Uno de los temas más tratados no solo en el cine, sino en cualquier tipo de arte, ha sido y será el de la venganza. Venganza como compensar el daño recibido, venganza como satisfacción, venganza como motor. Del ojo por ojo y diente por diente al si buscas iniciar un viaje de venganza, cava dos tumbas. Este sentimiento, tan humano como reprimido y voraz ha sido tratado muchas y diversas veces en la historia del cine, y con 'Fuego', volverá a arder, pero de la manera más insana, destructiva e ilógica que su director Luis Marías ha logrado imaginar.
La historia nos pone en la piel de Carlos, un policía que pierde a su mujer en un atentado de la banda terrorista ETA, y en el cual su hija Alba pierde ambas piernas. Once años más tarde ha rehecho su vida junto a su hija, ahora vive en Barcelona y trabaja en una importante empresa de seguridad, pero algo en él no está como debería estar y crece en su interior un fuego que solo puede ser apagado de una forma: consumando su venganza.
José Coronado vuelve a demostrar que se encuentra en una de las mejores etapas de su carrera como actor, y no es solo su presencia, voz y porte lo que llenan la pantalla, sino que en esta ocasión el actor ha dado varios matices muy interesantes a su personaje, desde su animadversión a ser tocado, pasando por una tensión comedida en sus manos o su vicio con el tabaco. Todos estos recursos técnicos hacen de su papel algo muy rico, y logra simpatizar gracias a que siempre se mueven en su piñón fijo de querer vengarse como sea, aunque sea totalmente destructivo tanto para su entorno.
La cinta arranca de una manera verdaderamente potente: un atentado bomba de ETA hacia su protagonista. A partir de ahí, el ritmo se mantiene elevado en la mayor parte del metraje, a excepción de algunas conversaciones que bajan un poco la intensidad, pero que son salvables gracias a un metraje que no se dilata mucho en el tiempo y se hace ameno, algo de agradecer vistas otras propuestas de más de dos horas que no tienen la mitad de cosas que contar.
El elenco de actores rinde a un gran nivel, con personajes variados y con más o menos interés, pero siempre bien localizados y centrados. Se echa en falta más profundización en sus subtramas, que por momentos dan saltos en sus acontecimientos sin saber muy bien de donde vienen, aunque es algo a sacrificar para contar su historia principal con eficacia. Si bien, en su narración recurre en exceso a la autojustificación y reiteración, y cada cierto numero de escenas se nos volverá a recordar el porqué de todo lo que está ocurriendo, los traumas de sus personajes y el devenir de los acontecimientos. Este bucle resulta algo tedioso, ya que se convierte en una bola que en lugar de acentuar las situaciones, lo que hace es ser repetitivo.
Algo que no termina de convencerme es la multitud de flecos sueltos que va deshilachando el protagonista según avanza la historia, lo cual choca contra la propuesta del filme de mostrar una venganza que ha estado cocinándose a fuego lento durante 12 años. Es por ello que falla en la lógica cuando algunos detalles en las acciones de su protagonista son claramente incriminatorias o sospechosas, y que para un plan de tal magnitud cuesta creer que puedan suceder. Durante parte del metraje uno llega a pensar que lo que quiere es ser cazado antes de cometer nada, y esto resta algo de intensidad a la venganza que tan ensimismado le ha tenido.
El uso de la música para dramatizar algunos puntos me parece en ocasiones demasiado tramposa, como si de por si las imágenes mostradas no fueran lo suficientemente dramáticas como para necesitar el amparo de música que las acentúe. Esto simplemente demuestra que en algunas escenas no se confía del todo en el metraje rodado, cuando es todo lo contrario y ganaría en intensidad más puntos de silencio o de simplemente dejarse llevar por la actuación, y pese a que tampoco estropea nada, sí que pone el punto en algo que ya de por si es dramáticamente admirable.
Que todo arda
'Fuego' es una cinta valiente, que muestra como una situación tan traumática como es la de su historia, puede provocar que alguien normal acabe pensando en cometer una venganza que es tan inhumana como lo son sus vengadores. El tratamiento del trasfondo etarra es de aplaudir, ya que hace pensar que puede haber un acercamiento a este tema en el cine nacional sin las reticencias del pasado, además de ofrecer un marco histórico riquísimo y del que, tristemente, estamos muy al tanto. El largometraje muestra también muchos puntos de vista sobre la venganza, ETA y la situación de sus personajes, lo cual ayuda a adentrarse más en la historia sin juicios de valor, lo cual ayuda y nos acerca a tener una opinión propia sobre lo que se ve en pantalla sin manipulación previa.
Sin duda, un thriller con intensidad, cercano y por momentos voraz y bárbaro en sus escenas, que nos hará que por momentos apretemos las manos en la butaca ante el festival de venganza que se despliega ante nuestros ojos. Riqueza de situaciones, contrapuntos cómicos, un texto por momentos poético y un protagonista atormentado y atractivo en su creación hacen de este viaje algo ameno y admirable. Eso sí, un poco más de confianza en lo que expone abría pulido más el conjunto total de la producción, que aún así es entretenida de ver y explorar, y aunque por momentos resulte previsible, sí que guarda bajo la manga algún que otro chispazo que hace que su fuego siga vivo.