En las últimas 24 horas he pasado más tiempo con Miki Esparbé que con mi compañera de apartamento. Una circunstancia de la que si bien es fácil imaginar sus peros, a nivel profesional está muy bien, ya que el actor ha presentado tres proyectos. Todos muy seguidos, lo que nos ha dado la posibilidad de concentrar nuestras entrevistas y tener tiempo para charlar de forma distendida. Málaga tiene estas cosas y no han sido pocas las preguntas jocosas en torno a la implantación de un día en su honor en el Festival... cosa que se repetirá con Ingrid García Jonsson, que estos próximos días presentará dos cintas que se sumarán a 'Toro', film con el que abrimos el certamen.
Málaga es divertida porque vayas donde vayas te encuentras a gente conocida. Desde un compañero periodista en un bar presidido por un Cristo penitente, a la protagonista de ese corto que has tardado dos años en terminar, en la terraza de un hotel. Las tentaciones para retrasar las obligaciones laborales son largas y afiladas. El consuelo que le queda a uno es que el resto de la prensa está en la misma situación. Pero en mi caso he sacado voluntad y me he pegado un buen empache de títulos:
'El rey tuerto'
Título valiente donde los haya. Alain Hernández y Miki Esparbé, quienes ya protagonizaron la obra teatral, producen ahora la película en una muestra de compromiso con el proyecto. Un antidisturbios y un manifestante que ha perdido el ojo por culpa de una pelota de goma -¿os suena, verdad?- departen y discuten acerca de las fuerzas de seguridad y el control del estado, preguntándose finalmente quién ostenta el poder y qué sucede con todos nosotros, los de abajo. Valiente porque huye del panfleto de izquierdas y con sus varios giros de tuerca deja abierto el debate y la interpretación del espectador: ¿un discurso de indignados o un panfleto fascista?
Nota: 7/10
Lo mejor: La amplitud de su discurso, que apela al debate.
Lo peor: La puesta en escena es excesivamente teatral.
'Rumbos'
Manuela Moreno no ha perdido el tiempo. Tras presentar el año pasado 'Cómo sobrevivir a una despedida', vuelve con un título mucho más personal, 'Rumbos'. Un reparto de lujo (en el que destacan especialmente Pilar López de Ayala, Emilio Palacios y Karra Elejalde), que componen una serie de historias cruzadas de carácter romántico (entra tanto el amor como el desamor), que transcurren a lo largo de toda una noche. Si bien no aporta ninguna sensación de novedad (dada su estructura es fácil pensar en films como '11:14 Destino fatal'), tiene a su favor unos diálogos que por momentos funcionan muy bien, y un excelente trabajo de realización (vemos, por ejemplo, una persecución en coche que pone en evidencia otras de cintas presumiblemente de acción).
Nota: 6/10
Lo mejor: El trabajo de los actores.
Lo peor: Es demasiado complaciente con el público.
'Esa sensación'
Juan Cavestany forma equipo con Julián Génisson y Pablo Hernando en otro de esos proyectos inclasificables que le caracterizan. 'Esa sensación' no deja indiferente a nadie, y se mueve entre el amor y el odio. Compuesta por tres historias sin un nexo claro en común, la película juega con el surrealismo y el absurdo, mostrando un mundo en el que los personajes pueden salirnos por cualquier lado. Una chica que se enamora de forma compulsiva de objetos inanimados, un hijo que espía a su padre, y la propagación de un virus de la inoportunidad, estos son los frentes de una película, rodada casi de guerrilla, que no deja indiferente a nadie.
Nota: 7/10
Lo mejor: Su falta de complejos.
Lo peor: El irregular interés de sus tres historias.
'Ebro, de la cuna a la batalla'
Film pensado en un principio para su emisión en TV que ha encontrado en el Festival una oportunidad de coger notoriedad. Con gente como Alfonso Sánchez, Àlex Monner o Kimberley Tell en su reparto, la película pone el foco en la resistencia republicana para evitar la derrota en la Guerra Civil, con dos frentes abiertos, el de los milicianos que combatieron en la batalla del Ebro, y el del gobierno, que se deshacía por culpa de las disputas internas. De buena factura técnica, 'Ebro, de la cuna a la batalla' resulta demasiado evidente y plana en su discurso, dando alas a los prejuicios de muchos sobre el cine guerracivilista patrio. Detalle a tener en cuenta, además, que en su versión original (la cinta está rodada en catalán), hablan de Cataluña como país libre, mientras que el subtitulado cambia misteriosamente ese Cataluña por un España. Con todo el descaro.
Nota: 5/10
Lo mejor: La trama que tiene lugar en las trincheras.
Lo peor: La superficialidad de su discurso.
