El centro del cine independiente tanto como festival como especialmente en lo industrial, el Festival de Sundance, anunció ayer el palmarés final de sus dos secciones competitivas: US Dramatic Competition y World Cinema; tanto en la ficción como en el documental. Un lugar del que adivinar las primeras tendencias del cine independiente este año y que siempre termina siendo la presentación de títulos que darán que hablar en la crítica estadounidense y en la Oscar Race del próximo año.
Palmarés variado y marcadamente femenino
Si algo se destaca de su palmarés es la enorme presencia de mujeres directoras, destacando el Gran Premio del Jurado para 'Clemency' de la debutante Chinonye Chukwu en la sección U.S. Dramatic, donde le han llovido elogios a la interpretación protagonista de Alfre Woodard. Y del gran premio en la sección World Cinema al filme de la británica Joanna Hogg, 'The Souvenir', con Tilda Swinton en el reparto. En esta sección, destacar también la presencia de la uruguaya 'Los tiburones', por la que Lucía Garibaldi ganó el premio a la Mejor Dirección; y de la colombiana 'Monos' de Alejandro Landes que ganó el Premio Especial del Jurado como las únicas presencias latinas en el palmarés.
Aquí abajo los principales premios:
Gran Premio del Jurado (U.S. Dramatic Competition) - 'Clemency' de Chinonye Chuk
Gran Premio del Jurado (Drama World Cinema) - 'The Souvenir' de Joanna Hogg (Reino Unido)
Gran Premio del Jurado (U.S. Documentary) - 'One Child Nation' de Zhang Lynn, Nanfu Wang
Gran Premio del Jurado (Documental World Cinema) - 'Honeyland' de Tamara Kotevska & Ljubomir Stefanov (Macedonia)
Premio del Público (U.S. Dramatic Competition) - 'Brittany Runs a Marathon' de PaulDowns Colaizzo
Premio del Público (U.S. Documentary) - 'Knock Down the House' de Rachel Lears
Premio del Público (Drama World Cinema) - 'Queen of Hearts' de May el-Toukhy (Dinamarca)
Premio del Público (Documental World Cinema) - 'Sea of Shadows' de Richard Ladkani (Austria)
Premio del Público (NEXT): 'The Infiltrators' de Cristina Ibarra & Alex Rivera (USA)
Podéis consultar el palmarés completo con todos los ganadores y secciones en la web oficial del Festival de Sundance.
10 directores indie que fueron absorbidos por los blockbusters
Marc Forster
Después de lograr el premio a la Mejor Película en el festival de Sundance en 1996 con 'Loungers' y de volver a deslumbrar en esta misma cita cinematográfica a crítica y público con 'Un grito en la noche', Marc Forster daba el salto a las alfombras rojas de Hollywood y le conseguía el Oscar a Mejor Actriz a Halle Berry con la notable y durísima 'Monster's Ball'. Un punto de inflexión total en su carrera que le abrió las puertas a un cine mucho más comercial y académico, representado a la perfección en su siguiente proyecto, la maravillosa 'Descubriendo Nunca Jamás', pero que, lástima, empezó a tambalearse demasiado pronto por culpa de cintas tan fallidas como 'Tránsito' y dos fracasos en taquilla que se sucedieron de manera sucesiva, 'Más extraño que la ficción' y 'Cometas en el cielo'.
Y entonces llegó Bond, James Bond. Cuando menos lo esperaba, Forster recibió el encargo de dirigir la continuación de 'Casino Royale', la primera ocasión en la que Daniel Craig se enfundaba el traje del espía más famoso de la historia del cine. El resultado final del proyecto, 'Quantum of Solace', fue la entrega más floja hasta la fecha protagonizada por el nuevo Bond, tan ensimismada en su forma que se olvidaba por completo del fondo de evasión e intriga que siempre ha caracterizado este universo. Una oportunidad fallida que, después de su siguiente película, la estrepitosa 'El soldado de Dios', parecía finiquitar la carrera en primera línea de Hollywood de Forster. Hasta que apareció Brad Pitt y le escogió para dirigir la ambiciosa 'Guerra Mundial Z', un nuevo blockbuster al que intentar inyectar algo de personalidad propia. Pero Forster tardó poco en entender que el juego de la industria permite los movimientos mínimos y el rodaje de la cinta se convirtió en un infierno absoluto en el que Pitt jugaba el papel de Satanás. A pesar del éxito obtenido en taquilla, el director decidió que ya estaba bien y se retiró a la pequeña pantalla creando 'Hand of Gold', otra decepción más.
