Tras 35 años de existencia, 'El resplandor' sigue siendo considerada como una de las películas de terror más impactantes de todos los tiempos. Este film protagonizado por Jack Nicholson, Shelley Duvall y Danny Lloyd conmocionó al mundo alzando a Stanley Kubrick como uno de los mejores cineastas de su generación. Después del júbilo marcado por Halloween, esta aclamada adaptación del best-seller de Stephen King ha sido rememorada por dos de sus figuras más emblemáticas: Lisa y Lousie Burns, quienes interpretaron a las escalofriantes gemelas Grady. Ambas han hablado en exclusiva para Mail Online sobre su experiencia trabajando en la película.
Las dos hermanas disfrutaron cada instante del rodaje en los Elstree Studios, ubicados en Hertfordshire, Inglaterra. Louise aseguraba: "Stanley nos quería en el set todos y cada uno de los días aunque no nos tocasen secuencias en las que intervenir. Mientras tanto, jugábamos con Danny y Jack siempre que podíamos".
Louise retiene muy buenos recuerdos de su paso por el set con Nicholson. "Recuerdo permanecer sentada en sus rodillas mientras bromeábamos. Normalmente, también se nos podía ver rumiando en cualquier rincón mientras jugábamos al ajedrez. Hablábamos mucho de su hija Jennifer porque se encontraba en Estados Unidos y nunca pudo llegar a visitarle durante el rodaje. La extrañaba muchísimo. Rompió con su madre unos 12 años antes, razón por la que Jennifer se encontraba en EEUU viviendo con ella. En ese momento, Jack se encontraba saliendo con Anjelica Huston, actriz que quiso hacerse con el papel de Wendy, esposa de su personaje en la pantalla. Había ocasiones en las que Jack llegaba exhausto al rodaje y se desplomaba en el suelo por los numerosos y agotadores viajes que hacía a EEUU para visitar a Anjelica. A pesar de ello y de las duraderas sesiones de rodaje intensificadas por la insaciabilidad de Stanley Kubrick, Nicholson nunca mostró queja alguna. Ya era reconocido como una gran estrella de cine, aunque jamás dejó que la etiqueta se le echara encima. Siempre se tomó la fama como algo demasiado grande para él, pese a que esta jamás se agotaría. Es un gran actor. No se parecía en nada a su personaje. Era como si se pusiera una máscara".
Una vez estrenada 'El resplandor', corrieron rumores de lo más descabellados acerca del modo de vida que transcurría alrededor del plató. Se decía que, al estar horas y horas tratando de implantar una acción cada vez más escalofriante, el propio equipo terminaría insuflando de ese tipo de sensaciones y por ende, la convivencia del rodaje terminaría truncándose de la misma manera hacia lo paranormal. Lisa y Louise lo desmienten. "Todos esas habladurías no son más que basura infundada. Han surgido teorías de que la violencia de la pantalla derivó en violencia en el set, pero sabemos que no es cierto en absoluto", dice Lisa. "No es verdad que Shelley Duvall perdiera pelo y peso por los nervios o la presión de estas teorías. No era más que una mujer delgada y una gran actriz del método".
Las gemelas admiten que la pregunta más enunciada por la prensa a lo largo de los años es si Jack Nicholson era realmente espeluznante detrás de las cámaras. Louise respondió que "No lo era en absoluto. Tan solo estaba actuando. Cuando se reunían no sólo se comportaba como una persona normal, sino que se trataba de un ser humano atento y encantador".
En la película, las gemelas se aparecen por los pasillos del hotel aterrorizando al pequeño Danny Torrance al cantar: "Ven a jugar con nosotros, Danny, para siempre, y para siempre, y para siempre...". Esta y otras frases como "Aquí está Johnny" han encumbrado a 'El resplandor' como una referencia más que consagrada en el cine desde su lanzamiento en 1980. Pese a su división de opiniones en cuanto a crítica y público y su cierto paso desairado por los Oscar de la Academia, la película todavía encabeza las mejores listas de la historia cinematográfica. Gracias al don de Kubrick para suscitar la sorpresa de la audiencia en todas sus formas posibles, 'El resplandor' fue calificada para mayores de 18 años en Inglaterra, siendo catalogada como un thriller sangriento. En cambio, las chicas nunca se sintieron molestas por ello cuando resultaron ser nada más y nada menos que dos jóvenes actrices inmersas en una de las imágenes más impactantes de la trama.
