El pasado 30 de abril, Disney+ estrenaba el documental 'REUNIDOS: así se hizo Falcon y el Soldado de Invierno', que desvelaba muchos secretos tras la creación de la serie. En el capítulo de una hora de duración, el productor ejecutivo Nate Moore revelaba que una frase de 'Vengadores: Endgame' fue la columna vertebral para que la sala de guionistas de 'Falcon y el Soldado de Invierno' escribiesen el desarrollo del personaje de Sam Wilson (Anthony Mackie).
Según Moore, cuando Steve Rogers le pasa el escudo del Capitán América al final de 'Endgame' y le pregunta "¿Qué se siente?" , su respuesta, "Como si fuese de otra persona", es la clave de todo. "Me parecía que seríamos deshonestos con los fas y deshonestos en general a nivel humano si tuviéramos a este hombre negro simplemente aceptando este símbolo sin tener una ambivalencia real al respecto", explica Malcolm Spellman, jefe de guionistas, "Si eres negro has tenido este sentimiento toda tu vida: que el juego está amañado, que la gente que está en la cima se está volviendo irresponsable. Aceptamos que el juego está manipulado, pero ahora se están volviendo irresponsables en cuanto a todo lo que nos están quitando, y hay que retroceder. De hecho, escribimos a Karli como una heroína, una heroína que se equivoca.".
En el documental también se revela la inspiración tras la relación entre Bucky Barnes y Sam Wilson: un dúo que va de lo dramático a lo cómico como en 'Fugitivos', 'Límite: 48 horas', 'Arma Letal', 'Hora punta' y 'Vaya patrulla'. En cuanto al secretismo que rodea a todos los proyectos de Marvel, hay que tener una cosa clara, ni los actores y actrices lo saben todo. Clé Bennett (quien interpreta a Lemar Hoskins, compañero de Walker) no tenía claro qué personaje interpretaría cuando hizo el casting: "No tenía ni idea de que realmente iba a ser un personaje integral. Cuando me dijero «Eres Lemar Hoskins» yo me quedé en plan «¡¿En serio?! Conozco a Lemar Hoskins porque literalmente tengo los cómics. Los tengo. Tengo las ediciones en las que está»".
Qué tiemblen
El rodaje, además de tener que lidiar con una pandemia, hizo frente a otro fenómeno natural peligrosísimo: un terremoto. Aunque casi todo el rodaje tuvo lugar en Atlanta, el equipo de producción tenía que desplazarse para algunas escenas a Puerto Rico justo cuando un terremoto considerable dañó la infraestructura del lugar y tuvieron que cancelar sus planes. Así los explica Moore, que añade que un segundo terremoto en el lugar fue definitivo para cancelar el viaje. Tampoco fue fácil grabar en Praga, porque la pandemia obligó a cerrar la producción y transportar a 100 personas lo antes posible de vuelta a Estados Unidos: "Parar por culpa del COVID fue una gran parte de la lucha de la serie, una pelea que extrañamente nos dio más tiempo editorialmente para pensar realmente en lo que podría ser la historia, pero también era algo por lo que nunca antes habíamos tenido que pasar".