunque no diga nada que no se haya dicho ya en otras producciones similares como 'James y el melocotón gigante' (de ahí lo de Roald Dahl) o 'Los mundos de Coraline', además de su breve animación, logra encandilar al público de forma entrañable.
Nota: 7
Lo mejor: Su cuidada animación y su moraleja.
Lo peor: No narra nada nuevo y su trama, pese a ser educativa, es predecible.
3. Mirai, mi hermana pequeña
Esbilla/AnimaFicx. Mamoru Hosoda se ha convertido en uno de los directores de animación japonesa más destacado del anime más actual, junto con Makoto Shinkai y Naoko Yamada. De hecho, el estreno de 'Mirai, mi hermana pequeña' ya está entre los más esperados del 2019 y suena favorita a tener nominación a los Premios Oscar, lo que la convertiría en la primera película japonesa no producida por Studio Ghibli en lograr una candidatura a la estatuilla a mejor película de animación.
'Mirai, mi hermana pequeña' es una película menos ambiciosa que 'El niño y la bestia' y 'Los niños lobo (Wolf Children)'. Eso no impide que se esté ante una buena película. De hecho, el filme gana enteros respecto a los personajes secundarios, especialmente los padres del niño protagonista, Kun, que muestra cómo va evolucionando el concepto de matrimonio y paternidad, especiales en la participación activa del hombre. También se aborda la importancia del pasado, los recuerdos como herencia familiar y la responsabilidad familiar.
Quizás el gran problema es que 'Mirai' tiene un protagonista mimado y celoso, que provoca que su trama sea demasiado simple y que el niño, a ratos, sea insoportable y terriblemente maleducado. Eso hace que la trama no logre avanzar más allá de su premisa inicial. Se echa en falta más lecturas y trasfondos, como lo fue 'Los niños lobos' con la maternidad y el abandonar el nido, pero, pese a ello, se está ante una película correcta que sigue por delante de otros filmes de Hosoda como 'Summer Wars' o 'La chica que saltaba a través del tiempo'.
Nota: 7
Lo mejor: Su cuidada animación y cómo Hosoda muestra los cambios de rol en un matrimonio con hijos.
Lo peor: Su protagonista es muy plano, lo que provoca que la trama no avance demasiado.
4. High Life
Crossroads Zinemaldia/FICX. El cine de Claire Denis hay que digerirlo con tiempo. Como ya sucedió con sus dos últimos largometrajes, 'Los canallas' y 'Un sol interior', 'High Life' es densa y sumamente compleja, lo que no impide que la cineasta se regodee con escenas de fuerte contenido violento, sexual o una mezcla de ambos. Denis se embarca en la ciencia ficción y debuta rodando en inglés con una película que toma de referente a la mítica 'Solaris', tanto la novela de Stanislav Lem como los largometrajes de Andréi Tarkosvki y Steven Soberbergh. Eso sí, Denis le da un toque perverso, lo que provoca que 'High Life' sea una interesante respuesta actual.
Porque 'High Life' aprovecha la ciencia ficción para narrar una reflexión existencialista, en la que sus personajes no se deben a la lógica, sino a los símbolos. Llena de incómodas pausas y escenas desagradables, el largometraje tiene la esencia de la directora en ser poco empática hacia el público, creando una obra de autor hecha para fascinar u horrorizar. Eso sí, difícil quedarse indiferente ante 'High Life', algo que solo consiguen cineastas apasionados y con cierta afición a la polémica.
Robert Pattinson sigue su camino por papeles extremos, logrando labrarse una carrera con proyectos tan interesantes como la propia 'High Life'. Eso sí, la que hechiza con su presencia es Juliette Binoche, una especie de bruja shakesperiana cuya largo cabello puede recordar también a los fantasmas japoneses de mujeres poseídas por el rencor. Denis construye un filme hipnótico y fascinante, como si 'El club' de Pablo Larraín se hubiera rodada en el espacio exterior.
Nota: 8
Lo mejor: Su reflexión existencialista y Juliette Binoche, en su faceta más extrema.
Lo peor: Denis no es asertiva con el público, lo que hace que el filme provoque sensaciones contrapuestas.
5. Les confins du monde
Sección Oficial. Guillaume Nicloux sigue con sus búsquedas existencialistas con 'Les confins du monde', mostrada anteriormente en la Quincena de Realizadores de la 71ª edición del Festival de Cannes. Después de hacer pasar a Gérard Depardieu por un bosque lleno de misteriosas criaturas y que anteriormente, junto con Isabelle Huppert, acudiesen a una cita para ver al fantasma de su hijo, esta vez Nicloux lleva a Gaspard Ulliel a la Indochina colonial durante la Segunda Guerra Mundial.
Una historia de venganza, de guerras sinsentidos y de la búsqueda de uno mismo. Ulliel vuelve a ofrecer una interpretación entregada, mostrando a un protagonista atormentado por haber sido testigo del asesinato de su hermano y su cuñada. Una historia de muerte, en la que Nicloux muestra que la ponzoña de la venganza, en muchas ocasiones, solo provoca que el agravamiento de situaciones extremas, que solo causan más desolación y muerte.
Nicloux vuelve a hacer alarde de su afición a los finales abiertos y a los dobles significados. Sin embargo, tantas veces ha recurrido a ese tipo de argumento, que lo que podría ser un intento de debate cinéfilo puede ser, realmente, un arrogante gesto de pereza, ya que son demasiados frentes abiertos los que deja el realizador en su última parte, como no sabiendo muy bien cómo terminar la película, que no la historia.
Nota: 6
Lo mejor: La magnética interpretación de Gaspard Ulliel
Lo peor: Demasiados flecos para su parte final, que desluce completamente a la película. Desde 'El secuestro de Michel Houllebecq', Nicloux no levanta cabeza.