El cine de animación siempre ha sido visto en los premios Oscar como un género menor. De acuerdo, en los últimos años parece haber accedido a categorías más importantes, pero casi nunca se sale de sus tres áreas de obligado cumplimiento (Mejor película de animación, Mejor canción y Mejor banda sonora). Y de opciones reales de ganar algún día la estatuilla más codiciada de la noche, la correspondiente a Mejor película, ni hablamos. El corto plazo, en esta hipótesis, es una férrea utopía.
Y eso que, en numerosísimas ocasiones, las películas animadas presentes eran mejores que todas y cada una de las nominadas en el resto de categorías. Hablamos de un género que, a lo largo de la historia del séptimo arte, ha ido regalando obras maestras a diestro y siniestro, haciendo del tremendo logro de alcanzar los más alto del podio cinematográfico de un año algo bastante parecido a una (envidiable) costumbre.
En lo que respecta a los Oscar, no hace falta más que citar algunas de las propuestas que quedaron como nominadas desde que se creara la categoría de Mejor película de animación para hacernos una idea completa del altísimo nivel del que estamos hablando. Ahí van: 'Fantástico Sr. Fox'; 'Persépolis'; 'La novia cadáver'; 'El castillo ambulante'; 'Monstruos, S.A.'; 'Wolfwalkers'; 'Kubo y las dos cuerdas mágicas'; 'Cómo entrenar a tu dragón 2'; 'Chico y Rita'; o 'Vaiana', entre muchísimas otras. Sí, ganaron las 21 cintas que celebramos en este especial, pero podrían haberlo hecho cualquiera de las joyas citadas. El ejemplo definitivo del maravilloso estado de forma en el que se encuentra la animación en las últimas décadas y de lo importante que es que la Academia empiece a rendirse de verdad ante estas radiantes demostraciones de genialidad.
Todas las ganadoras al Oscar a la Mejor película de animación, de peor a mejor
'Brave (Indomable)'
Aunque bien es cierto que 'Brave (Indomable)' no alcanza las cotas de excelencia de sus trabajos más emblemáticos, la historia de Mérida, primera protagonista femenina de la compañía, está repleta de las virtudes marca de la casa Pixar, es decir, dosis de acción perfectamente equilibradas en el relato, buenos golpes de humor, perfección técnica, capacidad para cautivar desde la sencillez, en este caso ampliada por la épica del relato, y unos personajes, secundarios y principales, llenos de carisma y personalidad. Lástima que el guion muestre sus debilidades en algunos compases de su segunda mitad, originado por un giro en la historia tan arriesgado como, en el fondo, tópico.
'Encanto'
De acuerdo, el último Oscar correspondiente a Mejor película de animación debería haber sido para cualquiera de las otras nominadas antes que para 'Encanto', pero eso no debería hacernos pensar que estamos ante una película floja, ni mucho menos. La cuestión es que estaba acompañada en la categoría por cuatro propuestas tan excelsas como 'Flee', 'Luca', 'Raya y el último dragón' y, sobre todo, 'Los Mitchell contra las máquinas', cintas todas ellas superiores a este, por otra parte, estupendo musical. Y es que, por encima de su trama familiar, 'Encanto' se elevaba hasta el infinito gracias a una colección de canciones maravillosas firmadas por Lin-Manuel Miranda, auténtico corazón de esta propuesta tan simpática como, ejem, encantadora.
'Big Hero 6'
'Big Hero 6' es, sin lugar a dudas, uno de los clásicos Disney recientes más infravalorados e incomprendidos. Y es que, desde su maravilloso prólogo hasta un clímax final vertiginoso y trepidante, la película de Chris Williams y Don Hall conseguía atrapar al espectador a base de acción espectacular, ternura contagiosa, drama familiar que calaba hondo y, sobre todo, un conjunto de personajes, tanto protagonistas como secundarios, maravillosos. Una aventura repleta de hallazgos visuales y narrativos que, todavía hoy y más allá de estatuillas, sigue esperando una más que merecida reivindicación como la gran joya que siempre fue.