Colin Trevorrow
Un corto ('Gary: Under Crisis'), un debut en el largometraje lleno de aplausos y premios ('Seguridad no garantizada') y una llamada de Steven Spielberg que cambia por completo tu carrera y tu vida. Digamos que los diez años que fueron de 2005 a 2015 no fueron ningún aburrimiento para Colin Trevorrow, un cineasta que pasó de recoger el premio a Mejor Guión en el festival de Sundance por su ópera prima a pelear con dinosaurios de toda clase, un presupuesto espectacular y unas expectativas generales que solamente se pueden entender teniendo en cuenta el factor nostalgia de la saga jurásica. Un conjunto de retos de los que asustan a los que, sin embargo, Trevorrow se enfrentó desde la sencillez y la naturalidad.
Por supuesto, 'Jurassic World' se situaba bastantes peldaños por debajo de 'Parque Jurásico' y 'El mundo perdido (Jurassic Park)', pero no dejaba de ser un blockbuster de manual con el número de aciertos suficientes como para convencer. La taquilla, al menos, respondió con un entusiasmo histórico. En 2017, Trevorrow ha estrenado 'The Book of Henry', que ya ha sido dilapidada sin piedad por la crítica estadounidense, y ha sido despedido de 'Star Wars: Episodio IX' antes de empezar a trabajar en ella, protagonizando el último circo de Lucasfilm hasta la fecha. Demasiadas emociones fuertes para Colin.
Marc Webb
Si debutas con una maravilla del tamaño de '(500) Días juntos', una de las mejores comedias románticas de la pasada década, lo normal es que Hollywood tarde entre poco y nada en dedicarte un guiño de ojos arrebatador. Dicho y hecho. La siguiente película del director Marc Webb mantenía el romance y el humor...pero estaba protagonizada por un chaval que disparaba telarañas. 'The Amazing Spider-Man' tenía la obligación de borrar de la memoria colectiva la trilogía firmada por Sam Raimi unos años atrás, con especial énfasis en la tercera entrega, y reiniciar la historia de uno de los personajes más queridos de la historia de los cómics. Un icono pop universal al que, lástima, no le sentó especialmente bien esta resurrección, al menos en lo que respecta a términos artísticos, comercialmente era evidente que iba a funcionar bien.
La clave de su decepcionante resultado estuvo precisamente en Webb, quien nunca terminó de encontrar el punto a este universo, mezclando su querencia por las reflexiones adolescentes con escenas de acción marca blockbuster que terminaban aplastando por completo las intenciones dramáticas del cineasta. Aún así, se dejaba ver con agrado, justo lo contrario que su secuela, 'The Amazing Spider-Man 2: El poder de Electro', fallida de inicio a fin. Un fracaso en toda regla que hundió esta nueva saga por completo y prácticamente obligó a Sony a ceder los derechos del personaje a una Marvel que lo esperaba con los brazos abiertos para sumarlo a su deslumbrante lista de vengadores. Webb, profundamente decepcionado, se refugió en la pequeña pantalla con 'Crazy Ex-Girlfriend' y 'Limitless', antes de regresar al largometraje con 'Canción de Nueva York' y la correcta 'Un don excepcional'. Va a ser complicado volver a verle al frente de un blockbuster. El peso de la araña.
