En julio de 1994 llegaba a los cines una de las películas norteamericanas más célebres y taquilleras de los años noventa. La excelente 'Forrest Gump' de Robert Zemeckis cumple hoy veinte años resistiendo el paso del tiempo con la capacidad de emocionar de los grandes clásicos, gracias en gran parte al memorable guion de Eric Roth, que adaptó la novela de Winston Groom para narrarnos la historia de un peculiar personaje al que el espectador acompaña en un fascinante viaje por la Historia reciente de los Estados Unidos.
De todos es conocida la historia de Forrest (interpretado por un sobresaliente Tom Hanks) , un muchacho que compensa su ligero retraso mental con su extraordinaria bondad y su inagotable espíritu de superación a lo largo de varios episodios que comienzan en su difícil infancia de inadaptado, para visitar momentos como el apogeo hippie o la Guerra de Vietnam, encontrando por el camino a personajes tan memorables como el entrañable Bubba o el áspero teniente Dan (un magnífico Gary Sinise en el papel de su carrera).
Además de ser un repaso ligero y generoso en buen sentido del humor por la Norteamérica contemporánea, en el que los sorprendentes efectos especiales crean la ilusión de que el personaje central se encuentre con personajes como JFK o John Lennon, 'Forrest Gump' encuentra el tono adecuado para llegar al corazón de los espectadores a través del candoroso espíritu de su protagonista, en especial en lo que atañe a su relación con su tenaz madre y con la rebelde Jenny, interpretadas respectivamente por las excelentes Sally Field y Robin Wright.
Las principales críticas hacia 'Forrest Gump' apuntan al tono excesivamente amable y superficial con el que se abordan conflictos como Vietnam o los magnicidios presidenciales, siendo el film de Zemeckis tachado a menudo de patriotero, por potenciar el espíritu de superación con el que 'todo es posible' en la América de las oportunidades. No olvidemos sin embargo que el film es, a pesar de sus generosas dosis melodramáticas, una genuina comedia que en efecto pone en valor el imborrable optimismo del protagonista, algo que deberíamos admirar en lugar buscarle tres pies ideológicos a un gato que no apunta a connotaciones de carácter político (excepto en una excesiva burla de trazo grueso hacia el movimiento antibelicista, que es personalmente lo único que me molesta en el guion de Roth).
El reinado de Hanks
Tom Hanks lograba su segundo Oscar al mejor actor protagonista por su entregada interpretación y se erigía en el actor más cotizado de Hollywood, tras borrar de un plumazo esa imagen de cómico ligero que había cultivado en sus simplonas comedias ochenteras (con la honrosa excepción de la inolvidable 'Big', por supuesto). El actor logra un dificilísimo equilibrio sobre el alambre en un papel que no era fácil interpretar sin precipitarse al abismo de la caricatura excesiva, lo que hubiese restado carga emocional a una historia que apunta al lacrimal del espectador en un relato 'bigger-than-life' lleno de sobresaltos.
Mucho se ha bromeado sobre el film, rica fuente de parodias y homenajes en la publicidad y las redes sociales, generando atinados comentarios como la fundada sospecha de que Gump es en realidad el mayor de los gafes, pues prácticamente cada personaje con el que se cruza -desde Elvis a Lennon, pasando por Bubba o Jenny- acaban siendo víctima de un terrible destino final. Especulaciones aparte, la idea de esta América reciente, revisitada en clave ligera (con guiños también a grandes firmas como Apple o Nike), puede ser el mayor anuncio creado para publicitar el 'sueño americano', pero lo hace con tal talento que uno se deja que le vendan la moto con infinito gusto, para acabar empapado en lágrimas y asumiendo como propios lemas como que 'la vida es una caja de bombones' en la que 'nunca sabes lo que te va a tocar'.
