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FICC 45

'La vida de Calabacín' y 'Train to Busan' emocionan y revolucionan la cuarta jornada del FICC 45

'La vida de Calabacín' y 'Train to Busan' protagonizan una deslumbrante jornada en el FICC 45.

Por Alberto Frutos Díaz Más 2 de Diciembre 2016 | 17:51
Redactor especializado en cine y música. Ver, leer, escuchar y escribir.

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Una de las exigencias básicas que plantea cada festival cinematográfico es la capacidad del espectador para ir cambiando de chip película a película. Por ejemplo, te puedes encontrar viendo una preciosa historia de amor a las cuatro de la tarde y enfrentarte a una película de terror en toda regla una hora más tarde. Eso sin contar con la alocada comedia que te espera para cerrar la jornada. Estas situaciones ocurren y funcionan a la perfección como ejemplo de la (bendita) locura que supone cubrir una cita cultural de estas características.

Otra demostración evidente de esta situación se dio en la jornada del Festival Internacional de Cine de Cartagena, un FICC 45 que sigue dando alegrías al altísimo número de espectadores que se dan cita en cada una de las proyecciones llevadas a cabo en el Nuevo Teatro Circo de la localidad. Y es que empezar con 'La vida de Calabacín' y terminar con 'Train to Busan' es todo un reto. Afortunadamente, cada uno de los segundos dedicados para cumplirlo de manera satisfactoria mereció la pena.

'La vida de Calabacín'

 'La vida de Calabacín'

Lo complicado no es hablar de algo trágico o especialmente doloroso, no, lo tremendamente difícil es hacerlo con delicadeza, manteniendo tanta distancia como comprensión, respeto e inteligencia. En 'La vida de Calabacín', joya de animación stop-motion que vuelve a demostrar, una vez más, el tremendo potencial de esta técnica cinematográfica adaptando una novela de Gilles Paris, se tratan temas como los abusos sexuales a menores, la drogadicción o la muerte, entre otros, sin cruzar en ningún momento la peligrosa línea que separa el tacto sutil del morbo manoseado y lacrimógeno. Solamente por esa proeza, ya deberíamos estar celebrando por todo lo alto la existencia de una película que, además, se guarda más ases debajo de la manga.

 'La vida de Calabacín'

Con un apartado técnico en el que la tradición y la melancolía se muestran encantadas de conocerse, 'La vida de Calabacín' nos presenta a un conjunto de maravillosos personajes, con nuestro protagonista a la cabeza, que necesitan poco más que un detalle, un gesto, para conquistar al espectador. Por su parte, el director Claude Barras prefiere sustituir el virtuosismo técnico por la sencillez, centrando su mirada al cien por cien en la historia que está contando. Aquí pesa mucho más el fondo que la forma, aunque esta última sea deslumbrante.

Por eso funciona tan bien una película que, en otras manos y con otras intenciones, habría caído definitivamente en el golpe gratuito al lacrimal, la sobreexposición de sentimientos y sensaciones de personajes, la búsqueda más simple del llanto general. 'La vida de Calabacín', tan humilde y artesanal en apariencia, esconde uno de los reflejos más complejos y valiosos vistos en mucho tiempo sobre la pérdida y la reconstrucción de una vida, el peso de la fina línea que separa los ojos tristes de un niño con los de un adulto que se ha acostumbrado a echar de menos. Emociones poderosas que merecían una película a la altura. Y la han encontrado.

Nota: 8

Lo mejor: Su ternura y delicadeza, ejemplares

Lo peor: Algún personaje adulto demasiado estereotipado

'Train to Busan'

 'Train to Busan'

¿Qué viene después de la calma? La tempestad, la explosión y el vértigo. Con la vibrante 'Train to Busan', los zombies llegaban por primera vez al Festival Internacional de Cine de Cartagena dispuestos a arrasar con todo a su paso. Y vaya si lo hicieron. Imposible resistirse a esta película coreana cargada de acción, sangre, vísceras y tensión que apasionará a los amantes del género y que, y aquí viene lo realmente importante, conseguirá que todos aquellos que no suelen comulgar con este tipo de propuestas disfruten de un entretenimiento de primera categoría.

La propuesta está escrita y dirigida por Yeon Sang-ho, un cineasta que cuenta con un estupendo catálogo de películas de animación a sus espaldas, con 'The Fake' y 'The King of Pigs' a la cabeza, y que da el salto a la acción real con una montaña rusa que, sin dejar de guiñar un ojo a los grandes clásicos del cine zombie, supone todo un soplo de aire fresco al género. Tras una introducción marcada por una ejemplar presentación de personajes, Sang-ho mete la quinta velocidad y no cede ni un minuto de respiro a lo largo de dos horas que pasan volando, combinando con inteligencia escenas de acción trepidante con instantes de drama intimista. Un equilibrio narrativo que solamente sufre cierta descompensación en el momento en el que el guión cede demasiado espacio a la búsqueda incesante de la emoción, algo que sucede especialmente en su tramo final y no siempre con buen resultado.

 'Train to Busan'

Pero es un error menor dentro de un conjunto de aciertos entre los que destaca la puesta en escena de cada uno de los ataques zombies, auténticos despliegues de nervio y fuerza visual en los que San-ho se muestra más que cómodo, entregando una dirección de pulso firme e ideas claras. En definitiva, 'Train to Busan' es uno de esos artefactos de entretenimiento puro y duro que sabe lo que busca el espectador y se lo entrega con un lazo de oro. Una auténtica fiesta.

Nota: 7

Lo mejor: Todas y cada una de las escenas de acción

Lo peor: Sus aislados excesos de azúcar

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