Gareth Edwards
¿Quién no soñaría con dirigir una película del universo 'Star Wars'? Después de su experiencia al frente de 'Rogue One: Una historia de Star Wars', probablemente Gareth Edwards. El cineasta británico recogía el testigo de un J.J. Abrams que también había recibido lo suyo con 'Star Wars: Episodio VII - El despertar de la fuerza', y se enfrentaba al primer spin-off del universo creado por George Lucas. Una superproducción en toda regla a la que había llegado después de dos películas, la notable 'Monsters' y la muy irregular 'Godzilla', que generaron tantos aplausos como abucheos tras sus estrenos.
Afortunadamente, con 'Rogue One: Una historia de Star Wars', Edwards entregó la película más sobresaliente y redonda de su carrera, un auténtico festín para el fan galáctico que encontraba en esta precuela del episodio IV muchas más recompensas de las esperadas. Sin embargo, el resultado final no tuvo nada que ver con el via crucis que supuso para el director terminar el proyecto, un infierno repleto de polémicas, división de opiniones con los productores y, por encima de todo, una revisión en profundidad de un tramo final que, además, acabó siendo lo mejor de la cinta. En cualquier caso, un sufrimiento que, a los espectadores, nos mereció la pena.
Rian Johnson
Si en una carrera con tres películas, dos tienen la talla de 'Brick' y 'Looper', se te puede perdonar hasta esa estupidez llamada 'Los hermanos Bloon'. Si además has participado en una de las series esenciales de la historia de la televisión, 'Breaking Bad', tienes la absolución completa. Y ese es el caso de Rian Johnson, el próximo director de cine independiente que verá como toda su carrera depende de un blockbuster galáctico. Sí, otro.
'Star Wars: Los últimos Jedi' llegará a nuestras pantallas con menos dosis de entusiasmo general y expectación descontrolada que su predecesora, pero la contundencia con la que puede influir en la trayectoria profesional de su director será la misma. Johnson, un tipo que ha demostrado poseer una personalidad marcada y un discurso propio casi siempre estimulante, podrá aportar mayores dosis de oscuridad a una película que será mirada con lupa en cada uno de sus fotogramas. Cuando entras en la liga de las superproducciones por esta puerta, amigo, la compasión deja de existir. Todo o nada. Apostamos a favor de Johnson.
Jon Watts
Jon Watts necesitó solamente dos películas, la estimable 'Clown' y la notable 'Coche policial', para dar el salto a las grandes ligas de los superhéroes Marvel, enfrentándose además a una misión más que complicada, resucitar por tercera vez a nuestro querido Spidey, personaje que ya hemos comprobado anteriormente que puede dinamitar una carrera desde dentro sin piedad. Afortunadamente, no ha sido así, y su 'Spider-Man: Homecoming' ha resultado una de las grandes películas del verano, en términos tanto comerciales como artístico.
De esta manera, Watts recogía el testigo de Sam Raimi y Marc Webb para, de una vez por todas, conseguir establecer un equilibrio en el sector de las adaptaciones cinematográficas de uno de los personajes más queridos surgidos de la mente de Stan Lee. Su salto al blockbuster era una apuesta de doble o nada, ni el colchón Marvel te asegura la resurrección inmediata, pero Watts lo ha salvado con una cinta llena de humor, sentido del ritmo y una mezcla estupenda de aventura adolescente y acción espectacular. Una entrada brillante en el mundo de las grandes superproducciones de Hollywood que tendrá continuidad con una secuela en la que ya está confirmada su silla de director.
Ryan Coogler
Todo comenzó en el Festival de Sundance de 2013, en el que su primer largometraje, la sobresaliente 'Fruitvale Station', conseguía revolucionar a crítica y espectadores, alzándose con el galardón a la Mejor Película y el Premio del Público. A partir de ahí, el soberbio drama dirigido con pulso de hierro por un jovencísimo Ryan Coogler no hizo más que crecer y crecer. Por eso, cuando se anunció que su segundo proyecto sería 'Creed: La leyenda de Rocky', nueva entrega de la franquicia estrella de Sylvester Stallone, muchos nos llevamos una pequeña desilusión pensando que su personalidad y talento quedaría sepultado bajo las ordenes del productor y estrella. Grave error. Coogler no solamente no se escondió sino que consiguió dar forma a la mejor película de toda la saga. Ojo.