'Toy Story 4'
Muchos nos pusimos a temblar en el mismo instante en el que se anunció el estreno de 'Toy Story 4', una entrega que debía dar continuidad a una saga que, con su tercer capítulo, parecía haber encontrado el cierre perfecto, construyendo así una de las trilogías más memorables e inspiradas de la historia del cine.
Sin embargo, y tras sufrir unos trailers que no ayudaban en absoluto a levantar el ánimo, 'Toy Story 4' consiguió revertir la situación de manera apabullante. Y es que, por encima de comparaciones odiosas e inevitables, esta nueva aventura de Woody, Buzz y compañía, más unos nuevos personajes realmente maravillosos, se elevaba como una obra maestra a la altura de la saga a la que representa, asentando sus pilares de emoción, aportando todavía más oscuridad y melancolía a su universo y, de nuevo, ofreciendo un puñado de escenas para el recuerdo. Además, por supuesto, de las inevitables lágrimas marca de la casa. Pixar, te pedimos perdón por las dudas, no volverá a ocurrir.
'Soul'
Estrenada en el mismo año que la infravaloradísima 'Onward', película a la que le afectó muchísimo su estreno a comienzos del horrible 2020, 'Soul' representa un modelo Pixar tan reconocible como disfrutable. ¿Su objetivo principal? Reflexionar sobre el valor de la vida, las oportunidades, la fugacidad de nuestra existencia y la importancia de cada uno de los elementos, por pequeños que sean, que nos rodean en nuestro día a día. No es poca cosa.
Todo ello, por supuesto, tratando de entretener, divertir y emocionar, objetivo que la oscarizada película conseguía plenamente. Una propuesta madura, intensa y profundamente conmovedora con la que Pixar se volvió a reafirmar, por enésima vez, como la inagotable factoría de ideas geniales que siempre ha sido.
'Wallace y Gromit. La maldición de las verduras'
Wallace y Gromit son, primero, dos de los personajes más inolvidables, tiernos, divertidos y maravillosos que nos podemos encontrar dentro del género de la animación. Pero es que, además, representan el corazón de Aardman, su esencia más brutal y transparente, condensando en sus rostros y movimientos cada virtud del estudio. Por eso, el éxito artístico a todos los niveles de 'Wallace y Gromit. La maldición de las verduras' es el triunfo de todo un equipo de profesionales que, a lo largo de poco más de 85 minutos que pasan como el más corto de los suspiros, demostraron su inimitable capacidad para rimar tradición con genialidad.
Contando de antemano con la simpatía que el público ya había mostrado a sus dos protagonista, esta propuesta aclamada por la crítica, con toda justicia, terminó, además, consiguiendo un Oscar en la categoría de mejor película de animación en el año en el que todo parecía orientado a la victoria de Tim Burton y 'La novia cadáver'. Finalmente, la plastilina reinó. Y Aardman y todos aquellos que llevaban toda una vida disfrutando de Wallace y Gromit sonrieron.
'Happy Feet, rompiendo el hielo'
Lo primero que conseguía la maravillosa 'Happy Feet: rompiendo el hielo' era vencer sin piedad a todos los prejuicios posibles que se podían tener a la hora de enfrentarse a una película protagonizada por un pingüino que no sabe cantar, pero que se descubre como un gran bailarín (!¡). Una auténtica hazaña que George Miller llevaba a cabo gracias a una energía contagiosa, una banda sonora espectacular y unos personajes irresistibles.
Todo funcionaba en uno de esas cintas familiares que se disfrutan sin descanso, regalando una experiencia ligada directamente a la felicidad y el entusiasmo. Por si no fuera suficiente, y pese a que sus dos contrincantes no eran propuestas especialmente memorables ('Cars' y 'Monster House'), el Oscar que se llevó terminó de convertir a la película en uno de los éxitos animados más alegres e inesperados de los últimos años. Lo imprevisible al poder.
