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DÍA 5

Festival de Málaga 2014: 'Dioses y perros' presenta a un Hugo Silva ex-boxeador en la Sección Oficial

La nueva película de David Marqués cuenta la historia de una serie de perdedores con un tono optimista y toques melancólicos.

Por Jesús Márquez 26 de Marzo 2014 | 00:24

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Hoy se han presentado dos películas durante los pases de prensa del Festival de Málaga: 'Dioses y perros' y 'El oro del tiempo'. No obstante, esta segunda se estrenará mañana de cara al público, por lo que será ese día cuando la reseñemos en nuestra crónica diaria. Hoy es el turno de David Marqués y la película que ha rodado con Hugo Silva como protagonista: 'Dioses y perros'.

Hugo Silva en 'Dioses y perros'

Sección Oficial: Dioses y perros

"Es una historia de perdedores", comenta Marqués en la rueda de prensa. Del primero al último: Hugo Silva, Megan Montaner, Elio González, Juan Codina y Enrique Arce. Sus personajes, escritos por el propio Marqués y Kiko Martínes, se tambalean por la vida intentando conseguir algo mejor; la falta de fuerzas, la culpa y, en definitiva, una carencia de motivación por "x" razones, provocan la miseria en cada uno de ellos. Se agradece que con un planteamiento tan a priori deprimente, el tono de la película circule más bien por el optimismo, aunque nunca exagerado.

Pasca, el personaje de Silva, mueve toda la trama y es el eje central del resto de historias. Es un ex-boxeador, que ahora trabaja como sparring, y se encarga de cuidar a su hermano, Elio González, que va en silla de ruedas. No obstante, todo esto lo hace con frases de macarra, del típico anti-héroe que parece un pasota pero tiene el mejor corazón del mundo. De hecho, Marqués convierte a Pasca en una especie de superhéroe: una persona con cero ambiciones para sí mismo que hace que sea el amigo perfecto pero que lo obliga a no vivir su propia vida.

En ese sentido, y sin entrar en detalles, la resolución de la película, quizás un poco apresurada pero con algunos detalles buenos, no encaja al cien por ciento con lo que parece contar el discurso, pero es razonablemente satisfactorio. Es quizás el desarrollo y la ausencia de ganas por justificar ese final lo que hace que 'Dioses y perros' se quede siempre en un "puedo, lo intento, pero no llego". Es divertida, a rabiar, pero su drama es demasiado obvio, directísimo e insistente en remarcar a cada momento que es triste y por qué lo es.

Dioses y perros

A su vez, no queda la sensación de haber profundizado suficiente en las historias de Megan Montaner y Juan Codina y los diálogos, incluso cuando no son dramáticos, se pasan de obvios. En cualquier caso, tampoco es necesariamente malo ser explícito y verbalizar tus intenciones, sobre todo cuando la película aún tiene subtexto debajo, pero sí que chirrían algunas reflexiones de Pasca excesivamente directas.

'Dioses y perros' está a medio camino entre una película de Guy Ritchie y un drama emocional. La mezcla es de agradecer: sus 84 minutos se pasan volando, también porque son solo 84 minutos, pero la película pedía algo más de tiempo para preparar su tercer acto. Aunque la propuesta es interesante, no termina de calar por completo: se queda en una película realmente entretenida que sí guarda algunos detalles que la acercan a ser una buena feel-good movie con tintes macarras.

'Dioses y perros' se podrá volver a ver en el cine Albéniz el miércoles 26 a las 17:00 y 21:30.