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ESTRELLA FELINA

Todo sobre Frodo, el gato de 'Un lugar tranquilo: Día 1': Por qué usaron dos gatos reales y cómo cambió la vida a Lupita Nyong'o

A Lupita Nyong'o le daban pavor los gatos, e incluso tuvo que hacer terapia para superar su miedo, pero tras su experiencia en la película adoptó a un minino y ahora es toda una "cat lover".

Por Pedro J. García Más 1 de Julio 2024 | 14:25
Redactor y crítico pop. Me apasiona la animación y veo series por encima de mis posibilidades.

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Joseph Quinn y Lupita Nyong'o con uno de los actores felinos de 'Un lugar tranquilo: Día 1'
Joseph Quinn y Lupita Nyong'o con uno de los actores felinos de 'Un lugar tranquilo: Día 1' (Paramount Pictures)

'Un lugar tranquilo: Día 1' llegó a los cines el 28 de junio y ha superado las expectativas, logrando el mejor estreno para la saga en taquilla. La precuela de la saga de terror y ciencia ficción creada por John Krasinski ha tenido una acogida muy cálida por parte de la crítica y el público, que destacan entre otras cosas, las excelentes interpretaciones dramáticas de su pareja protagonista, Lupita Nyong'o y Joseph Quinn.

Pero si hay alguien que se ha llevado el gato al agua (perdón), ese es Frodo, la estrella felina y revelación de la película dirigida por Michael Sarnoski. En ella, Samira (Nyong'o) se encuentra en Manhattan cuando se produce la invasión extraterrestre que sume a la Tierra en el caos y el silencio, tras lo cual decide ir a por un trozo de pizza al lugar donde creció, viviendo una peligrosa odisea a través de Nueva York junto a un desconocido, Eric (Quinn), y Frodo, su gato de apoyo emocional.

Lupita Nyong'o, de gatofóbica a gatolover
Lupita Nyong'o, de gatofóbica a gatolover (Paramount Pictures)

Una de las cosas que más llaman la atención de la película es que, en lugar de recurrir al CGI para crear a Frodo, se optó por utilizar un gato real. O mejor dicho, dos, ya que para dar vida al acompañante de Samira y Eric, se usaron dos felinos llamados Schnitzel y Nico. Como le cuenta a Variety, Sarnoski quería que el gato fuera un personaje real, y con un animal hecho por CGI no habría logrado el efecto deseado: "Conseguimos hacer toda la película sin tener que crear un gato digital, lo que fue una gran victoria para nosotros".

En la misma entrevista, Sarnoski explica por qué eligieron a un gato como compañero de odisea de Samira. "Un gato es una de las cosas que puedes manejar. Quizá también un conejo. Pero con un perro no saldría muy bien", afirma. Además, Sarnoski se documentó y descubrió que los gatos maúllan "sobre todo como forma de comunicarse con los humanos, así que pensé que sería interesante que en el Apocalipsis, al no haber gente alrededor, un gato no tendrá tanta necesidad de maullar".

Frodo protagoniza uno de los pósters japoneses de 'Un lugar tranquilo: Día 1'
Frodo protagoniza uno de los pósters japoneses de 'Un lugar tranquilo: Día 1' (Paramount Pictures)

El detalle de que Frodo sea un animal de servicio también es clave a la hora de desarrollar el comportamiento del personaje en el Apocalipsis y justificar su calma ante las situaciones extremas y terroríficas que viven sus amigos humanos. "Era muy obediente", dice Sarnoski. "Si Sam le decía 'tranquilo', le hacía caso. Los gatos pueden ser extremadamente silenciosos. Son depredadores. Se pueden quedar quietos o moverse muy silenciosamente, por eso pensé que reconocería [el comportamiento de los alienígenas]. Por eso, cuando un gato ve a esas criaturas moverse, piensa 'te entiendo, voy a mantener la calma'".

Del odio al amor (con ayuda de terapia)

Según Sarnoski, los dos gatos que interpretaron a Frodo cooperaron mucho, ya que "se llevaban muy bien y pasaban todo el día juntos". El mayor problema, sin embargo, no vino de los felinos, sino de la relación de la protagonista con su especie. Y es que, antes de hacer la película, Lupita Nyong'o sentía auténtico pavor por los gatos y no podía estar cerca de uno. ¿Cómo lo solucionaron?

Antes del rodaje, la actriz sugirió cambiar al gato por otro animal, como un armadillo, pero finalmente tuvo que aceptar la realidad si quería seguir adelante en el proyecto. Para ello Nyong'o se sometió a un tipo de terapia de choque para superar su fobia: "Contrataron a una persona para que llevara gatos mi casa", relata la actriz. "El primer día llegaron y los soltaron en mi presencia. Yo me quedé parada en la otra punta de la habitación preguntando por qué estaban haciendo eso".

Finalmente, Nyong'o logró superar su miedo para trabajar con Schnitzel y Nico, y no solo eso, sino que tras su experiencia en la película pasó de ser ailurofóbica a una auténtica "cat lover". La actriz dice que se enamoró de los dos gatos filmando la precuela y por eso, tras la grabación, decidió adoptar a un minino naranja llamado Yo-Yo, con el que ha posado en redes sociales para concienciar sobre los refugios de animales y la adopción.

'Un lugar tranquilo: Día 1' está disponible exclusivamente en cines.

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