'Buscando a Nemo'
Si alguno pensaba que lo de Pixar era un juego solamente de (y para) niños, cambió de opinión tras el estreno de 'Buscando a Nemo', excelsa demostración de talento visual y narrativo. Construida con maestría, diseñada con pulso firme, escrita desde la inspiración total, con un manejo del suspense, el drama, ¡ese prólogo!, y el sentido de la aventura a la altura de los mejores, la película dirigida por Andrew Stanton volvía a presentar a Pixar como una maquinaria perfecta para crear emociones sin aparente esfuerzo, solamente con el uso de una historia que estuviera a la altura. Un lujo para el paladar cinéfilo.
'Coco'
Después de la muy decepcionante 'Cars 3', solamente nos quedaba depositar nuestras esperanzas en 'Coco' para incluir a Pixar en la lista de mejores películas del 2017. Mereció la pena. La última joya del estudio de animación más importante de los últimos años, con permiso de Miyazaki y los suyos, nos trasladaba al Día de los Muertos, la festividad más importante de México, para hablarnos del poder de la música, la muerte, la redención, los recuerdos y la familia.
Tres elementos que se combinan a la perfección a lo largo de una película en la que podemos encontrar todos y cada uno de los sellos característicos de Pixar, es decir, una preciosa historia escrita con infinitas toneladas de talento, personajes memorables, ritmo endiablado y, por supuesto, un buen puñado de escenas que nos dejan bañados en un mar de lágrimas. No hay nada nuevo bajo el sol, y el libro de estilo del estudio es evidente en cada uno de sus minutos, pero 'Coco' muestra tal cantidad de brillantes ideas visuales y una capacidad tan perfecta para encogernos el corazón que, claro, uno no puede terminar haciendo otra cosa que no sea aplaudir. Y llorar.
'Spider-Man: Un nuevo universo'
No entraba en los planes de casi nadie que una de las mejores películas de superhéroes de la última década estuviera protagonizada por Spider-Man y fuera de animación. Pero es que, maldita sea, 'Spider-Man: Un nuevo universo' apareció en los últimos compases del 2018 para dinamitar todas las expectativas y prejuicios del mundo.
Una auténtica montaña rusa de acción, carcajadas y emotividad perfectamente dosificada que convertía el espectáculo visual, apabullante, en extraordinaria maniobra narrativa sin perder de vista en ningún momento a un conjunto de personajes realmente memorables y a una historia tan clásica como infalible. Una fiesta cinematográfica de inicio a fin.
'Rango'
Un camaleón vestido como Clint Eastwood en sus gloriosos tiempos como protagonista del mejor spaghetti western es, cuanto menos, desconcertante. Una tortuga como alcalde de un pueblo del salvaje Oeste en medio del desierto puede sonar, como poco, infantil. Pero hablamos de 'Rango', una película en la que los burdeles están repletos de ranas, los caballos son polluelos y las historias las cuentan búhos mariachis. Y no es un sueño pasado de rosca de un guionista con traumas infantiles, ni una locura por parte de un director caprichoso. Es decisión de un Gore Verbinski que, tras abandonar la saga de 'Piratas del Caribe', se metió de lleno en una de las propuestas de animación más atípicas y extravagantes de los últimos años.
Un trabajo de innegable valentía que deslumbra con sus maravillosos paisajes, sus brillantes homenajes al género western más clásico y sus apabullantes escenas de acción. Si a todo esto le sumamos algunos pasajes donde la melancolía de su mensaje y la belleza de sus imágenes se dan la mano para crear instantes de cine de primera calidad, tenemos en 'Rango' una pequeña joya llena de frescura, imaginación y talento.
'Los Increíbles'
El maravilloso homenaje a los superhéroes de andar por casa con el que Brad Bird deslumbró al mundo en 2004, 'Los Increíbles', era, por encima de todo, una carta de amor al género que, visto todo lo que vino después, fue un auténtico punto de inflexión, el comienzo real de un aluvión de personajes con superpoderes que han marcado de manera evidente la última década de cine.
Por eso resulta curioso comprobar cómo la historia que escribió Bird sigue manteniéndose en plena vigencia como una de esas cimas a las que muchas películas de la misma temática intentan acercarse con resultados desiguales. Una influencia mucho más presente de lo que pueda parecer de la mano de una obra maestra del entretenimiento, una pirueta visual y narrativa de primer orden.