Un espectáculo para los fanáticos y una sorpresa para los que llegaban de nuevas, es decir, doble mérito. Así, tras el brutal éxito que cosechó la película a nivel crítico y comercial, Coogler se encontró con varios guiones a los que echar mano. Su decisión, sin embargo, vuelve a ser una de las más evidentes: Marvel. La primera película de 'Black Panther', al que conocimos en 'Capitán América: Civil War' será la tercera y definitiva prueba para certificar que en Coogler tenemos a un director de los grandes.
Paul Greengrass
La estrategia de Hollywood de fichar directores independientes para que se encarguen de algunas de las superproducciones más importantes de la industria no es algo nuevo, y en ese sentido la figura de Paul Greengrass es un ejemplo muy representativo. Y es que, mucho antes de que su trayectoria quedara marcada para siempre por la saga de Jason Bourne, de la cual dirigió las excelsas 'El mito de Bourne' y 'El ultimátum de Bourne' y la ligeramente decepcionante 'Jason Bourne', Grengrass era una fábrica de joyas de culto dentro del cine británico como 'Extraña petición' o la soberbia 'Bloody Sunday (Domingo sangriento)', siendo esta última la que le abriría las puertas al mundo del blockbuster. Cineasta siempre inquieto, autor absoluto y responsable de películas tan espléndidas como 'United 93' o 'Capitán Phillips', Grengrass sigue dando forma a una carrera que, más allá de presupuestos, continúa deslumbrando como el primer día.
Justin Kurzel
Su debut en 2011 con la muy recomendable 'Snowtown' ya nos dejaba intuir que con Justin Kurzel estábamos ante un autor en potencia, un cineasta con un discurso propio y mucha inteligencia y precisión a la hora de plasmarlo en pantalla. Sus siguientes proyectos, 'The turning' y 'Macbeth', nos lo confirmaron por completo. Dos películas que, partiendo de lugares completamente distintos, se unían en el pulso firme de su director, en la contundencia de su forma, la plasticidad de sus imágenes, la intensidad dramática con la que cada plano estallaba ante nuestros ojos.
Definitivamente, Kurzel estaba destinado a hacer cosas grandes. Hasta que decidió hacer caso a sus dos amistades más ilustres, Michael Fassbender y Marion Cotillard, y ponerse al frente de 'Assassin's Creed', con diferencia, una de las peores películas del año. Y es que, si algo hemos aprendido en el género blockbuster a lo largo de las décadas, es que las adaptaciones a la gran pantalla de videojuegos emblemáticos casi nunca salen bien. Y la propuesta dirigida por Kurzel, por desgracia, no fue ninguna excepción. Un fracaso de crítica y público totalmente justificado. Le daremos otra oportunidad al cineasta, pero que se aleje de la videoconsola.
Taika Waititi
Hay una regla no escrita que asegura que si has formado parte de alguna manera de 'Los Conchords (Flight of the Conchords)', una de las comedias más brillantes de la historia de la pequeña pantalla, te puedes permitir absolutamente todo a la hora de escoger proyectos. Incluso si acudes al rodaje con un traje impoluto, como demuestra la foto que ilustra este texto y en la que podemos encontrar a nuestro protagonista, un Taika Waititi que parece tomarse tan en serio 'Thor: Ragnarok' como, bueno, los propios trailers de la película. Una entrada al mundo de los blockbuster marca Marvel que solamente se puede entender de dos maneras.
La primera, intentar repetir la fórmula James Gunn dejando libertad absoluta a una mente creativa tan brillante como la de Waititi. La segunda, terminar de entregar a Thor al género de la comedia absurda, algo que se ha ido llevando a cabo de manera progresiva y evidente. En cualquiera de los dos casos, la llegada del director de la hilarante 'Lo que hacemos en las sombras' o la encantadora 'Hunt for the Wilderpeople'', supone una de las grandes noticias que nos ha dado el género en mucho tiempo. Deseando ver los resultados.