Ser la auténtica salvadora del universo cinematográfico de DC, lo sentimos, Aquaman, no parece suficiente botín para Gal Gadot. Y es que, aunque no lo parezca, hubo vida mucho antes, y habrá vida mucho después, de 'Wonder Woman' para una actriz que, por encima de todo, siempre parece estar pasándoselo en grande. ¿Lo mejor? Su capacidad para transmitirlo al público.
Y es que, más allá de su indiscutible y deslumbrante belleza, Gadot es una de esas intérpretes que, en el mismo instante en el que aparece en pantalla, todo lo que sucede alrededor parece quedar suspendido en el aire, pausado y en permanente quietud. Es esa esencia pura de superestrella, de magnetismo absoluto, que ya estaba presente, incluso cuando se trataba de papeles secundarios, en el resto de propuestas en las que la actriz ha participado más allá de DC.
A corto plazo, ya estamos de los nervios, la carrera de Gadot seguirá estando marcada por nuestra amazona favorita, pero estamos seguros de que nos queda mucho por disfrutar de la actriz sin necesidad de que recurra a sus superpoderes.
Gal Gadot más allá de 'Wonder Woman'
'Fast & Furious: Aún más rápido'
La primera aparición de Gal Gadot en el universo de 'Fast & Furious' llegó en una entrega que sirvió, principalmente, para comenzar a cambiar las cosas dentro de la espectacular saga. Básicamente, todo el mecanismo de la franquicia decidió girar hacia el más absoluto de los delirios, de lo imposible, del desenfreno. Y todos salimos ganando con eso. Y con el fichaje de una Gadot que, pese a la brevedad de su aparición, ya consiguió ganarse a todo la fiel legión de seguidores de Toretto y familia.
'Noche loca'
La aparición de Gal Gadot en la fallida 'Noche loca', a una comedia protagonizada por Steve Carell y Tina Fey hay que pedirle (mucho) más, no deja de ser algo bastante parecido a una anécdota, pero, oye, al menos corresponde a una de las pocas escenas divertidas de la película. Una Gadot fugaz, sí pero tan hipnótica como siempre.
'Noche y día'
'Vanilla Sky' salió tan bien que Tom Cruise y Cameron Diaz decidieron repetir la jugada nueve años después con 'Noche y día'. Claro que sí, valientes. A priori, esta historia de acción y romance era mucho más apetecible que aquel infame remake de 'Abre los ojos', contando con el carisma de dos superestrellas que, ya por entonces, necesitaban un taquillazo en potencia.
La jugada les salió medianamente bien y la propuesta funcionó a nivel comercial de manera más que aceptable. Pero otra cosa es el resultado artístico, y ahí, 'Noche y día', hacía aguas por todas partes. Se trataba, nada más y nada menos, de una de esas propuestas de entretenimiento en las que dos estrellas hacen el papel de siempre, sobreviviendo a las mismas situaciones de siempre con la misma sonrisa de siempre. Todo rutinario, nada nuevo bajo el sol. Ya nadie recuerda nada de ella. Y eso incluye la fugaz aparición de una Gal Gadot.
'Fast & Furious 5'
'Fast & Furious 5', para muchos fans la mejor entrega de la saga, aprovechaba mucho más la presencia de Gal Gadot, convirtiendo así a la actriz en una de las noticias más positivas de la película. Una decisión que hacía crecer a su personaje y que, al mismo tiempo, no impedía en absoluto que el resto de sus compañeros y compañeras de reparto terminaran de asentar ese extraña y fascinante aura épica que recorre cada tramo de esta franquicia cinematográfica. Aquí se ubicaron los pilares que convirtieron Ese Acontecimiento de la sexta entrega en un golpe tan potente para el espectador.
'Fast & Furious 6'
'Fast & Furious 6' ya había conseguido superar a sus cinco predecesoras mucho antes de llegar a su impresionante clímax, pero por si acaso, la película se guardaba varios golpes de impacto finales para dejar al espectador al mismísimo filo de su butaca. En ese sentido, está claro que el desenlace del personaje de Gal Gadot es uno de los momentos más inolvidables y emotivos de toda la saga, con diferencia. Una despedida a la altura. Y de altura, con perdón.
'Las apariencias engañan'
Contando con la inestimable ayuda de un Jon Hamm, Zach Galifianakis y, sobre todo, una estupenda Isla Fisher, Gal Gadot aportaba a 'Las apariencias engañan' los momentos más hilarantes de una comedia que, por otro lado, tampoco resultaba demasiado satisfactoria. Su mezcla de soso espionaje y humor tontorrón nunca terminaba de funcionar, acudiendo demasiado a un piloto automático que no garantizaba carcajada alguna. Menos mal que, pase lo que pase, siempre nos quedará Gadot.
'Criminal'
Pasar de compartir reparto con Vin Diesel a hacerlo con, nada más y nada menos, que Kevin Costner, Gary Oldman o Tommy Lee Jones, entre otros, no está nada mal. Aunque, para ser cien por cien sinceros, lo cierto es que 'Criminal', la película en la que Gal Gadot se sumó a este tridente interpretativo de oro, es bastante inferior a las dos entregas de 'Fast & Furious' en las que pudimos ver a la actriz. Thriller aburrido de inicio a fin, carente de cualquier tipo de energía dramática o suspense, nada es memorable en esta historia repleta de bostezos. Ni siquiera Gadot, en un papel bastante secundario, pudo aportar algo de interés a una película que nació muerta.
'Triple 9'
Poco antes de que 'Wonder Woman' cambiara su carrera para siempre, Gal Gadot participó en 'Triple 9', thriller de acción en el que compartía cartel con Casey Affleck, Chiwetel Ejiofor, Kate Winslet, Anthony Mackie, Aaron Paul y Woody Harrelson, entre otros intérpretes. Un espléndido reparto que, sin embargo, no fue suficiente para mantener a flote una película que nunca terminaba de alcanzar la velocidad deseada, despuntando en ligeros destellos de intriga criminal facturada con cierto pulso narrativo. Una recompensa menor para una propuesta de la que se esperaba bastante más.
'Ralph Rompe Internet'
Ojalá un spin off en condiciones de Shank, el fantástico personaje al que Gal Gadot puso voz en la notable 'Ralph Rompe Internet'. Una conductora callejera de armas tomar a la que no le tiembla el pulso cuando le toca abrir su corazón a una fascinada Vanellope, demostrando así una humanidad y fragilidad con las que termina de conquistar a todo el público. Se trata, en definitiva, de una de esas creaciones secundarias que, sin embargo, consiguen alcanzar casi el mismo calado que los protagonistas.