'Frozen: El reino del hielo'
Para los amantes del cine de Disney de toda la vida, 'Frozen: El reino de hielo' es una absoluta fiesta, repleta de guiños, detalles y momentos perfectamente reconocibles dentro de un universo único. Aquí está todo lo que uno puede esperar, y desear, en una cinta de estas características, es decir, entretenimiento para toda la familia, personajes secundarios divertidísimos, ternura y canciones. Muchas y grandísimas canciones.
Como en sus mejores tiempos, Disney apuesta por el musical animado, los números perfectamente estudiados, dinámicos y luminosos a los que ayudan unos temas que se convertían desde la primera escucha en auténticos himnos de la factoría. En definitiva, una película muy cercana a la perfección en su esencia de clásico inmediato.
'Zootrópolis'
Y Disney alcanzó de nuevo la excelencia. Todo gracias a una historia de detectives protagonizada por una conejita policía y un zorro buscavidas. Tal cual. La afortunada, 'Zootrópolis', es el trabajo de animación más brillante, inteligente y divertido entregado por el estudio de Mickey Mouse en lo que llevamos de siglo. Partiendo de un universo deslumbrante en cada uno de sus detalles, embriagador en su capacidad para fascinar al espectador, sea de la edad que sea, la película dirigida por Byron Howard y Rich Moore plantea una trama de cine negro en estado puro, apoyada en el modelo de buddy movie, que cumple con cada uno de sus objetivos.
Carta de amor al género, trepidante aventura para toda la familia, comedia en estado puro, historia de superación y reflexión social tan compleja como impactante, 'Zootrópolis' superaba todas las expectativas y se convertía en clásico automático dentro del género. Es lo que tiene cuidar las historias, apostar por las curvas más allá de la línea recta e intentar conseguir algo nuevo y distinto desde la tradición.
'Ratatouille'
Estrenada en el ya lejano 2007, menudo vértigo, la obra de arte firmada por Brad Bird y su equipo de talentos merecía, al menos, estar peleando por los primeros puestos de una lista repleta de caviar. Y tiramos del primer referente culinario porque de eso, y muchas cosas más, trata esta historia de amistad entre una rata cocinera y un chef torpe y encantador. Amor a primera vista.
Enamorados de sus personajes, de París, de su mensaje, de su ritmo, de sus escenas acción, de sus momentos dramáticos, de su banda sonora, de su perfección técnica. Todo, sin excepción, brillaba con una luz intensa en esta obra maestra absoluta. 'Ratatouille', como el plato al que da nombre, es una mezcla de sabores cinematográficos que se dan cita al mismo tiempo muy de vez en cuando. La explosión de sensaciones aparece y su recuerdo sigue latente.
'Toy Story 3'
Además de ser superior a sus predecesoras, 'Toy Story 3' supone la culminación perfecta a un proceso narrativo iniciado en 1995. Por más que su cuarta entrega alcanzara un nivel sobresaliente, parece imposible pensar en un desenlace con más sentido y coherencia que esta despedida masiva a los personajes y ese guiño directo al espectador en forma de mano de plástico alzada al viento. Sencillamente, no se puede acabar mejor. Los personajes han crecido en cada entrega sin dejar de mantener su personalidad, los conocimos con unos miedos básicos y les decimos hasta pronto con unas dudas existenciales que, perfectamente, se podrían corresponder a las de personas adultas.
La primera entrega de 'Toy Story' nunca podría haberse planteado una reflexión tan profunda y dramática sobre la muerte como la que se produce aquí. Andy ha crecido físicamente, ellos no, pero las vivencias de sus protagonistas principales han ido aumentando con el paso de los años hasta llegar a un proceso de aceptación de una madurez pasmosa. Un relato coherente y astuto que parece planificado desde el comienzo. Una de las obras maestras más rotundas, emocionantes e intensas de la historia del cine de animación.
