¡Cuidado SPOILERS!
*No sigas leyendo si no has visto el octavo y último episodio de 'Vis a vis: El Oasis'.
El final de 'Vis a vis', como no podía ser de otra manera, pone en el centro a Zulema Zahir. La que nació como villana de la serie y evolucionó hasta ser antiheroína se ha convertido en la gran protagonista de 'El Oasis', el epílogo que nos ha mostrado qué fue de los personajes interpretados por Maggie Civantos y Najwa Nimri cuando salieron de la cárcel y decidieron asociarse para ser atracadoras.
La muerte de Zulema ha traído de vuelta a su mejor amiga, Saray. ¿Quién mejor que ella para ayudarnos a darle un cierre definitivo y emocionante a uno de los grandes personajes de la televisión reciente? Por ello Alba Flores ha vuelto para hacer un pequeño cameo, por iniciativa propia, protagonizando las últimas escenas de la serie.
"Incluir a Saray vino mucho después, cuando ya estaban planeando el final", nos cuenta en una entrevista. "Najwa me dijo «pues ¿sabes que muero?» y yo dije «¿Quéeee? Espérate un momento, ¿y Saray qué? No puede ser, mi personaje se tiene que despedir del tuyo»". Por ello la escena final de 'Vis a vis: El Oasis' es un flashback en el que vemos a Zulema y Saray hablar de su relación y de la muerte. "¿Qué ganas palmando media vida en la cárcel?", pregunta Saray. "Conocerte", responde Zulema.
Un final con mucho arte
Además del flashback, hay otra escena en la que aparece Saray para acompañar a su amiga Zulema: en el cementerio, cuando el inspector Castillo (Jesús Castejón) está inspeccionando el cadáver antes de cerrar su féretro. Saray llega en el último momento acompañada de unos amigos con una guitarra española y dice: "He venido a despedir a mi Zule como se merece". Entonces le dedica un baile flamenco debajo de la lluvia, protagonizando una escena muy intensa que sirve de acompañamiento también para las últimas imágenes de la protagonista original de la serie, Maca (Civantos), que está pariendo a su bebé.
"Es muy arriesgado acabar así, ni con un discurso ni con leches fritas", nos cuenta Flores al preguntarle qué pensó cuando leyó el final. Además, la actriz se encontró con un handicap que puede sorprender teniendo en cuenta que hablamos de la nieta de Lola Flores. "Sin ser yo una bailaora de flamenco ni pretenderlo, porque no me he formado en eso, y contrariamente a lo que pueda parecer nunca he tenido demasiado compás". Así que se lo tomó como un reto. "Me gustan las propuestas de expresar algo de forma diferente, y si encima es a través de algo tan específico y tan artístico como bailar, me pareció un buen reto y una buena idea".
Pero decidió prepararlo de una forma muy original: "No fui a aprenderme una coreografía o algo así. Me lo preparé con un amigo, Carlos Moya, que ha sido bailaor de flamenco y danza española y tiene toda una manera de trabajar más orientada al movimiento expresivo. Me parecía que lo importante no era bailar bien, sino que este personaje pudiese poner lo que le estaba pasando en el cuerpo, y poderlo expresar. Bailando bien o mal, da igual, sino que fuese expresivo de ese momento, de todos esos sentimientos y de la despedida".
Asegura estar contenta con la experiencia, aunque aún no ha visto el episodio terminado. "Yo estoy contenta porque me lo pasé bien. No sé si habrá quedado bien o mal, pero me lo pasé bien haciéndolo y sí que creo que viví una especie de ritual, y eso me gustó".