Incluso llegaron a celebrar su 11 cumpleaños durante la grabación y fue la esposa de Kubrick, Vivian Kubrick, quien regaló a cada una un tomo de páginas firmadas por todo el equipo. "Imaginar lo maravilloso que fue para nosotras que Stanley encontrase tiempo entre toma y toma para celebrar el cumpleaños de dos niñas con las que nunca volvería a encontrase de nuevo. Desde ese día nos sentimos como en familia", aseguró Louise. Lisa añadió: "Stanley también nos dio una pequeña botella con la sangre que cubrió los cadáveres de las gemelas durante aquellas terroríficas apariciones que podéis ver en escena. Él la llamó Kensington Gore".
La sangre y los vestidos azules
Kubrick es reconocido por su extrema atención al detalle, llegando a resquebrajar la paciencia de muchos de los miembros de su elenco al alcanzar un número ingente de repeticiones. Sin embargo, este no fue el caso de la escena de las gemelas Grady. "Nosotras nos hallábamos tumbadas sobre la sangre. Era una de las últimas escenas por rodar de la película y recuerdo estar preocupada no a causa de la sangre, sino porque estaba muy fría", recuerda Louise. "Stanley era un perfeccionista y había planeado exactamente cómo iba a derramar la sangre sobre nosotras, por lo que nuestro principal cometido era quedarnos muy muy quietas. No teníamos más que un par de vestidos azules, por lo que teníamos que procurar hacerlo muy bien a la primera entre todos. Recuerdo que era muy difícil para Stanley porque le gustaba hacer muchas tomas. Esos dos vestidos ya se han limpiado y andan viajando por el mundo de exposición en exposición. Pero si te fijas bien, todavía se pueden ver algunas manchas de sangre. Realmente odiábamos aquellos vestidos. Eran muy ásperos, y de ninguna manera solíamos vestir de esa manera en nuestro día a día. No era nuestra clase de ropa ni mucho menos".
Las gemelas también revelaron que Kubrick nunca tuvo la intención de utilizar hermanas gemelas. "Stanley era el tipo de persona que no sabía lo que estaba buscando hasta que la encontró", señala Lisa. "Nosotras pasábamos normalmente el tiempo en la escuela, aunque habíamos hecho algunos trabajos de televisión antes, por lo que nos agenciaron un agente, que un día llamó a nuestra madre y le dijo que Stanley Kubrick estaba buscando hermanas. Si no hubiéramos hecho la prueba, seguramente los papeles hubiesen terminado en manos de dos niñas de diferentes edades, al igual que los personajes del libro. Ciertamente funcionó a nuestro favor, porque Stanley decidió que las gemelas parecían más fantasmagóricas".
Danny Lloyd tenía tan sólo cinco años de edad cuando fue elegido como el hijo de Jack Nicholson: Danny Torrance. "Kubrick ejercía de su protector, ya que creía que era demasiado joven para descubrir la verdadera historia de 'El resplandor'. Por tanto, le explicó a Danny que estaban haciendo un drama. El reparto y el equipo hicieron todo lo posible para ocultarle las escenas más terroríficas. Durante una escena, Duvall estaba corriendo y gritando, mientras llevaba a Danny en sus brazos. Lisa recuerda cómo Kubrick hizo que Duvall llevara a un maniquí de tamaño natural para que el pequeño no viviese en primera persona la espeluznante persecución. Danny era un niño muy dulce. Fue su primer trabajo como actor. Jugábamos mucho con él, como si fuese nuestro propio hermano. Tenía mucho más escenas que nosotras, pero supimos cómo no sucumbir ante el aburrimiento".
Las gemelas asistieron recientemente a una reunión del equipo técnico y artístico en Londres por el 35 aniversario de la película. Danny, ahora profesor de la universidad, no pudo asistir, pero envió un mensaje de vídeo saludando y mostrando sus deseos de volver a encontrarse con todos. "Fue genial verles. Es extraño porque pasas todos los días con ese grupo de personas durante ocho o nueve meses, y luego, una vez estrenada la película, nunca los vuelves a ver".
Las hermanas Burns vivieron intensamente su trabajo en 'El resplandor', pero sus sueños de convertirse en actrices exitosas fueron aplastados cuando fueron rechazados por la prestigiosa Real Academia de Arte Dramático de Londres. Louise tenía depositadas grandes esperanzas para poder ir mucho más allá como actriz, pero perdió su confianza. "Cuando era más joven quise ser como Judy Garland o Greta Garbo, estrellas de cine reales. Fui a una audición para RADA y me dijeron que no me podían aceptar porque había estado ya en una película profesional. La mujer ni siquiera me hizo la audición. Fue un golpe duro. Terminé decantándome por la ciencia".
A pesar de las dificultades, las chicas se divirtieron formando parte de un éxito mundial. La imagen de Lisa y Louise Burns de pie en el pasillo del hotel cogidas de la mano y cantando a Danny ha traspasado los límites de la iconografía cinematográfica.