'WALL-E: Batallón de limpieza'
'WALL-E: Batallón de limpieza' llegaba a nuestras vidas para quedarse, dispuesto a convertirse en el trabajo más arriesgado, adulto y fascinante de la compañía y, especialmente durante su primera hora de metraje, no solamente conseguía esa meta sino que superaba el resto de expectativas depositadas. Mucho se ha hablado desde entonces de la diferencia entre ese tramo inicial y una segunda mitad mucho más convencional pero, con el paso del tiempo, 'WALL-E: Batallón de limpieza' se erige como una obra maestra de principio a fin, un clásico contemporáneo que tiene mucha parte de culpa de la admiración actual que despierta el cine de animación entre la crítica cinematográfica especializada.
Para la posteridad queda el diseño de los dos personajes protagonistas, pura ternura, y su historia de amor, arrebatadora en los detalles, delicada, atemporal y representada a la perfección en un baile espacial que no ha perdido ni una pizca de su capacidad para hipnotizar a todos aquellos espectadores que, desde hace una década, abrazaron a 'WALL-E: Batallón de limpieza' como una de las grandes películas de la historia del cine de animación.
'Up'
La inolvidable aventura que vivían Carl Fredricksen y el pequeño Russel en la magistral 'Up' contenía una infinidad de momentos de una emoción desbordada, resumida en la mirada de un anciano que leía la última página de un libro que, más allá de los recuerdos, escondía una lección de vida que estaba por encima de cualquier crítica u opinión que se pueda intentar describir.
Es cierto que todo estaba en unos cuatro minutos en forma de flashback que son ya historia del cine, pero la película no dejaba de intentar mantener ese listón envidiable durante cerca de cien minutos que siguen poniendo la piel de gallina, despertando todas las sonrisas y maravillando a un público que la convirtió, de manera casi automática, en un clásico absoluto del séptimo arte. Un Pixar superlativo.
'Shrek'
2001 fue el año elegido por la Academia para, al fin, ceder un justo protagonismo al cine animado en la ceremonia de los Oscar. De esta forma, nació una categoría, Mejor Película de Animación, que se estrenó con un vencedor inesperado...y justo. Ni Disney, ni Pixar, ni Ghibli, Dreamworks, y más específicamente, un ogro verde gigante y bonachón, una princesa que no necesita ser salvada y un asno memorable en busca de amigos.
'Shrek' ponía patas arriba al género y lo hacia con un humor gamberro repleto de gags inolvidables, réplicas de primer nivel y una falta de respeto total a la tradición más aburrida. Más allá de sus irregulares secuelas, esta primera entrega de la saga sigue siendo un disfrute absoluto para toda la familia. Imprescindible.
'Del revés (Inside Out)'
'Del revés (Inside Out)' consiguió enamorar locamente a crítica y público desde su estreno, a pesar de algunas voces que salieron en su contra argumentando una complejidad argumental, en su opinión, desmedida de cara a la comprensión de los más pequeños.
Sin embargo, y aunque es evidente que nos encontramos ante la película más reflexiva y adulta del estudio, la obra maestra de Pete Docter conseguía traspasar todos los límites a base de inteligencia, sensibilidad, humor y, por encima de todo, una delicadeza sobre la que se construía uno de los análisis sobre la melancolía y su importancia más brillantes y emocionantes jamás vistos en una pantalla. Oro en estado puro. Cine explotando en cada escena. La cima de Pixar.
'El viaje de Chihiro'
El valor que ha otorgado el Studio Ghibli al cine en general, y al familiar en particular, es incalculable. Partiendo de esa base, y estableciendo una clasificación que va del sobresaliente a la excelencia absoluta, 'El viaje de Chihiro' mantiene su condición de favorita, de clásico incapaz de envejecer. Un precioso prodigio de animación que cautivó a los amantes del género y a aquellos que le dieron una primera oportunidad y quedaron atrapados para siempre en esta historia de dioses, dragones, hombres sin cara y lugares de una belleza deslumbrante.
Premiada con el Oscar a Mejor Película de Animación y el Oso de Oro del Festival de Berlín, entre muchísimos otros galardones, 'El viaje de Chihiro' redondeaba los pasos que el imprescindible Hayao Miyazaki y el estudio llevaban dando desde sus comienzos a lo largo de un extenso y excelente recorrido. La imaginación más arrolladora hecha obra de arte.